martes, 7 de julio de 2009

No basta con teorías


La suerte o la miseria de muchos millones de pobres está condicionada, en gran medida y seguramente más de lo que sospechamos, por la organización y funcionamiento que, de hecho y en concreto, tenga la iglesia.
La experiencia nos fue enseñando, hasta la saciedad, que sólo la doctrina social de la iglesia no cambio substancialmente el destino trágico de los pobres. Es más, me atrevo a decir que el engaño y la alucinación que muchos sufrieron en la iglesia, estuvo en pensar que con encíclicas y documentos sociales iba a mejorar la situación de los indigentes, los marginados y, en general, los injustamente tratados. Yo tengo la sospecha de que en eso hay algo que es típico de cierta mentalidad eclesiástica; hay un problema; se publica un documento doctrinal; y se piensa que el problema está solucionado.
Aún que la enseñanza doctrinal es y será siempre necesaria, sólo con doctrinas sociales no se cambia el destino de los pobres. Y la razón, me parece a mí, es bastante clara: la iglesia dice cosas excelentes sobre la solidariedad con los pobres; pero al mismo tiempo está organizada y funciona de tal manera que tolera y mantiene profundas relaciones con el poder y con el capital
La iglesia paso de ser perseguida por los poderes de este mundo a colaborar y hasta solidarizarse con tales poderes.
El 5 de noviembre de 1855 el papa Pió IX escribió una carta, a los obispos del imperio Austriaco en la que les mandaba que antes de elegir a los maestros de los seminarios diocesanos, se informaran, con suma diligencia si el emperador tenía algo contra tales maestros en asuntos políticos.
No hay que ser un lince para darse cuenta que, el papa, con está medida lo que buscaba abiertamente era que los sacerdotes se comportaran de acuerdo con los intereses del emperador
De este modo, el interés de la iglesia que pretendía tener el estado a su servicio, prevalecía sobre otros posibles intereses más estrictamente evangélicos

Fuente:
La alternativa cristiana. (Editorial Sígueme)
José María Castillo

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