Con un bebe de brazos, una mujer muy asustada llega al consultorio de su ginecólogo y le dice: “Doctor, por favor ayúdeme, tengo un problema muy serio. Mi bebé aún no cumple un año... y ya estoy de nuevo embarazada. No quiero tener hijos en tan poco tiempo, prefiero un espacio mayor entre uno y otro....” El médico le preguntó: “Muy bien, ¿qué quiere que yo haga?” Ella respondió: “Deseo interrumpir mi embarazo y quiero contar con su ayuda.” El médico se quedó pensando un poco y después de algún tiempo le dice: “Creo que tengo un método mejor para solucionar el problema y es menos peligroso para usted.” La mujer sonrió, pensando que el médico aceptaría ayudarla. Él siguió hablando: “Vea señora, para no tener que estar con dos bebés a la vez en tan corto espacio de tiempo, vamos a matar a este niño que está en sus brazos. Así usted tendrá un periodo de descanso hasta que el otro niño nazca. Total, si vamos a matar, no hay diferencia entre uno y otro de los niños. Y hasta es más fácil sacrificar éste que usted tiene entre sus brazos puesto que usted no correrá ningún riesgo.” La mujer se asustó y dijo: ¡No, doctor! ¡Que horror! ¡Matar a un niño es un crimen!” “También pienso lo mismo, señora, pero usted me pareció tan convencida de hacerlo, que por un momento pensé en ayudarla.” El médico sonrió y después de algunas consideraciones, vio que su lección surtía efecto. Convenció a la madre que no hay la menor diferencia entre matar un niño que ya nació... y matar a uno que está por nacer, y que está vivo en el seno materno. ¡El crimen es exactamente el mismo!
miércoles, 2 de septiembre de 2009
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Muy bueno, sirve para recordar lo evidente: la dignidad de un ser humano no depende de la edad. enhorabuena, muy acertado. Un saludo
ResponderEliminarCarlos