Gea Escolano reconoce que Cuando un sacerdote hace el mal, el daño es muy grande

Fue un obispo atípico, José Gea Escolano, generosa fuente de titulares. No solo por su carácter, que lo llevó a no eludir jamás la polémica y a evitar lo políticamente correcto. Sino ante todo por mantener siempre las puertas abiertas a cuantos quisieron hablarle. Cuando dijo que al jubilarse marcharía a Sudamérica, pocos lo creyeron. Hoy vive en Lima, entre los más pobres. «Hago -dice- lo que puedo».
-¿Cómo ve España, mar por medio?
-Yo hoy ya no entiendo a mi querida España, a mi patria. Y veo que en Perú, entre la gente con la que yo estoy, que son personas a las que les falta casi todo lo que aquí nos sobra, hay un nivel religioso muy superior al que tenemos en nuestro país. En España el laicismo avanza a grandes pasos, desgraciadamente. España está perdiendo el sentido de Dios. Porque no solo está viviendo de espaldas al sentimiento cristiano, sino también en contra de la moral natural.
-Se le ve preocupado...
-Porque estoy preocupado, sí. Son muchas las cosas que me inquietan en este tiempo que vivimos. Por ejemplo, que no seamos capaces de dar un buen ejemplo a los jóvenes, que tienen hoy que ver cosas terribles. Y me duele terriblemente lo que ha sucedido con algunos sacerdotes. Porque cuando un sacerdote hace el mal, el daño que causa es muy grande.
-¿Qué le parece la reelección del cardenal Rouco Varela al frente de la Conferencia Episcopal? Usted siempre ha tenido una buena relación con él.
-Bueno, yo siempre he tenido una buena relación con todos los obispos. Y con Rouco también, sí. Otra cosa es que después cada uno tenga su criterio. Pero me parece bien que lo hayan reelegido. Se acerca la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en su diócesis. El Papa va a volver a España ahora... En fin. Creo que reelegirlo ha sido lo correcto.
-Hablando de Benedicto XVI, usted conoció a Ratzinger... cuando él todavía no era Papa.
-No, no era Papa aún. Era cardenal. Estuve en una comisión con él, y me dejó muy impresionado. Es un hombre extraordinariamente inteligente, que escucha mucho y al que nada se le escapa. Pero por encima de todo, es hombre de oración.
-Y ahora, en Lima, habita usted, tan lector, el universo literario de Mario Vargas Llosa....
-La gente entre la que yo me muevo, probablemente no ha leído a Vargas Llosa. Son muy pobres. Sobreviven como pueden. Pero los que saben que le dieron el Premio Nobel, se han alegrado. De alguna manera, lo ven como a uno de los suyos.
josé gea escolano obispo jubilado y misionero en perú

http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/03/18/0003_201103G18P41991.htm