domingo, 19 de abril de 2009

Ten fe en la fidelidad de Dios



La fe comienza con una entrega total de uno mismo al cuidado de Dios – pero nuestra fe debe de ser activa, no pasiva

Debemos tener total confianza en que Dios puede y hará lo imposible. Jesús dijo, “Para Dios todo es posible” (Mateo 19:26). “Nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37). Para decirlo en una manera corta, “¡Dios es suficiente!”

El Señor estaba haciendo de Abram un hombre de fe, al ponerlo en una situación imposible. Él quería escuchar a su siervo decir, “Padre, tu me trajiste aquí, y tú conoces lo que es mejor. Así que voy a estar firme, y voy a creer que tú harás lo imposible. Pondré mi vida en tus manos, confiando totalmente que no permitirás que yo o mi familia pasemos hambre. Yo sé que nos cuidarás – ¡porque tú prometiste que yo tendría descendencia!”

Nuestra fe no es para sacarnos de una dificultad ni para cambiar una situación dolorosa. En lugar de eso, es para revelarnos la fidelidad de Dios en medio de nuestra situación grave. Dios a veces cambia nuestra situación difícil. Pero más a menudo no lo hace – ¡porque él quiere cambiarnos!

Nosotros simplemente no podemos confiar completamente en el poder de Dios hasta que lo experimentamos en medio de nuestra crisis. Ese fue el caso con los tres jóvenes Hebreos. Ellos vieron a Cristo sólo cuando estaban adentro del horno ardiente. Y Daniel experimentó el poder y la gracia de Dios cuando él fue arrojado en el foso de los leones. Si ellos hubiesen sido sacados de sus circunstancias, nunca hubiesen conocido la gracia completa del poder milagroso de Dios. Y Dios no hubiese sido exaltado ante los impíos.

Nosotros creemos que estamos siendo testigos de grandes milagros cuando Dios quita nuestras tormentas y crisis. Pero podemos fácilmente perdernos la lección de fe en esos tiempos – la lección que enseña que Dios permanece fiel a nosotros a través de nuestros tiempos difíciles. A través de la fe, él nos quiere elevar por encima de nuestras pruebas, para que podamos decir, “Mi Dios puede hacer lo imposible. Él es un liberador, y él verá que yo atraviese esto.”

Cuando Abram descendió a Egipto, él le estaba diciendo a Dios, en esencia, “Señor – yo me encargo ahora de las cosas desde aquí.” Él supuso que se había equivocado, que había escuchado la voz errada – y ahora él tenía que encargarse de arreglar las cosas. Aquí es donde Abram dejó la senda de la fe. Él reunió a su grupo y les dijo, “Yo no sé dónde me equivoqué, pero no podemos sobrevivir aquí. ¡Nos vamos a Egipto!”

La Buena noticia es, que nuestras fallas muy a menudo nos llevan a desarrollar una fe fuerte. Pero sin embargo, tendremos que afrontar las consecuencias que vienen cuando dejamos la senda de la fe y actuamos en la carne.
David Wilkerson

3 comentarios:

  1. Sabes que no estoy muy de acuerdo ,con "la carne o el espíritu..no me "gusta las separaciones ,pienso que conducen más a la equivocación que a la aclaració de nada
    La SENCILLEZ EN LA VIDA ....seria la forma más "sensata ,más rentable ...si me apuras ,hasta más cristiana ....hemos de vivir como "un todo que somos ,si cuidamos nuestro cuerpo ,nuestro espiritu ,lo notará ...no te digo ,si cuidamos nuestro espiritu ..el cuerpo ,aún lo notará más ....lo más de lo más :si conseguimos una perfecta armonia entre ambos .
    Un abrazo .Justi

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  2. Estoy de acuerdo con Justi,cuidando el cuerpo nuestro espiritu tambien lo cuidamos y siendo sencillos en la vida,que más quiere un cristiano.ser humilde= JESUS
    sencillo= JESUS
    limpio de corazón= JESUS. ya nos gustaría parecernos a EL.
    Un abrazo Maca

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  3. Estoy convencida que en los momentos difíciles de la vida, ya sean materiales o emocionales o mentales, es cuando más posibilidades tenemos de percibir la presencia de Dios... siempre que mantengamos la esperanza.

    Es cierto que el ser humano es un todo íntegro, único como individuo y conformado por tres 'esencias': cuerpo, mente y espíritu.

    Normalmente decimos que cuidamos el cuerpo con lo habitual, de la alimentación para la salud, ejercicios??, etc.. También se atiende mucho lo mental: que llamamos la 'educación' o instrucción, la del colegio, la lectura... etc.
    Pero, descuidamos mucho la otra esencia, la espiritual, o emocional, que es, en definitiva, la que nos da la verdadera identidad.
    Lo ideal es el equilibrio de las 'tres', pero noto que entre los cristianos, se desarrolla poco el cuidado integral de cuerpo, como lo hacen por ejemplo, los hindúes, con el yoga y la alimentación...

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