Victorino Pérez Prieto, Prisciliano, herejía y comunismo

Querido José Carlos, te agradezco el enlace que me enviaste sobre el supuesto éxito editorial de un libro acerca de un hereje mítico, Prisciliano.
Empecemos diciendo que todos los gallegos sin fé nada más que el el folclore regional enseguida te dicen que quien se encuentra enterrado en la catedral de Santiago no es el Apóstol sino el hereje Prisciliano. Eso es parte del mito, del sincretismo de los galleguistas trastornados que quieren juntar el panteísmo priscilianista con la doctrina de Cristo. Es una historia vieja, que me harté de oír en los tiempos de estudiante en Compostela.

Lo que me extraña es que una editorial gallega con ilustres fundadores católicos (alguno de Acción Católica en los tiempos duros de la República, en que ser un joven católico suponía palizas de los comunistas) se haga eco de este texto pobre, sin gracia, escrito por un charlatán pecaminoso.

También me extraña que una página web tan formal como la que me ayudaste a descubrir admita publicitar el supuesto éxito de ventas de semejante libelo (por cierto, no dice si ha vendido decenas, centenas o miles de ejemplares).
Pero lo que eleva mi perplejidad al máximo es que alguien acepte para ausuntos religiosos el comentario de un comunista castrista como ese anciano José Neira Vilas, conocido por uno de los libros que más ayudó a la leyenda negra de Galicia.


Neira Vilas, con muy poca cultura, que malamente adquirió en la emigración a Buenos Aires, hizo un retrato de lo más burdo del mundo aldeano de Galicia, como si en Galicia nunca hubiera habido gente culta y educada. Pero cada uno escribre de lo que conoce.
Ahora, no olvidemos de José Neira era el compañero de Anisia Miranda, comunista férrea que se lo llevó al infierno de Cuba, donde ambos fueron militantes "hasta dar la vida por la Revolución".

Que hable la Iglesia cubana y diga hasta qué punto fue perseguida nada más que por decir la verdad de la represión del pensamiento a que fueron sometidos los católicos cubanos.
Pues bien, querido José Carlos, José Neira todavía vive, anciano y viudo según me dice mi cuñado Pedro, el profesor de Santiago. Se le puede preguntar si cree en Dios, si Cristo representa algo para él. Si combatió el cristianismo en Cuba o consintió que otros escritores cubanos y cristianos fueran castigados.

Neira vive del cuento, y nunca mejor dicho. Se agarra a una pensión que le consiguió un buen católico, don Manuel Fraga. No vuelve a Cuba. Vive bien en Galicia y se mete en asuntos de su más absoluta incompetencia.
¿No te parece curioso que un sacerdote desviado, ahora "escritor de éxito" se arrime a otro que lleva trazas de querer ser obispo hereje y hasta a un comunista ateo? Qué rara alianza entre "maestros de la pluma".
Esos son los valedores de tu ofensor, José Carlos. Y el infeliz (a fin de cuentas un malvado sin brillo de inteligencia) se cree que la Iglesia verdadera, la que está limpia, la que cultiva la fe en Cristo, no se sabe informar.
En fin, querido amigo, mis recuerdos a tus señores padres y a tu hermano. Cuidaos todos y orad. La oración es el medio más efectivo de cambiar el mundo a mejor. Eso es lo que más odian, porque lo saben, los ateos militantes y los que se atreven a jugar con los mitos y el folclore que son su única creencia.
Emérito
Postdata: me dice Carmiña que llamaste para que comentásemos lo de los exorcismos y otras supercherías. Salgo ahora para Montevideo y Buenos Aires. Mándame la documentación. Te escribiré desde el hotel.