No tiene suerte el obispo de Mondoñedo - Ferrol con sus curas

Xaquin Campo Freire

No voy a decir que Don Manuel Sánchez Monge se haya encontrado con una pera en dulce en Mondoñedo-Ferrol. Diócesis con muchas parroquias y escaso clero, además muy mayor, y en notable proporción, malo. Y para completar el cuadro muy mal gobernada por sus antecesores obispos. Gea Escolano consintió durante años que Victorino Pérez estuviera viviendo una doble vida con su feligresa sin hacer nada. Xaquin Campo Freire debería estar arrepentido ante Dios de haber ido a declarar al proceso de nulidad después de haber sido el cura que celebró la boda, ahora este cura que debería ser un justo varón va a ver a dónde puede llegar el encubrimiento del concupiscente. Sanchez Monge Reacciona bajo presión. Su primer impulso parece ser no tenerlo pero cuando se le pone delante el escándalo se mueve un poquito. A remolque pero en buena dirección. No voy a darle la relación de curas suyos que son un antitestimonio. Así de entrada me salen más de una docena y me quedo corto por no conocer toda la diócesis. De la mitad de esa docena hasta le podría decir el nombre de sus novias. Cosa por otra parte inútil porque usted, como es natural, conoce a su clero mucho mejor que yo. Corramos un tupido velo sobre quienes llevan con relativa discreción su antitestimonio sacerdotal.

Es curioso: Los monjes benedictinos del Valle de los Caidos solo hablan de Dios, de fe y de Doctrina de la Iglesia y son perseguidos por los poderes de este mundo.

Por contra, los curas nacionalistas de Mondoñedo no hablan de Dios ni de Fe, solo de nacionalismo y politica gallega y son protegidos y mimados por los poderes de este mundo.
Si los curas no quieren hablar de Dios, como van ha crecer los políticos cristianos y actuar con criterios evangélicos si no los conocen, un laico católico y además político debe llevar las virtudes y los valores cristianos a los tres poderes del estado, cuanta brisa fresca correría por la casa del Cesar.
Si los gobiernos católicos experimentarían esto, lo que es de Dios seria del Cesar y lo que es del Cesar seria de Dios, y el pueblo en comunión con la fuente divina, alcanzaría el paraíso deseado en la tierra, que es no pasar necesidades, promesa de nuestro Señor.

El que crea se salvara y que no crea perecerá. Y también, el que no hable de Dios para derrotar al enemigo de su Reino, que en la actualidad esta ganando, no porque tenga mas poder, sino que, nosotros se lo favorecemos cuando prescindimos de nuestro Creador. Ojala despertemos y escuchemos la voz del Hijo y lleno de El prediquemos.
Hay del que no se convierta.

Bien sabido es el número elevado de personas, creyentes, que dieron su vida por Cristo y, entonces, por la humanidad, en la persecución religiosa habida en los años 30 del siglo pasado. Parece, por tanto, legítimo, que la Iglesia católica tenga un especial recuerdo por tales personas porque suponen un ejemplo. Así, recordamos aquello que dijera Tertuliano: “La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos”.
Pero esto les parece mal a los curas rojos.
Le pidieron, claro, que no se dedique un templo a los “mártires de 1936” porque eso supondría recordar “el enfrentamiento entre hermanos”
Yo, a esto, sólo lo puedo llamar, traición a su propia fe.
Pero, recordemos, por ejemplo, que también se le llama de tal manera malcarada, por ejemplo, a la Parroquia de Entrevías de Madrid, donde los sacerdotes hacen, más o menos, lo que les da la gana con la Eucaristía.
En todo caso, la color, roja, que, al parecer, tienen tales sacerdotes, debería ser la que se les tendría que poner en su cara al ser sorprendidos como partidarios de posiciones políticas alejadas, mucho, de la Iglesia católica y ser, más que nada, progres fuera de lugar.
Muy fuera de lugar, espacio y tiempo.