“El Tribunal Eclesiástico resolvió que yo tenía un problema psíquico y que estaba celoso de un cura”
PATRICIA HERMIDA FERROL
El Correo Gallego
El ferrolano José Carlos Enríquez se separó de su mujer en 1998. Según sus palabras, "estando todavía casada, ella inició una relación sentimental con un cura de la ciudad". A los 15 días de la separación, la mujer de José Carlos le pidió la nulidad. "Y el Tribunal Eclesiástico concedió la anulación del matrimonio en un año, resolviendo que yo tenía un problema psíquico", lamenta este ferrolano. Ahora pedirá al Tribunal de la Rota que revise el proceso, "ya que el clero de Ferrol cometió corporativismo y errores de bulto en su resolución".
¿Cómo se desarrolló el proceso de nulidad?
Cuando declaré por primera vez ante el Tribunal Eclesiástico, afirmé que mi mujer tenía una relación con el cura Victorino Pérez. El vicario judicial me advirtió: "Mucho cuidado, las calumnias pueden pasar de lo eclesial a lo civil". Le respondí que "la mujer del César no sólo tiene que ser honrada sino parecerlo". En mi segunda declaración, tuve que firmar un papel en el que se me acusaba de tener celos de un cura por mi desequilibrio. Como no volví a comparecer, me declararon en rebeldía. El Tribunal Eclesiástico resolvió que yo tenía "un problema de desequilibrio psíquico, que estaba celoso de un cura". Lo dijo el sacerdote que nos casó y al que ayudé en Catequesis.
¿Qué ocurrió después?
El cura se marchó de la parroquia el 31 de julio de 2006, tras numerosas críticas de los feligreses ante el Obispado de Mondoñedo. El 26 de agosto de ese año se casó por lo civil con mi ex-mujer. El tiempo me dio la razón, se confirmó lo sospechado. Amigos y vecinos del cura me contaron que el discutido teólogo Torres Queiruga había oficiado una misa para celebrar aquella boda civil.
¿Por qué denuncia esto después de tanto tiempo?
Ahora no me mueven los celos, he aceptado la situación pero denuncio el corporativismo del clero. Tras doce años de la nulidad, aún no me han pedido disculpas. Cuando mi mujer reclamó la nulidad, decidí visitar al obispo Gea Escolano. Me escuchó, pero a los 15 días dejó que nombraran arcipreste a aquel sacerdote. Quiero los autos del proceso, pero dicen que ha transcurrido el plazo. Aún así, pediré al Tribunal de Rota que revise la nulidad. Conmigo han contactado doctores en Derecho Canónico desde Roma: aprecian errores de bulto en el proceso. El Tribunal Eclesiástico no aceptó mis testigos, salvo un cura que me acusó de "inmaduro religioso por ir a cultos evangélicos".
¿Cómo valora la actuación del clero en este asunto?
El ferrolano José Carlos Enríquez se separó de su mujer en 1998. Según sus palabras, "estando todavía casada, ella inició una relación sentimental con un cura de la ciudad". A los 15 días de la separación, la mujer de José Carlos le pidió la nulidad. "Y el Tribunal Eclesiástico concedió la anulación del matrimonio en un año, resolviendo que yo tenía un problema psíquico", lamenta este ferrolano. Ahora pedirá al Tribunal de la Rota que revise el proceso, "ya que el clero de Ferrol cometió corporativismo y errores de bulto en su resolución".
¿Cómo se desarrolló el proceso de nulidad?
Cuando declaré por primera vez ante el Tribunal Eclesiástico, afirmé que mi mujer tenía una relación con el cura Victorino Pérez. El vicario judicial me advirtió: "Mucho cuidado, las calumnias pueden pasar de lo eclesial a lo civil". Le respondí que "la mujer del César no sólo tiene que ser honrada sino parecerlo". En mi segunda declaración, tuve que firmar un papel en el que se me acusaba de tener celos de un cura por mi desequilibrio. Como no volví a comparecer, me declararon en rebeldía. El Tribunal Eclesiástico resolvió que yo tenía "un problema de desequilibrio psíquico, que estaba celoso de un cura". Lo dijo el sacerdote que nos casó y al que ayudé en Catequesis.
¿Qué ocurrió después?
El cura se marchó de la parroquia el 31 de julio de 2006, tras numerosas críticas de los feligreses ante el Obispado de Mondoñedo. El 26 de agosto de ese año se casó por lo civil con mi ex-mujer. El tiempo me dio la razón, se confirmó lo sospechado. Amigos y vecinos del cura me contaron que el discutido teólogo Torres Queiruga había oficiado una misa para celebrar aquella boda civil.
¿Por qué denuncia esto después de tanto tiempo?
