martes, 14 de diciembre de 2010

No nosotros, sino Él


¡Cómo nos equivocamos cuando creemos tener en nosotros la verdad irrefutable! ¡Cuánto error produce buscar adeptos para lo que creemos por cualquier medio! ¡Cómo creer que podemos tener seguidores para nuestras ideologías!

Quizás nos preguntemos: "¿Qué, no debo tener discípulos en la fe?" Pues... Si y No...

Lo que debemos hacer es lo que dice Mateo 28:19-20...

•“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”
Los discípulos que debemos hacer son del Señor y lo que debemos enseñarles debe ser la Palabra de Dios.

No deberían ser nuestros seguidores, no deberíamos transmitirles nuestras ideas, creencias y enseñanzas, sino las de nuestro Dios.

Si dijéramos: “yo creo que...” erraríamos. Deberíamos decir: “la Palabra de Dios dice...”

¡Qué duro resulta leer 2 Pedro capítulo 2!

¡En cuánto error y condenación podemos caer si nos descuidamos!

•“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató... y mayormente aquellos que siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores... Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden...” (2 Pedro 2:1-2, 10,12)
¡Cuánto dolor podemos llevar sobre otros!

•“Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error. Les prometen libertad, y son ellos mismo esclavos de corrupción... Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero” (2 Pedro 2:18-20)

¿Cómo evitaremos que ocurra esto?

•“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones, entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:19-21)
Recurramos en todo momento y lugar a la Palabra de Dios. Atengámonos a ella, desechado fábulas, palabras infladas y herejías destructoras:

•“Escudriñad las Escrituras...” (Juan 5:39)
•“Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11)
•“Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo...” (1 Pedro 1:10-11)
Recordemos: No somos nosotros ni nuestras ideas... Es Dios el Señor y Su Palabra...
http://www.daresperanza.con.ar/

No hay comentarios:

Publicar un comentario