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En el capítulo 20 del libro de Éxodo, encontramos la declaración de Dios llamada los 10 Mandamientos:
•“No tendrás dioses ajenos... no te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las honrarás... No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano... Acuérdate del día de reposo para santificarlo... Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra... no matarás... no cometerás adulterio... no hurtarás... no hablarás contra tu prójimo falso testimonio... no codiciarás la casa de tu prójimo... la mujer de tu prójimo... ni su siervo, ni su criadas... ni cosa alguna de tu prójimo...” (Éxodo 20:1-17)
Siempre nos detenemos precisamente en ellos, y muchas veces olvidamos el resto de las enseñanzas profundísimas y maravillosas, de estos pasajes.
Dice:
•“Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre” (Éxodo 20:2)
¡Qué maravilloso saber que “nuestro Dios” es quien nos está diciendo estas cosas.
•“Oíd, porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas...Justas son las razones de mi boca, no hay en ellas cosa perversa ni torcida. Todas ellas son rectas al que entiende y razonables a los que han hallado sabiduría” (Proverbios 8:6-8)
Dice:
•“... porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso... Y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos...” (Éxodo 20:5-6)
¿Entendemos la magnitud del cuidado de Dios hacia nosotros, su amor y la bondad de sus pensamientos para acomodar y encaminar nuestras vidas?
Pensemos en lo que escribe Jeremías
•“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11)
Dice:
•“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano” (Éxodo 20:7)
¿Comprendemos que El da a cada uno lo que merece?
El castigo eterno sin Cristo
•“Porque todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios... porque la paga del pecado es muerte...” (Romanos 3:23, 6:23)
O el castigo terrenal si lo considera necesario
•“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor” (Romanos 12:19)
Si nos compenetráramos más profundamente con la mente de nuestro Dios entenderíamos un poco más las razones por las cuales nos deja sus enseñanzas y preceptos. Sabríamos que no son simples ordenanzas, sino inmensas demostraciones de Su amor sin límites hacia su creación más preciosa: nosotros.
Recordemos: Absolutamente todo lo que nos ofrece Dios es lo mejor que podríamos recibir.
•“No tendrás dioses ajenos... no te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las honrarás... No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano... Acuérdate del día de reposo para santificarlo... Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra... no matarás... no cometerás adulterio... no hurtarás... no hablarás contra tu prójimo falso testimonio... no codiciarás la casa de tu prójimo... la mujer de tu prójimo... ni su siervo, ni su criadas... ni cosa alguna de tu prójimo...” (Éxodo 20:1-17)
Siempre nos detenemos precisamente en ellos, y muchas veces olvidamos el resto de las enseñanzas profundísimas y maravillosas, de estos pasajes.
Dice:
•“Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre” (Éxodo 20:2)
¡Qué maravilloso saber que “nuestro Dios” es quien nos está diciendo estas cosas.
•“Oíd, porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas...Justas son las razones de mi boca, no hay en ellas cosa perversa ni torcida. Todas ellas son rectas al que entiende y razonables a los que han hallado sabiduría” (Proverbios 8:6-8)
Dice:
•“... porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso... Y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos...” (Éxodo 20:5-6)
¿Entendemos la magnitud del cuidado de Dios hacia nosotros, su amor y la bondad de sus pensamientos para acomodar y encaminar nuestras vidas?
Pensemos en lo que escribe Jeremías
•“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11)
Dice:
•“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano” (Éxodo 20:7)
¿Comprendemos que El da a cada uno lo que merece?
El castigo eterno sin Cristo
•“Porque todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios... porque la paga del pecado es muerte...” (Romanos 3:23, 6:23)
O el castigo terrenal si lo considera necesario
•“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor” (Romanos 12:19)
Si nos compenetráramos más profundamente con la mente de nuestro Dios entenderíamos un poco más las razones por las cuales nos deja sus enseñanzas y preceptos. Sabríamos que no son simples ordenanzas, sino inmensas demostraciones de Su amor sin límites hacia su creación más preciosa: nosotros.
Recordemos: Absolutamente todo lo que nos ofrece Dios es lo mejor que podríamos recibir.
Hola Jose carlos llevo mucho tiempo que no puedo enviar comentarios ,a ver si hoy tengo suete y me admite .
ResponderEliminarUn abrazo
Arcoiris