domingo, 5 de abril de 2009

Vivir hoy la resurrección

VIVIR HOY LA RESURRECCIÓN



Si nuestra esperanza en Cristo se limitara sólo a los límites de esta vida, seriamos los más desgraciados de todos los hombres. La profesión de fe en la resurrección es la respuesta a las apariciones; sólo ellas redujeron la ambigüedad del sepulcro vacío y dieron origen a la exclamación de los apóstoles: resucito verdaderamente. Los evangelios nos transmiten los siguientes datos: Las apariciones son descritas como presencia real y carnal de Jesús, come, camina con sus discípulos, se deja tocar, oír y hablar con ellos. Su presencia es tan real que puede ser confundido con un viandante, con un jardinero o con un pescador. En Jesucristo recibimos la respuesta definitiva de Dios de que no fue la muerte si no la vida, la última palabra que Dios pronuncio sobre el destino humano.
Nosotros experimentamos en el espíritu la resurrección de Jesús porque tanto el como su causa se nos presenta como realidades vivas y victoriosas. No se puede separar absolutamente la experiencia de los primeros discípulos de la nuestra, y, si eso es así, también en la historia será posible una experiencia semejante a la de los primeros discípulos. No podemos esperar que en la historia aparezcan apariciones del resucitado como las que narran los Evangelios, pero cuando reaccionamos con misericordia y amor, cuando tenemos la capacidad de dar la propia vida para dar vida a los otros, eso es vivir… Los cristianos de Corintio, por poner un ejemplo de los orígenes estaban convencidos de que vivían ya la plenitud porque si no fuera así vacía sería su predicación.
Y lo pensaban así porque vivían signos extraordinarios por todas partes: milagros, don de lenguas etc.; que parecían triunfar sobre la realidad de lo cotidiano. Los apóstoles comienzan a predicar sin miedo y con audacia, y parecen contentos aun en medio de las persecuciones alegres de tener sufrido algo por Jesús (hech. 5.41).
Los discípulos que se encontraron con el resucitado viven una nueva vida, con sentido y con gozo. No parecen estar “tristes”, están acosados pero no abandonados (2Cor 4,8) los discípulos notaron un cambio en sus vidas, pero no tan sólo porque en un primer momento pasan del miedo a la valentía, si no porque en el medio de los trabajos y de los esfuerzos que les sobrevinieron actúan con libertad y con gozo.
Los discípulos dan testimonio de que ellos también viven ya de algún modo la plenitud de la resurrección lo que hay de triunfo en la resurrección no quedo tan sólo en Jesús, si no que se desbordo y cambio la calidad de sus vidas. El error consiste en pensar que se vive más en el mundo de la resurrección cuanto menos se vive en el mundo histórico.

José Carlos Enríquez Díaz

11 comentarios:

  1. ESTIMADO SEÑOR,ESTAMOS BASTANTE DE ACUERDO EN CUANTO A LO EXPUESTO EN SU POST,NO ABSOLUTAMENTE COMO EN CIERTA FORMA ES LOGICO,PERO CREO SEGUIMOS LA MISMA SENDA AUNQUE NO DE FORMA IDENTICA PERO SI DE MANERA PARECIDA,JESUS,LA FE,LA IGLESIA Y OTRAS COSAS ASI NO SON JUSTIFICATIVO PARA NO HACER NADA Y SOLO ESPERAR EL MANA,NO LE PARECE?ESE LASTIMOSAMENTE ES EL CASO DE MUCHA GENTE,ATTE MARIA C(PERDON POR LAS MAYUSCULAS NO ME DI CUENTA Y YA ESCRIBI TODO)

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  3. Bueno ...me dejais sin vida ! tengo una primavera muy agitada ...entraré lo más posible
    Que tengas mucha suerte y tu ilusión siempre esté viva.
    Un abrazo enorme

