viernes, 18 de diciembre de 2009

Irlanda: Iglesia y Estado "ocultaron abusos"


BBC
La Iglesia Católica irlandesa, en connivencia con las autoridades, ocultó durante décadas los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes de la Arquidiócesis de Dublín, según reveló un informe presentado este jueves por el ministro irlandés de Justicia, Dermot Ahern.
En el texto se examinan las acusaciones presentadas por 320 personas contra 46 sacerdotes -11 de los cuales fueron condenados por abusos sexuales a menores- por hechos ocurridos entre 1975 y 2004.
También se analiza el manejo del escándalo por parte de los miembros de la jerarquía católica irlandesa, entre ellos cuatro arzobispos.
En el documento de 700 páginas, que fue publicado con una serie de cortes para no perjudicar presentes o futuros casos penales, se asegura que la Iglesia puso la reputación de la institución por encima del bienestar de los menores.
Además, señala que la jerarquía eclesiástica consideró más importante "evitar escándalos" que implicarían a personas de alto perfil, en vez de impedir que los abusadores repitieran sus crímenes.
Así, en lugar de informar de las denuncias de abusos a las autoridades, los sacerdotes implicados fueron transferidos de parroquia en parroquia.
"La preocupación de la Arquidiócesis de Dublín a la hora de manejar los casos de abusos sexuales a menores, al menos hasta medidos de los años ‘90, fue mantener la discresión, evitar los escándalos, y proteger la reputación y los bienes de la Iglesia", se asegura en el documento.
Disculpas

Cuatro arzobispos evitaron proporcionar información sobre los abusadores.
Tras la presentación del informe, el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, dijo sentirse avergonzado por las conclusiones del mismo y pidió disculpas a todas las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos.
"Ofrezco a cada uno de los superviviente mis disculpas, pena y vergüenza. El hecho de que los abusadores eran sacerdotes representa una afrenta para el sacerdocio. Ninguna palabra de disculpa será suficiente", agregó el arzobispo.
El informe asegura que la arquidiócesis que ahora encabeza Martin hizo todo lo posible para "evitar cualquier aplicación de la ley del Estado" en los casos de abusos.
También indica que cuatro arzobispos –John Charles McQuaid, quien falleció en 1973; Dermot Ryan, fallecido en 1984; Kevin McNamara, fallecido en 1987; y el cardenal Desmond Connell- evitaron proporcionar información sobre los abusadores.
Además, señala que las autoridades eclesiásticas que tuvieron conocimiento de las denuncias de abusos eran gente educada, que en algunos casos contaban con conocimientos de derecho canónico y civil, por lo que "resulta muy difícil aceptar" su supuesta ignorancia.
Las autoridades irlandesas también son criticadas duramente en el informe, especialmente la policía, por su relación de connivencia con la Iglesia.
También la policía

El ministro irlandés de justicia aseguró que se trata de "un escándalo de proporciones insospechadas".
En el documento se asegura que los altos mandos policiales consideraban que los sacerdotes estaban por encima de la ley y que algunos agentes "informaban a la diócesis sobre denuncias en lugar de investigarlas".
"Las autoridades del Estado facilitaron el encubrimiento al no cumplir con sus obligaciones y asegurar que la ley se aplicase a todos por igual, lo que permitió a las instituciones de la Iglesia mantenerse fuera del alcance del proceso legal normal".
El comisionado de la policía irlandesa Fachtna Murphy aseguró que fue difícil y perturbador leer de manera detallada los abusos cometidos y el fracaso por parte de la iglesia y del Estado a la hora de proteger a las víctimas.
"La comisión ha hallado que en algunos casos los individuos que buscaron asistencia no siempre recibieron el nivel de respuesta o protección que cualquier ciudadano en problemas debe esperar de la policía irlandesa", dijo Murphy.
El ministro irlandés de justicia, Dermot Ahern, cuyo departamento encargó el informe, aseguró que se trata de "un escándalo de proporciones insospechadas", en el que el "bienestar de los niños nunca se tuvo en cuenta".
El informe de este jueves se conoce seis meses después de la publicación del conocido como Informe Ryan, en el que se recogían los testimonios de unas 2.000 personas que afirman haber sufrido abusos sexuales mientras se encontraban al cuidado de instituciones católicas.
Esa investigación concluyó que los líderes de la Iglesia sabían que los abusos sexuales eran un problema "endémico" en las instituciones católicas para menores de edad.La Iglesia Católica irlandesa se enfrenta al pago de compensaciones a las víctimas de abusos sexuales por un monto que podría rondar los US$1.500 millones, cifra muy superior a los US$180 millones que la institución negoció con el gobierno irlandés en 2002




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