miércoles, 12 de mayo de 2010

Para una chica Guay del Paraguay


Déjame conocerte, déjame admirarte
Déjame por qué no, besarte...
Déjame porque no se del amor,
No quiero ya sentir este dolor
Déjame conocer tus íntimos sentimientos,
Déjame vivir la vida con tu aliento...
Déjame, porque no puedo con mis dudas
Sobre el mito del amor y esas cosas confusas.
Déjame conocerte mujer,
Porque sin saberlo me atrapaste...
Déjame intentar demostrarte
Que sin experiencia siempre he de amarte.
Déjame conocerte una y otra vez
Porque en cada ocasión,
Me has de cautivar, enloquecer...
Sos todo lo que en mi, nadie fue.
Déjame conocerte, cuéntame de tu pasado
Pues yo quiero ser tu presente,
Y si el destino quiere Tu futuro
y por siempre amante.
Orestes

2 comentarios:

  1. Amado Orestes,
    ¡Vaya!
    De orestiadas vienes tú
    de orestiadas vengo yo
    Eliges una postal que me pinta
    sin mis canas
    Crees que por tener entonces
    menos años y menos canas
    no habría pasado, yo, por tragedias
    de orestiadas...
    Las apariencias engañan
    y ya entonces había escapado
    de las euménides,
    o, si prefieres, 'Del vómito
    inmundo expulsado por la Serpiente
    de siete cabezas y diez cuernos' (Ap 12,15)
    Pensaba yo, que los tres tiempos y medio
    serían fáciles bajo la protección...
    Pero no, no ha sido tan así.
    Se han sumado las tragedias a mi vida
    siendo que aún no había vengado,
    cual Orestes, la traición a mi familia...
    Pero no temas, amado mío,
    en el Futuro, tuyo y mío,
    está, no la venganza,
    sino la JUSTICIA.
    Aquella justicia que no tiene
    empates de jurados.
    No dudes,
    no te arrepientas,
    sonríe
    y ámame

    Crispa

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  2. José Carlos,
    Perdona a Orestes, ya lo sabes, las Euménides lo persiguen constantemente, y lo confunden haciéndole creer que la venganza fue injusta...
    HAY JUSTICIA QUE PARECE VENGANZA PERO NO LO ES, SINO SOLO ES ESO: JUSTICIA.

    Un besote enorme

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