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  4. Estimado Jose Carlos, me parece que se contradice, pues acaba concluyendo que no es incompatible el vivir historico con la resurrección, mientras que en todo el articulo dice más o menos que habría que ser angelitos.
    Me parece que el fallo está en que usted no se acaba de creer que Cristo vive realmente hoy y ahora, pero no en el cielo ni no se sabe dónde, sino en Usted y en mí, en las cosas de cada día. Esa es la maravilla de la gracia. Y sin nada extraordinario, en la vida de cada día. Lo de los Apostoles del siglo I no es nada excepcional, y eso sin visiones. Pero hay que ponerse las "gafas de ver", que es la fe y el Espíritu Santo

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  5. José Carlos
    Jesucristo es Liberación!!
    Y, no concuerdo contigo en que Jesucristo no se puede 'aparecer hoy', como lo hiciera con sus discípulos...
    Jesucristo tiene todo el poder y se presenta hoy a sus discípulos...
    El problema es ¿cuántos son realmente sus discípulos?... y aún considerando, la traición, la negación y el abandono en el momento de la crucifixión...
    Fuimos las 'mujeres' las que estuvimos al pie de la cruz, las primeras en gozar de su resurrección...
    Y la liberación, por ella (Resurrección), del dolor, de la falta de esperanza y de la falta de amor...
    Pero, aún así, los discípulos no nos creyeron...
    Independientemente, que nos creyeran o no, anunciamos cada día, la Resurrección en todo acto de amor, de justicia, de piedad...

    En cada 'palabra' de consuelo, de estímulo, de llamar a la coerencia, de recriminar a los que han errado el camino del amor y la lealtad... hay un ACTO DE RESURRECCIÓN

    Tu Blog es un acto 'de palabra' y no un esperar el maná del cielo... (como dice María C)

    Sigue en tu emprendimiento José Carlos, y no te dejes amilanar por críticas de los que no están autorizados moral y cristianamente a criticarte

    Un abrazo

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  6. Gracias Pinko: Espero que vengas con las baterías cargadas de las vacaciones para colaborar en el blog

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  7. Gracias Crispa
    También hablaremos sobre Jesús y las mujeres.
    Orestes está dispuesto a cruzar medio mundo para conocerte.
    Un abrazo muy grande.

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  8. Gracias Justi.
    Espero que escribas algo.
    El próximo post te toca a ti¡¡¡
    Un abrazo.
    José Carlos

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  10. Para Maricrispa:
    Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
    avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
    Quiero hacer contigo
    lo que la primavera hace con los cerezos.
    La primavera es como una fuerza de vida que se le mete por las venas y lleva la sabia hasta la punta de cada rama, con un recorrido elétrico hace estallar al cerezo, que tiene miedo de despedazarse, de cambiar. Pero tras este brote incontrolable ve en todos sus dedos flores hermosas.
    La primavera le hace el amor a los cerezos, con un amor infinito y transparente. Un amor que sabe que necesita el uno del otro, y que las flores y la primavera son vanas sin su mutua compañía.
    La primavera se puestra desnuda y frágil ante el cerezo y éste conmovido decide acabar con el invierno y mostrar sus flores, a sabiendas de que bastará un solo soplo de viento para llevarse cada petalo.
    Lo que la primavera le hace a los cerezos es un acto de amor.
    Espero que tengas un buen día.
    Un abrazo. José Carlos

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  11. Gracias José Carlos
    Por tus deseos, tus hermosas descripciones que hacen gozar de cada día... Recuerda que por aquí estamos en otoño, pero aún así, mi árbol sigue regalándome lluvia de pétalos...
    Aunque notablemente el sábado pasado, mi querida Asunción sufrió una lluvia de ceniza, los meteorólogos no se la explican...
    Yo intuyo que fue a consecuencia que no hicimos bien el miércoles de ceniza ni la cuaresma... y la gracia de Dios, ¿nos dio una segunda oportunidad de encenizarnos para la Semana Santa?...
    Veo que has hecho censuras... menudo asunto esto de moderar blogs...!!!

    Abrazos y que estés bien y disfrutes de un buen día.
    Hoy he puesto mi comentario sobre la liturgia del día lunes de Semana Santa... espero que lo aprecies...
    CRISPA

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