jueves, 27 de enero de 2011

La hora de la oración


Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Hechos 3:1

El señor Jesús practicó mucho la oración y con ella tocó la vida a sus discípulos, ya que un día mientras se levantaba de la oración, estos le dijeron: Señor enséñanos a orar. Que hermosa petición, ¿no le parece?

En el libro de los Hechos encontramos a la iglesia practicando la oración y haciendo de ella su fuente de gozo, de comunión, de fortaleza, de poder. La oración fue de vital importancia para los discípulos y para toda la iglesia creciente del Nuevo Testamento, el apóstol Pablo nos recomienda en la carta a los Romanos 12:12 a ser constantes en la oración, el profeta Daniel oraba tres veces al día. El texto que estamos considerando vemos a Pedro y a Juan que iban juntos al templo y a una ora específica, a la hora novena la hora de la oración y mientras llegaban encontraron a un hombre cojo de nacimiento que pedía limosna fuera del templo a quien el señor sanó cuando le levantaron en su nombre.

Cornelio el centurión practicaba la oración a esa misma hora novena, y un día mientras oraba miró en visión a un ángel dándole instrucciones de mandar traer a Simón Pedro para que les predicara las buenas nuevas de salvación Hechos 10:1-6


Como podemos ver la iglesia primitiva tenía una ora determinada para la oración, y era la hora novena y Lucas nos aclara que era la hora de la oración, para enseñarnos la importancia de esa ora. La hora novena eran las tres de la tarde y estaba determinada exclusivamente para orar. Es cierto que se puede orar en cualquier lugar, y a cualquier hora del día, pero es indispensable tener una hora dedicada para la oración y ya sea a las tres o a las cuatro a las ocho, lo importante es orar tanto en el hogar como en la casa de Dios.

Es bueno practicar la oración a una hora específica, y ser constantes en ella. De una vida llena de oración Daniel sacó la confianza para no temer al edicto del rey, y ser librado del poder de los leones, de allí Cornelio tuvo visiones de Dios y fue dirigido para la salvación de su alma, y de toda su familia y de sus amistades, de la oración Pedro sacó el poder y autoridad para decirle al hombre cojo de nacimiento: No tengo plata ni oro pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret levántate y anda.


La ora de la oración es muy importante pues en ella platicamos con Dios, le contamos nuestras luchas, nuestras necesidades, en ella le adoramos, en ella recibimos su perdón, en ella encontramos el gozo de su presencia, y encontramos su poder, note usted lo que dice en la epístola de Santiago 5:13 ¿está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. Recuerde que debemos siempre de acercarnos en oración a Dios, por medio del señor Jesús.



Escrito por Artemio Valdez Sosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario