lunes, 27 de diciembre de 2010

Victorino Pérez Prieto, Torres Queiruga et alii o con cierta Iglesia hemos topado

Hoy traigo a InfoCatólica un caso que podría considerarse particular, por lo privado, pero que denota la situación por la que pasa, en determinados sitios, la Iglesia católica y, sobre todo, la conexión de comportamientos francamente mejorables por parte de algunas personas que forman parte de la Esposa de Cristo.

Pastores de la Iglesia que se toman poco en serio determinadas situaciones (haciendo oídos sordos a lo que, luego, se demuestra cierto y verdad), tribunales eclesiásticos que, a lo mejor, no hacen del todo bien su trabajo, apariencias de vida poco recomendables, olvido del dicho que acierta al decir que la mujer del César no sólo tiene que ser honrada sino, también, parecerlo, relaciones más que peligrosas entre sacerdotes y teólogos extravagantes a la doctrina de la Iglesia católica, suspensiones “a divinis” lentas de reflejos que parecen nunca llegar, etc., etc. y etcétera.

Pero, lo mejor, es que vayamos al grano.

Recojo, en una entrevista realizada a José Carlos Enríquez lo que aquí ha pasado. Nada de la misma ha sido censurado ni retocado por el que esto escribe porque en las respuestas aparecen aspectos ante los que muchos tendrían que reflexionar largo y tendido y, a lo mejor, vestirse un traje de culpabilidad que pasa de ser presunta a ser vergonzosa, triste y nigérrima.



Eleuterio Fernández Guzmán/InfoCatólica: ¿En esencia, cuál es su caso?
José Carlos Enríquez: Conocí a Victorino Pérez Prieto cuando estaba en una parroquia de Ferrol y al principio pensé que era un buen sacerdote, así que le invité a mi casa y le dije que podía venir a comer cuando quisiera. Le presenté a mi esposa y enseguida hicieron buena amistad hasta el punto que comenzaron a trabajar juntos en las traducciones para la página de Partenia del obispo expulsado de Evreux Jacques Gaillot. Con las disculpas de que Victorino era su director espiritual los encuentros entre ellos dos cada vez eran más frecuentes, algunas veces mi esposa llegaba al domicilio conyugal a las 2 de la madrugada con la disculpa de que el email iba lento y no podían comunicarse con la página de Partenia. La situación cada día se hizo más insoportable hasta que mi mujer pidió la separación y luego la nulidad de matrimonio.

EFG/IC: ¿Qué es lo que más le molesta de su situación?
JCE: El corporativismo en el clero es lo que más me molesta. He colaborado en la Iglesia como catequista durante más de 12 años con el cura que celebró la boda, Xaquín Campo Freire, y luego me traicionó declarando que yo estaba totalmente desequilibrado, aún siendo conocedor de la situación de Victorino con mi mujer. A Victorino le propusieron pedir la dispensa, por lo tanto, si en algún momento la pidiera él podría casarse por la iglesia, sin embargo yo tendría que pedir permiso al obispo debido a que el tribunal eclesial me declaro desequilibrado psíquico y que estaba celoso de Victorino, cuando los hechos demostraron lo contrario. Espero que después de celebrar las misas en al Colegiata de La Coruña le suspendan A Divinis y no se quede sólo en una advertencia. El tiempo ha puesto las cosas en su sitio. Victorino dejó las parroquias el 31 de julio del 2006 y se caso con mi exmujer el 26 de agosto del mes siguiente. Desearía poder anular la nulidad que resulto ser un cambalache del tribunal eclesial de Mondoñedo Ferrol.

EFG/IC: ¿Cree que miembros de la Iglesia gallega han hecho oídos sordos?
JCE: He hablado con el obispo Gea Escolano y me escuchó, pero aun siendo conocedor de la situación de Victorino permitió que le nombraran arcipreste.
Más tarde pedí una entrevista con Sánchez Monge, me recibió, pero tampoco hizo nada, hasta que con las denuncias en los blogs de Luís Fernando y Francisco José de La Cigoña conseguimos que el actual obispo de Mondoñedo tomara la decisión de animar a Victorino a dejar las parroquias.

EFG/IC: ¿Cree que existen irregularidades en la actuación de Victorino Pérez y de Torres Queiruga?
JCE: Amigos y vecinos de Victorino me comentaron que Torres Queiruga había oficiado una misa para bendecir el matrimonio. Éste teólogo heterodoxo (por no llamarle herético) está obligado a reconocer que no se puede andar con juegos circenses mientras se detenta una postura destacada en la Iglesia, y a distanciarse de quien vive manifiestamente en pecado mortal.

Este señor debería saber creer todo lo que pertenece a la Religión católica. Que no lea tanto, ni escriba tantísimo. Y que crea.

EFG/IC: ¿Cómo se sentiría resarcido?
JCE: Después de hablar con Expertos en Derecho canónico me informaron de que aprecian errores de bulto en el proceso de Nulidad. Lo que más les sorprende es que el cura que celebró la boda fuera de testigo en mi contra después de haber colaborado con él en la catequesis durante muchos años. Así que agradecería se revisara todo el proceso de mi nulidad.

EFG/IC: ¿Ha perdonado o, también, hay algo que no puede perdonar?
JCE: Gracias a Dios he podido comprobar que hay muy buenos sacerdotes en la iglesia y algunos me han demostrado ser muy buenos amigos, por lo tanto, no juzgo a todos por el daño que me han hecho algunos sacerdotes que no son un testimonio dentro de la Iglesia.
Lo que más me cuesta aceptar es que ahora los miembros del tribunal eclesiástico sigan diciendo que yo estoy desequilibrado y Que Victorino y mi mujer se conocieron después de mi separación.


La falta de delicadeza del juez eclesial durante todo el proceso también me molesto mucho. Cuando declaré por primera vez me advirtió que tuviera mucho cuidado con las calumnias, que podían pasar de lo eclesial a lo civil.

Un sacerdote de mi confianza que estaba dispuesto a decir la verdad no le llamó para declarar. Pienso que su gran fallo fue en pensar que lo de Victorino podría ser un amor de verano propio de un adolescente y que se le pasaría con el tiempo, a mi me pondrían por desequilibrado y arreglado el asunto. El problema más serio de todo esto creo que es la falta de fe de algunos curas.

Lo que más me duele es que a Victorino le he invitado de buen corazón a mi casa y en ningún momento llegue a pensar que pudiera traicionarme, pero sé que Dios tiene un propósito en nuestras vidas y que nada sucede si el no quiere y a los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien.


EFG/IC: ¿Siente que su situación no es comprendida?
JCE: Por parte de los participantes en el tribunal eclesial me siento totalmente incomprendido, pienso que después de todo el tiempo transcurrido y de que los hechos confirman que yo tenía razón, todavía no son capaces de aceptar la tropelía que me han hecho. Gracias a todo esto ahora puedo decir como Job: “Yo te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos”. He dedicado muchas horas a leer la Palabra de Dios y eso ha supuesto para mí un auténtico bálsamo. He sentido muchas veces el consuelo de Dios en mi vida y he podido comprobar que nuestro Dios es un dios de vivos y no de muertos.

Por otra parte existe, digamos, una relación bastante cercana entre Victorino Pérez y Torres Queiruga. Así lo puse de manifiesto cuando fue el momento oportuno y la situación así parecía aconsejable. Muchos dirán que eso tiene poco que ver pero, en verdad, parece que sí tiene mucho que ver con determinadas situaciones.

Han sido, ya, muchos años de lucha por parte de José Carlos Enríquez y, a lo mejor, es el momento de dejar las cosas como están. Sin embargo no podemos, ni queremos, dejar de manifestar el más absoluto apoyo a quien ha sabido luchar contra una situación que le era difícil afrontar: apariencias que se cumplieron, tribunales esquivos cuando no contrarios al derecho, teólogos partidarios de comportamientos mundanos, etc.

Menos mal que aún queda el tribunal de Dios ante el cual nada podrán hacer ciertos espíritus desviados del camino que lleva a su definitivo reino. Entonces será, seguro, el llorar y el rechinar de dientes y, para otros, por ejemplo José Carlos, el día de la definitiva victoria de la verdad.

Es bien cierto que lo dejamos, a lo mejor, para muy tarde pero poco importa cuando el resto de existencia que nos quede, que le quede, sea la eternidad.

De todas formas, no puedo dejar de decir que el progresismo eclesial (Queiruga, Prieto et alii) y los pastores que, de una forma u otra, lo apoyan, puede llegar a ser ruin, impresentable y un absoluto desafuero.


Eleuterio Fernández Guzmán



http://infocatolica.com/blog/meradefensa.php

2 comentarios:

  1. Es curioso que gente con una fé conservadora, que parecen creer en una Santa Burocracia que es legítima intérprete y portavoz de la voluntad divina en la Tierra, hasta prácticamente sustituirla, y que hay que aceptar igual que un funcionario asume las circulares de su ministerio o consejería, no acepten los acuerdos de las instituciones eclesiásticas cuando les perjudican personalmente.

    Amigos, si considerais que Queiruga y Pérez Prieto deben asumir las instrucciones de la burocracia eclesiástica con automática obediencia ¿Por qué no predicais con el ejemplo? ¿Porqué os dedicais a orquestar campañas de presión contra obispos?

    Cualquiera que os lea pensaría que el obispo Gea Escolano es un peligroso reformista eclesiástico y un partidario de las posturas teológicas más aperturistas y atrevidas, cuando en realidad es un obispo conservador y extremadamente ortodoxo.

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  2. No tenemos derecho a juzgar a nadie!Todos somos hijos/as de Dios. No podemos quedarnos pegados/as a la letra, ella mata, el Espíritu vivifica.Normas, cánones y leyes, han sido escritas por seres humanos, la ley de Dios que es el Amor, no nos condena.
    El que este libre de pecado que tire la primera piedra!

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