lunes, 3 de enero de 2011

Sr. Angel Paz, se acerca el momento de revisar la nulidad







Roma, 1 de enero de 2011
Querido José Carlos, ya amaneció en la Ciudad Eterna, con una neblina leve sobre el Tiber. Pasaron los escándalos del Año Viejo y, los que no nos entregamos a ningún exceso, podemos rezar lo que nos enseñaron de pequeños:
Bendita sea la luz del día
y el Señor que nos la envía.
Bendito sea su gran poder
que nos ha dejado amanecer.
Bendita sea la Creación. Los creyentes en el Supremo Hacedor sentimos la emoción íntima de que nace un nuevo día, principio de un nuevo año en el que el Mundo va a sufrir porque no obedecemos los dictados del Señor...

Bien, amigo José Carlos. Debes saber que ayer pasaron por nuestra casa distintos amigos a desearnos un Feliz 2011; y que hicimos y recibimos múltiples llamadas.
Entre los que nos visitaron estuvo la doctora Vignoli, de la que te hablé. Le había mandado el enlace de la carta de la tal señora Christina (sigo sin entender como, si esa señora escribe en gallego, no se llama Cristina) a El Correo de Compostela. Nuestra amiga abogada, con perspicacia de doctora en Leyes, hizo el comentario de que tu ex-esposa es una insensata porque expuso en público, aunque fuera en un periódico "provincial" como ella lo calificó, lo que se puede volver contra ella y su dudoso esposo.

Según Vignoli, todo el montaje del ex-cura con doña Cristina se viene abajo, con graves consecuencias civiles (la bigamia, inmediatamente) en el momento en que se deshaga lo deshecho. La doctora Vignoli nos habló de lo que se llama "doble lógica negativa" (no sé si traduzco correctamente del italiano) en estos casos. O sea, la contravención de la contravención.

Hemos quedado de hablar el asunto con el secretario del cardenal y con el doctor Guangiroli pues anoche no era el momento más oportuno, ya que no paraban las llamadas por teléfono. Yo tengo que viajar a Santo Domingo, donde haremos base para tratar los problemas de suministro de alimentos en Haití de los que te hablé. Volveré a Roma, Dios mediante, el sábado 15 de enero. Sin embargo, es probable que la doctora Vignoli te llame para hacerte alguna pregunta. En caso de que no os entendais bien por culpa de las diferencias de idioma, decídselo a mi mujer o a mi hijo Eduardo.

Por cierto, mi Eduardo (que está siguiendo con interés lo que el llama "el proceso Enríquez") si le puedes mandar la foto vuestra del verano en Villarrube.
Finalmente, y ya que hablamos del proceso, por medio del secretario del cardenal me llega lo que Eduardo llama "una petición de clemencia" hacia el obispado de Mondoñedo-Ferrol". Como sabes, la Iglesia está siendo acosada por sus enemigos mayores. El problema no es tanto de falta de recursos económicos para responder a indemnizaciones, como la que habrá en el caso de falsa nulidad de tu matrimonio con la famosa "Christina", sino por el escándalo.
Lo que no vemos desde aquí (y tampoco vimos en la reunión en el pazo coruñés) es como evitar el escándalo sin resolver una injusticia tan grande como la que tú, José Carlos, has sufrido.

En fin, auguro que el caso "José Carlos versus Cristina", inevitablemente, va a saltar las fronteras de la diócesis en que se produjo. Sea Dios clemente con los pecadores que crearon semejante engendro.
Desde Roma, un abrazo fraternal y el deseo de que 2011 permita ver la luz en tu pleito contra concupiscentes y corruptos.
Emérito.

1 comentario:

  1. Sería caso único si se obtiene la nulidad de la declaración de nulidad. Me extrañaría mucho que se consiguiera, pero lo celebraría. Un abrazo: Josemari Lorenzo Amelibia

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