Pedir, espera, hacer

Pedir, esperar, hacer...
En el libro de Habacuc leemos acerca de algunos aspectos de la Persona de nuestro Dios...
“¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar. Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores y callas cuando destruye el impío al más justo que él?...Sacará a todos con anzuelo, los recogerá con su red y los juntará en sus mallas...” (Habacuc 1:12-17)
Vemos que Dios es Eterno: “¿...no eres tú desde el principio...?"Vemos que Dios es Juez: “...para juicio lo pusiste...”Vemos que Dios es el Creador: “...y tú, oh Roca, lo fundaste para...”Vemos que Dios es Santo: “Muy limpio eres de ojos para ver el mal...”Vemos que Dios es Poderoso: “Sacará a todos...los recogerá con su red...”
Habacuc reconoce esto acerca de Dios y va más allá en sus dichos. Se queja... pero espera la respuesta, sin condicionamiento alguno, sabiendo en quién espera:
“Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja” (Habacuc 2:1)
Y por supuesto, Dios da la respuesta: Los hechos no ocurrirán inmediatamente, es cierto pero con la promesa le es suficiente, con la respuesta recibida le basta para continuar...
“Y Jehová me respondió, y dijo:...aunque la visión tardará aún por un tiempo...y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará...Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar...mas Jehová está en su santo templo...” (Habacuc 2:2-4,14,20)
Y una vez obtenida la respuesta, no importa cuál ésta sea, ¿sabe qué nos queda por hacer?
“Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer” (Habacuc 3:2)
Oí - Temí - Hice lo que debía hacer
¿Por qué?... Pues porque:
“...sus caminos son eternos” (Habacuc 3:6e)
“...los juramentos a las tribus fueron palabra segura” (Habacuc 3:9b)
“Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar” (Habacuc 3:19)
Recordemos: El Dios Todopoderoso, es el que está junto a nuestro corazón... sintiendo con nosotros y actuando en nosotros...

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