Los curas liberales y la fe

Si Dios no me dispone otra cosa, gran parte del resto de mi vida lo seguiré dedicando a combatir al los hijos predilectos de Satanás que son conocidos como curas y teólogos liberales . Nacidos en el seno del protestantismo en el siglo XIX se extendiénden con saña dentro de la propia Iglesia, ha sido, y son, el ataque más grande del reino de las tinieblas contra la fe cristiana.

Estos curas hacen que la fe cristiana en lugar de que sea luz del mundo y sal de la tierra, se convierta en la ideología mundana en el referente para la configuración de la conciencia y proceder de los cristianos. Lo cual, hace que los cristianos dejen de ser cristianos y caigan en la más grande apostasía.
Los curas liberales saben usar la Biblia para sus fines. No tiene nada de particular que así sea. Satanás mismo citó la Escritura para tentar a Cristo. Los curas progres hacen lo mismo para tentar a los hijos de Dios. Pero de hecho, ellos odian la Biblia y por eso una de las características típicas del liberalismo teológico es el ataque constante contra la Sagrada Escritura. De hecho, es quizás en ese campo donde más “éxito” han conseguido.

Estos sacerdotes argumentan, lejos de mantener razonamientos firmes, que “la Iglesia es como un barco muy grande, que no puede virar ágilmente, sin riesgo de hundimiento, que debe amoldarse a los tiempos lentamente, y que van por el camino…”

Esta Iglesia progresista, relativista y apóstata, no está convencida de sus propias creencias. No solo toleran, si no que abanderan el Laicismo que se nos impone. Ya no es un asesinato, esto es un suicidio colectivo en el que me niego a embarcarme. La Iglesia liberal y los curas liberales han perdido el norte, el rumbo, la Fe y la dignidad. Se han convertido en una ONG de la que además, ni siquiera en su función social, sabe defender su obra.
Estos sacerdotes no son expertos en nada, sino que han caído en la absoluta necedad, imbuidos de soberbia y vedetismo. Siembran dudas sobre afirmaciones categóricas del Catecismo y se convierten en pederastas espirituales.
Son como lobos con piel de cordero y hay que llamarles la atención en público y arrancarles la máscara por prostituir la fe de la Iglesia.

Y si alguien piensa que exagero que demuestre que Cristo no hizo milagros y que afirme que los Evangelistas son unos mentirosos, o que los primeros cristianos eran unos mentirosos, y que los santos nos mienten, que el Catecismo nos miente, y que el Espíritu Santo nos deja desvalidos.

Son siervos de Satanás que "creyendo ser sabios se hicieron necios" y predican "cuentos de viejas" y "falsas doctrinas".

Esos hombres son los que han arrancado la fe al pueblo sencillo año tras año con la indolencia de nuestros pastores.

No sirve de nada Santidad que denuncie el relativismo si el rostro teológico y de praxis de la Iglesia sigue siendo uno de sus motores en las capas más en contacto con el pueblo llano.