Efe
El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), Robert Zollitsch, pidió ayer perdón a las víctimas de los «repugnantes» abusos sexuales a menores practicados por sacerdotes en las décadas de los setenta y ochenta que están saliendo a la luz en Alemania. «Me disculpo ante todos los que han sido víctimas de esos crímenes», afirmó Zollitsch durante la inauguración de la asamblea general de la DBK de primavera, que se celebra en Friburgo.
Agregó que en el caso de la Iglesia ese abuso «es particularmente grave», dado que los «niños y jóvenes tienen una confianza especial en su sacerdote». Zollitsch reclamó una «amplia aclaración» de los casos de abusos que, según medios, ya suman las 120 víctimas, atendiendo a los datos recopilados en las últimas semanas por la Fiscalía alemana.
Según el presidente de la DBK, el escándalo «tendrá consecuencias» dentro de la Iglesia y abogó por que se mejore la prevención de esos delitos.
La orden de los Jesuitas, la primera organización afectada por el escándalo, ha encargado su propia investigación mientras que las distintas diócesis alemanas (27 en total) están llevando a cabo pesquisas en ese sentido.
Agregó que en el caso de la Iglesia ese abuso «es particularmente grave», dado que los «niños y jóvenes tienen una confianza especial en su sacerdote». Zollitsch reclamó una «amplia aclaración» de los casos de abusos que, según medios, ya suman las 120 víctimas, atendiendo a los datos recopilados en las últimas semanas por la Fiscalía alemana.
Según el presidente de la DBK, el escándalo «tendrá consecuencias» dentro de la Iglesia y abogó por que se mejore la prevención de esos delitos.
La orden de los Jesuitas, la primera organización afectada por el escándalo, ha encargado su propia investigación mientras que las distintas diócesis alemanas (27 en total) están llevando a cabo pesquisas en ese sentido.
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