lunes, 21 de noviembre de 2011

Rajoy no tendrá tiempo para festejos




Rubén Santamarta La Voz De Galicia

La respuesta que tendrá hoy la holgada mayoría absoluta de Mariano Rajoy se puede medir en números, los que reporte desde primera hora de esta mañana la prima de riesgo y la bolsa. El futuro presidente español no asumirá el cargo hasta la cuarta semana de diciembre. Pero desde hoy Europa y los mercados se fijarán en lo que haga, diga, calle o eluda. El 21 de noviembre es el día 1 de Mariano, aunque queden semanas para su toma de posesión. España se ha encomendado a él.

¿Será una transición con sobresaltos?


Sí. Con la complicada situación económica en toda la zona euro, se advierten cuatro semanas de vértigo entre la salida de uno y la llegada de otro. Hay tres días clave en diciembre: 13 (constitución de Congreso), 20 (investidura) y 23 (primer Consejo de Ministros). Y una cuarta igual de importante: el 9 de diciembre hay reunión del Consejo Europeo, con un Ejecutivo en funciones y Zapatero como representante. En esa cita se esperan deberes para España.


¿Ante quién tiene que responder?


El eje Berlín-Bruselas-París es el que decide la política económica. El viaje a Marruecos, tradicional primer destino del jefe entrante de Gobierno español, y las relaciones con Iberoamérica tendrán que aguardar. La prioridad es hablar ante la UE y despejar cualquier incógnita sobre la solvencia de España y la situación del déficit, que el país incumplirá este año por unas décimas (está fijado en el 6?%), a no ser que las comunidades aborden otro ajuste.

¿De cuánto tiempo dispondrá Rajoy?


Europa, y los mercados (y no necesariamente por ese orden) exigen respuestas de inmediato. Ya se las han pedido a Italia, y antes a Irlanda y a Portugal tras el cambio de Gobierno. A Mariano Rajoy ya no le valen silencios ni ambigüedades. Tendrá que afrontar, y presentar, reformas de calado.

¿Cuáles serán las primeras reformas?


Atendiendo a las sugerencias que han ido cayendo desde la UE y el Banco Central Europeo, y que ha ido recogiendo Cristóbal Montoro, la voz de la economía en el PP, lo primero será tocar el mercado del trabajo, con una nueva reforma laboral que simplificará y abaratará el despido. Lo siguiente será el sector financiero, aunque está algo maniatado por las exigencias de Bruselas.

¿Qué sucederá con el empleo?

A corto plazo, más de lo mismo. La encuesta de población activa de cierre de año, que se publicará a finales de enero del 2012, revelará que España supera los cinco millones de parados, con la mitad de jóvenes sin trabajo. Eso es inevitable. Rajoy ha fiado todo su programa económico a la creación de empleo. Con esa generación de puestos, el Estado obtiene más ingresos y deja de pagar prestaciones de desempleo. Rajoy eludió concretar cuándo se creará empleo en España, algo que los economistas descartan con tasas de crecimiento por debajo del 2?%. Hoy España crece al 0,8 y se asomará a la recesión en el 2012. Si se no cambia, el plan A fracasará.

¿Qué pasará si no se cumple el plan A?

Si no se crea más empleo, el PP tendrá que tirar de una reforma del Estado de bienestar para cumplir con el déficit que exige la UE sin endeudarse más. Eso conllevará, con seguridad, recortes. Los buenos resultados del PP en Castilla-La Mancha o Galicia, donde ya ha habido varios ajustes, parecen legitimar esa vía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario