miércoles, 30 de septiembre de 2009



Redacción
BBC Mundo

Al menos 50 personas murieron y 2.000 fueron evacuadas debido a las inundaciones provocadas por las intensas lluvias que azotaron a las Filipinas, indicaron este sábado las autoridades, que declararon el estado de calamidad para permitir el uso de fondos de emergencia.

Hay más de 2.000 damnificados por las inundaciones en la isla de Luzón.
La ciudad de Cainta, en el norte del país, está "100% bajo las aguas", según dijo el alcalde Mon Ilagan.
El suministro eléctrico ha sido cortado en algunos barrios pobres de la capital, Manila, para impedir accidentes, mientras que cientos de personas quedaron atrapadas en los techos de las casas.
La televisión mostró imágenes del agua corriendo por las calles como ríos -cuyo nivel se está elevando-, además de atascos, coches abandonados en calles inundadas y personas desplazándose en lanchas de plástico por la ciudad.
La tormenta tropical Ketsana, conocida también como Ondoy, provocó en seis horas lluvias equivalentes a las que caen en un mes en la isla de Luzón, donde se encuentra Manila, causando las peores inundaciones en 20 años.
La presidenta de Filipinas, Gloria Arroyo, hizo un llamado a la calma y pidió donaciones
Miles de pasajeros están varados, ya que los aeropuertos, nacionales e internacionales, están cerrados.
La tormenta Ketsana, que tocó tierra con vientos de hasta 100 kilómetros por hora, todavía se encuentra sobre la isla de Luzón, y se prevé que el domingo o el lunes se dirija hacia el Mar de la China.
Decenas de personas mueren cada año por inundaciones en esta nación insular de Asia durante la estación lluviosa y época de tifones, que suele durar de junio a diciembre.
"Las inundaciones han creado un caos en las Filipinas y una estación de televisión reportó estar abrumada con la cantidad de llamadas de personas pidiendo ayuda", relata el corresponal de la BBC Neal Razzell.

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