Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame ‘Rabbí’.Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar ‘Rabbí’, porque uno sólo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie ‘Padre’ vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo....
Dice la jerarquía eclesial que no comenta las declaraciones de los obispos. Ja, ja. Cuando se trata de obispos que defienden la teología de la liberación, de obispos discrepantes de la línea oficial, no sólo las comenta sino que los traslada o los destituye (como hace con los pederastas); pero va más lejos, porque los censura y los desprestigia, cosa que con los pederastas no hace.
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