EFE
El colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales de Galicia (COLEGA) ha expresado hoy su contrariedad por la «homofobia» del obispo emérito de Mondoñedo-Ferrol, José Gea, hoy misionero, que en su blog ha llamado a desobedecer las leyes del aborto y de matrimonios homosexuales.
El obispo emérito destaca en su blog que los católicos deben obedecer a los obispos y al Gobierno pero «por muy alta que sea una autoridad, si manda cosas contrarias a la ley de Dios, tampoco hay obligación de obedecerle», y asegura que no es lícito «aprobar el aborto» o equiparar el matrimonio de un hombre y una mujer con una unión homosexual.
En nota de prensa, «Colega» informa de que ha remitido un escrito al obispado de Mondoñedo-Ferrol para solicitar una cita con el actual titular, Manuel Sánchez Monge, por haber llamado «a la desobediencia civil contra las leyes de matrimonios homosexuales y el aborto».
Igualmente, ha remitido una queja formal al Obispado, en la que pide a las autoridades eclesiásticas gallegas que respeten las administraciones del Estado de derecho y que no alienten una «revolución constante contra las instituciones de las que la ciudadanía se ha dotado».
«Esperamos -dice la nota- que la anunciada visita del Papa a Galicia el próximo mes de noviembre no signifique la exaltación de los valores ultra-conservadores y separatistas que no concitan la unidad, sino que separan y rompen nuestra sociedad».
El obispo emérito destaca en su blog que los católicos deben obedecer a los obispos y al Gobierno pero «por muy alta que sea una autoridad, si manda cosas contrarias a la ley de Dios, tampoco hay obligación de obedecerle», y asegura que no es lícito «aprobar el aborto» o equiparar el matrimonio de un hombre y una mujer con una unión homosexual.
En nota de prensa, «Colega» informa de que ha remitido un escrito al obispado de Mondoñedo-Ferrol para solicitar una cita con el actual titular, Manuel Sánchez Monge, por haber llamado «a la desobediencia civil contra las leyes de matrimonios homosexuales y el aborto».
Igualmente, ha remitido una queja formal al Obispado, en la que pide a las autoridades eclesiásticas gallegas que respeten las administraciones del Estado de derecho y que no alienten una «revolución constante contra las instituciones de las que la ciudadanía se ha dotado».
«Esperamos -dice la nota- que la anunciada visita del Papa a Galicia el próximo mes de noviembre no signifique la exaltación de los valores ultra-conservadores y separatistas que no concitan la unidad, sino que separan y rompen nuestra sociedad».
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