Ahora no me mueven los celos, he aceptado la situación pero denuncio el corporativismo del clero. Tras doce años de la nulidad, aún no me han pedido disculpas. Cuando mi mujer reclamó la nulidad, decidí visitar al obispo Gea Escolano. Me escuchó, pero a los 15 días dejó que nombraran arcipreste a aquel sacerdote. Quiero los autos del proceso, pero dicen que ha transcurrido el plazo. Aún así, pediré al Tribunal de Rota que revise la nulidad. Conmigo han contactado doctores en Derecho Canónico desde Roma: aprecian errores de bulto en el proceso. El Tribunal Eclesiástico no aceptó mis testigos, salvo un cura que me acusó de "inmaduro religioso por ir a cultos evangélicos".
¿Cómo valora la actuación del clero en este asunto?
Actuó con un corporativismo tremendo. Uno de los curas me dijo que con la nulidad yo ya podía casarme con otra. Pido que se dé marcha atrás, porque me acusaron de desequilibrado. El Obispado se niega a proporcionar información para recurrir la sentencia. He salido fortalecido a pesar del dolor, mantengo mi fe en Dios. Si la Iglesia Católica se aferra a sus doctrinas, se convertirá en una secta.
¿Qué opina del celibato?
No estoy en contra del celibato opcional. Pero en este caso, hemos visto la doble moral de la Iglesia. Aquel sacerdote se casó y después siguió dando misas. Y para la Iglesia eso fue mayor escándalo que todo lo que yo denuncié tras mi separación.
http://www.elcorreogallego.es/galicia/ecg/jose-carlos-enriquez-anularon-boda-mujer-casase-un-cura/idEdicion-2010-12-20/idNoticia-622403/
También se puede ver dicha noticia en el períodico GALICIA HOXE o en su correpondiente edicion digital:
ResponderEliminarhttp://www.galiciahoxe.com/portada/gh/jose-carlos-enriquez-anularon-boda-mujer-casase-un-cura/idEdicion-2010-12-20/idNoticia-622403/
José carlos no te preocupes a esa mujer no te la merecías!
ResponderEliminarPD.- Bonito bolsito el del sacerdote
Bueno, José Carlos, en tu caso 'recurrieron' al juicio de anulación; por estos lares tercermundistas, la cosa es mucho más arcaica y el cura se quita a la(s) esposa(s) y demás... sin darle intervención a la jerarquía judicial clerical a 'cometer' errores garrafales como el que nos relatas
ResponderEliminarO sea, todo queda consumado pero no legalizado, ¿se entiende?
El que tiene serios problemas mentales sería el cura Victorino, imagina que se pasó mintiendo descaradamente a su 'pareja' (tu esposa) y a toda la sociedad y ni qué hablar de la comunidad... joder hombre!!
Lo que concuerdo contigo es que la jerarquía le hacía la pierna en sus trapisondas,
...y anda a saber si traicionó a su opción sagrada, qué le espera a su esposa?! Supongo que ella debió desarrollar una suerte de callo del alma para tolerar tantas traiciones...
Ojala y encuentres la forma de solventar los gastos (o auspiciantes) que requeriría un juicio de desagravio público, con costas de reparación por tremendo daño
FUERZA AMIGO!!!
La Verdad es buena para la Navidad!... que lo pases muy bien!
Esa mujer no debe haber dormido tranquila en el 2010 y debe estar soñando que en 2011 sera distinto...ja...ja...adelante gallego, dale duro a los curas ateos y liberales.
ResponderEliminarLa Palabra del Señor dice que preferible no conocerlo que despues de conocerlo tomar Su nombre en falso.
Estos curas papales la gran mayoria son portadores falsos del nombre del Señor. Son humanistas disfrazados de teologos. Son dignos de ser vomitados por la ira del Creador.
Ánimo José Carlos desde RRoma te apoyamos
ResponderEliminarJosé mira me has de dejar ver el periodico porqué fui a la gasolinera de catabois y me dijo el chico que fueron una pila de señoras y que lo compraron todas que cuando fui yo me dejaron sin el que ya no había; si eso me haces una fotocopia y cuando nos veamos me lo pasas.
ResponderEliminarUn saludo de tu amigo
Andrés
Me alegro de que la noticia haya sido publicada en el Correo Gallego y en Galicia Hoxe. Victorino no es el único culpable. Si no hubiera una mafia clerical detrás no habría podido seguir adelante con su putiferio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una muy buena noticia.
ResponderEliminarPor fin has aprendido a defenderte.
La pena es que no te lo hayas comido
bien cocinado como en la película
"Tomates verdes fritos" que te recomiendo.
Claro que la carne de Cura no creo
que sepa a ternera gallega precisamente.