sábado, 25 de diciembre de 2010

Apoyos desde Mallorca por la tropelía de mi nulidad






Hoy me llega un interesante comentario a mi correo electrónico de una buena amiga de Mallorca mostrandome su solidaridad:


Asombroso. Un cura se lía con una mujer casada (adultera ella, adultero el). Como es natural, el esposo pone el grito en el cielo. La esposa le pide la anulación alegando “desequilibrio por celos injustificados de un cura”. La pareja adúltera consigue la anulación en tiempo récord, y se casa por lo civil. Y Torres Queiruga, amigo teólogo del cura adúltero, que debe saber mucho de teología, pero muy poco de moral y de ética, y memos de respeto por la dignidad del afectado, les celebra una misa de esponsales.

Mientras tanto, el cura sigue siendo cura. Y el Obispo, que tiene que estar al cabo de la calle de todo, lo nombra arcipreste.

¿Esto es una historia de ciencia ficción? Pues no, es una historia real ocurrida en la Iglesia Católica gallega.

(Luego le dan la culpa de las iglesias vacías a la sociedad de consumo y al relativismo. La ICAR está corrupta en las cumbres de poder y su podredumbre se extiende a los vivales que se aprovechan de ello. Nada que ver con la Iglesia de Cristo a la que podemos encontrar entre los servidores de los más necesitados. Llámese comunidad protestante o católica)

1 comentario:

  1. José Carlos,
    Lo comprendo y admiro tu afán de ponerlos al descubierto... (a los que adulteran el matrimonio y la fe en Cristo)

    Te quiero mucho

    Besos

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