EFE
El ministro belga de Justicia, Stefaan De Clerck, ha pedido hoy a la Iglesia que «vaya al encuentro de las víctimas» de abusos sexuales para reconocerlas e indemnizarlas, ya que muchos de estos presuntos delitos han prescrito y no pueden ser llevados a los tribunales.
En una entrevista que publica hoy el diario flamenco Het Nieuwsblad, De Clerck afirma que la «gran mayoría» de los 475 archivos recientemente incautados por la policía a la comisión que investigaba este tipo de casos «concierne a hechos que se remontan a 30, 40 y 50 años» y que por lo tanto prescribieron «hace tiempo».
Por ello, «si no es posible aplicar justicia, la Iglesia debe entonces reconocer a las víctimas, mostrarles respeto y reconocer sus faltas», dijo el ministro.
Esto puede hacerse «de diferentes maneras, como penalizar al sacerdote culpable, inhabilitarlo u ofrecer una indemnización a la víctima», sugirió.
«Cada caso debe ser estudiado para encontrar la mejor compensación», señaló el ministro, quien precisó que sería la propia Iglesia la que debería hacerse cargo de la indemnización.
A su juicio, los abusos sexuales a niños «no pueden repararse», aunque una indemnización puede «favorecer» el proceso de recuperación para las víctimas.
Los supuestos casos de pederastia en el ámbito eclesiástico están siendo investigados por un tribunal belga, que ordenó recientemente el registro de la comisión designada por la Conferencia Episcopal de Bélgica para recibir y tratar denuncias de ese tipo.
La comisión, que había recibido varios centenares de denuncias desde que en abril pasado el Vaticano cesara al obispo de Brujas por abusar de un joven cuando era sacerdote, dimitió a causa de los registros practicados por la policía y agentes judiciales.
Esta operación fue calificada de «deplorable y sorprendente» por el papa Benedicto XVI, quien el pasado miércoles recibió en audiencia al André-Joseph Leonard, arzobispo de Malinas-Bruselas y presidente de la Conferencia Episcopal Belga, para tratar sobre la situación de la pederastia en Bélgica y los registros realizados por la policía.
En una entrevista que publica hoy el diario flamenco Het Nieuwsblad, De Clerck afirma que la «gran mayoría» de los 475 archivos recientemente incautados por la policía a la comisión que investigaba este tipo de casos «concierne a hechos que se remontan a 30, 40 y 50 años» y que por lo tanto prescribieron «hace tiempo».
Por ello, «si no es posible aplicar justicia, la Iglesia debe entonces reconocer a las víctimas, mostrarles respeto y reconocer sus faltas», dijo el ministro.
Esto puede hacerse «de diferentes maneras, como penalizar al sacerdote culpable, inhabilitarlo u ofrecer una indemnización a la víctima», sugirió.
«Cada caso debe ser estudiado para encontrar la mejor compensación», señaló el ministro, quien precisó que sería la propia Iglesia la que debería hacerse cargo de la indemnización.
A su juicio, los abusos sexuales a niños «no pueden repararse», aunque una indemnización puede «favorecer» el proceso de recuperación para las víctimas.
Los supuestos casos de pederastia en el ámbito eclesiástico están siendo investigados por un tribunal belga, que ordenó recientemente el registro de la comisión designada por la Conferencia Episcopal de Bélgica para recibir y tratar denuncias de ese tipo.
La comisión, que había recibido varios centenares de denuncias desde que en abril pasado el Vaticano cesara al obispo de Brujas por abusar de un joven cuando era sacerdote, dimitió a causa de los registros practicados por la policía y agentes judiciales.
Esta operación fue calificada de «deplorable y sorprendente» por el papa Benedicto XVI, quien el pasado miércoles recibió en audiencia al André-Joseph Leonard, arzobispo de Malinas-Bruselas y presidente de la Conferencia Episcopal Belga, para tratar sobre la situación de la pederastia en Bélgica y los registros realizados por la policía.
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