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CABRA, 07/07/2009 (ABC / ACPress.net)
Durante 40 años, cerca de 6.000 personas, en su mayoría de raza gitana, se juntaban en torno a la figura de la Virgen de la Sierra. La Romería Nacional Gitana de Cabra contaba con un prestigio reconocido por las autoridades, que hasta la habían catalogado de interés turístico nacional. Pero la situación ha cambiado: poco más de 300 personas rindieron culto a la estatua de la Virgen este año, la mayoría payos. El crecimiento de la fe evangélica entre los gitanos locales ha causado el cambio.
El Ayuntamiento de Cabra, situado a unos 70 km de Córdoba, ha vivido en estos últimos años un crecimiento espectacular de la fe evangélica, sobre todo entre los gitanos. Francis Arjona, uno de los misioneros españoles que más ha trabajado en esta zona con la iglesia evangélica, recuerda que en el año 1978 se organizaba en la localidad «una campaña evangelística», con «pocos convertidos, pero los que hubo fueron de los buenos». Durante 30 años la obra siguió adelante «con mucho esfuerzo» entre los nuevos creyentes del pueblo. Arjona recuerda que en un viaje de misioneros brasileños se realizó una visita a la ermita de la Virgen. Allí algunos oraron por el lugar, para que el Evangelio arraigase en la zona más allá de lo folclórico de la romería, que en aquel entonces llevaba a miles de personas a la Romería. Arjona reconoce que, para él, era un sueño irrealizable en aquel momento. Sin embargo, el crecimiento de la iglesia evangélica en la región, sobre todo entre los gitanos, ha propiciado un descenso muy significativo en la participación de la Romería. El año pasado poco más de 300 personas acudieron, en su mayoría payos -hasta el punto de que la imagen fue trasladada únicamente por la cofradía de costaleros-, mientras que gitanos no llegaban al medio centenar, y prácticamente ningún joven entre ellos. Ni siquiera se llegó a celebrar el pregón tradicional el día anterior a la visita a la iamgen de la Virgen. Este creciente desinterés por la Romería -que paradójicamente fue homenajeada por el Instituto de Cultura Gitana y que este año contó con la participación de «La Susi», Carmen Calvo, Ana Montaño y el director de la Orquesta Sinfónica Gitana Europea, Paco Suárez,- tiene su causa principal en la progresiva atracción de esta etnia hacia la religión evangélica en detrimento de la católica. Una Romería que se extingue y que en otros tiempos contó con la presencia de grandes personalidades, entre ellos el mismísimo Camarón. Pero de seguir así, la Romería podría llegar a perder su catalogación de Interés Turístico. CRECIMIENTO ENTRE LOS JÓVENES La iglesia evangélica de Filadelfia es la «culpable» del cambio. Los jóvenes encuentran respuestas en la fe evangélica, expresada en unos cultos llenos de alegría, cánticos y oraciones. Ejemplo de lo que sucede es la familia de José Córdoba Reyes. Él, fundador de la Romería Gitana, que continúa celebrando la Romería en honor de la Virgen. Sin embargo, sus hijos son evangélicos e, incluso, una de sus hijas es la fundadora de la iglesia Nuevo Pacto, uno de los cuatro templos protestantes que han proliferado en la ciudad en los últimos años y que empiezan a llenar los bancos con la presencia de gitanos.
Fuente: ABC, ProtestanteDigital. Redacción: ACPress.net.
Durante 40 años, cerca de 6.000 personas, en su mayoría de raza gitana, se juntaban en torno a la figura de la Virgen de la Sierra. La Romería Nacional Gitana de Cabra contaba con un prestigio reconocido por las autoridades, que hasta la habían catalogado de interés turístico nacional. Pero la situación ha cambiado: poco más de 300 personas rindieron culto a la estatua de la Virgen este año, la mayoría payos. El crecimiento de la fe evangélica entre los gitanos locales ha causado el cambio.
El Ayuntamiento de Cabra, situado a unos 70 km de Córdoba, ha vivido en estos últimos años un crecimiento espectacular de la fe evangélica, sobre todo entre los gitanos. Francis Arjona, uno de los misioneros españoles que más ha trabajado en esta zona con la iglesia evangélica, recuerda que en el año 1978 se organizaba en la localidad «una campaña evangelística», con «pocos convertidos, pero los que hubo fueron de los buenos». Durante 30 años la obra siguió adelante «con mucho esfuerzo» entre los nuevos creyentes del pueblo. Arjona recuerda que en un viaje de misioneros brasileños se realizó una visita a la ermita de la Virgen. Allí algunos oraron por el lugar, para que el Evangelio arraigase en la zona más allá de lo folclórico de la romería, que en aquel entonces llevaba a miles de personas a la Romería. Arjona reconoce que, para él, era un sueño irrealizable en aquel momento. Sin embargo, el crecimiento de la iglesia evangélica en la región, sobre todo entre los gitanos, ha propiciado un descenso muy significativo en la participación de la Romería. El año pasado poco más de 300 personas acudieron, en su mayoría payos -hasta el punto de que la imagen fue trasladada únicamente por la cofradía de costaleros-, mientras que gitanos no llegaban al medio centenar, y prácticamente ningún joven entre ellos. Ni siquiera se llegó a celebrar el pregón tradicional el día anterior a la visita a la iamgen de la Virgen. Este creciente desinterés por la Romería -que paradójicamente fue homenajeada por el Instituto de Cultura Gitana y que este año contó con la participación de «La Susi», Carmen Calvo, Ana Montaño y el director de la Orquesta Sinfónica Gitana Europea, Paco Suárez,- tiene su causa principal en la progresiva atracción de esta etnia hacia la religión evangélica en detrimento de la católica. Una Romería que se extingue y que en otros tiempos contó con la presencia de grandes personalidades, entre ellos el mismísimo Camarón. Pero de seguir así, la Romería podría llegar a perder su catalogación de Interés Turístico. CRECIMIENTO ENTRE LOS JÓVENES La iglesia evangélica de Filadelfia es la «culpable» del cambio. Los jóvenes encuentran respuestas en la fe evangélica, expresada en unos cultos llenos de alegría, cánticos y oraciones. Ejemplo de lo que sucede es la familia de José Córdoba Reyes. Él, fundador de la Romería Gitana, que continúa celebrando la Romería en honor de la Virgen. Sin embargo, sus hijos son evangélicos e, incluso, una de sus hijas es la fundadora de la iglesia Nuevo Pacto, uno de los cuatro templos protestantes que han proliferado en la ciudad en los últimos años y que empiezan a llenar los bancos con la presencia de gitanos.
Fuente: ABC, ProtestanteDigital. Redacción: ACPress.net.
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