“La romaxes gallegas son la consecuencia directa de un clero apaisanado, del desprecio de los medios de la gracia, de la falta de consideración del Sacramento de la Penitencia, del olvido de Cristo, que es quien maltratan especialmente los sacerdotes cuando no tienen fe”.
Muchos católicos son engañados por falsos maestros que la propia Iglesia permite que hagan su labor destructora desde dentro. Es más, quienes se dedican a intentar que se cumpla la enseñanza apostólica, pidiendo que se expulse a los herejes de la comunión eclesial, tienen que ver como se les acusa de ser precisamente los que causan la división.
“Si un reino está dividido contra sí mismo, no puede durar. Y si una casa está dividida contra sí misma, no podrá subsistir” (Mt 3,24-25). La verdad no creo que haga falta dar muchos argumentos para que se comprenda porqué nuestro Señor tenía razón al decir tal cosa. El sentido común nos sirve para entenderlo. El mismo Jesucristo, sabiendo lo que vendría después, oró por la unidad de los cristianos. “Que sean uno, como nosotros somos uno” (Jn 17,22). La historia demostró poco después la necesidad de esa oración.
Quienes gritan en las iglesias que por ser libres no se sujetan a norma alguna, en realidad son los mayores delincuentes del tiempo. No se sujetan a la disciplina de la Iglesia, pero tampoco utilizan la libertad personal para el bien. No saben qué hacer con su libertad. La sacan de la estructura comunitaria y la dilapidan. La libertad se convierte en una serpiente que les devora.
Cristo te ha hecho libre a ti, y a mí, y a todos nosotros. Y te ha puesto en una Iglesia en la que todos somos libres, pero dentro de un orden. Tenemos un trabajo que hacer. Ese trabajo ha de ser programado, tú eres una pieza importante de todo el engranaje, has de funcionar unido a tus hermanos. Si estimas que tienes línea de comunicación y que sólo obedeces lo que crees que El te dice, entonces vete a vivir a las nubes. Si quieres quedarte con nosotros, en la tierra, en esta Iglesia, sujétate a la disciplina de la misma. Porque el uso anárquico de tu libertad inmovilizará todos nuestros proyectos y paralizará la vida de la congregación.
Dime Jos{e Carlos, porque es el cura Victorino ese el que parece estar en el altar y con vestiduras sacras pese a estar casado, es que no te gustan las romanxes gallegas?...
ResponderEliminarSinceramente, yo consideraría que es importante el gesto de una común-unión más distendida, pero claro, me gustaría también que en esas romanxes, así como tomamos el pan sagrado asumamos el método de confesión pública, a ver si de esa forma 'la gente se conoce más', y recuerda la confesión pública no está prohibida... ¿o si?
saludos
Crispa
esta bn justo en cima de la celebración en el toldo la frase "espectaculos seoane" jaja parece un chiste como modificaste la imagen pq esta trucada no??
ResponderEliminarNO, no está trucada¡¡¡
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