martes, 28 de diciembre de 2010

Correo enviado desde Roma de mi buen amigo Emérito




Correo enviado desde Roma a la bandeja de mi correo electrónico y publicado como comentario en infocatólica de mi buen amigo Emérito






Querido amigo José Carlos: siento comunicarte que, definitivamente, no iremos a Galicia para fin de año. Hemos celebrado la Navidad con nuestros hijos aquí en Roma, llenos de morriña por nuestra tierra gallega, pero las circunstancias son las que son y uno debe dar gracias a Dios porque no le falten ni la salud ni el trabajo.
El trabajo es lo que me obliga a interrumpir el sueño de recibir el Año Nuevo en Galicia, concretamente en Ortigueira como teníamos pensado. Otra vez será el encuentro con hermanos, cuñados y sobrinos.
Me tengo que marchar a Somalia, donde las cosas están como todos sabemos por los medios de comunicación, y como no sabemos pues de aquella realidad se oculta mucho. Ahora tenemos que descubrir hasta qué punto se nos esconden los datos de la hambruna y de la distribución de alimentos (en concreto, cuánto roban los señores de la guerra). Es misión de riesgo, pero me acompaña el "detente" de la fé y de la conciencia.
Los franceses dicen que el trabajo es la salud, y muchos ateos, que Dios es la conciencia.
Esto viene a cuento por el problema vital que te presiona, que te hace sufrir hasta límites inauditos. A veces imagino cómo sería tu vida si las personas que te la hacen amarga tuvieran un trabajo definido e intenso, una dedicación a la creación, a la producción o a la ayuda a los demás. También imagino que fuesen verdaderos cristianos y reconociesen que la concupiscencia y el engaño están fuera de los Evangelios.
Pero pensemos que no son cristianos (tal como hacen sospechar a los que queremos guiarnos por las enseñanzas de Jesús de Nazaret). Para ser morales y consecuentes bien les llegaba reconocer su ateísmo y actuar siguiendo los dictados de la conciencia y de la moral natural.
Quizá no acepten que hay vida tras la vida, ni Tribunal divino, ni Juicio Final. Pero debían aceptar que en la Tierra todos los humanos debemos procurar el bien y el "no quieras para tu prójimo lo que no quieras para ti".
Te engañaron, te difamaron, te presentaron ante un tribunal eclesiástico como una persona trastornada para conseguir la ruptura de un vínculo sagrado. Después armaron una vida en común de espaldas a la Iglesia de la que se declaran miembros.
¿Qué sentencia pueden esperar de cualquier juez humano si es que no creen en el Divino? Los humanos, si son ajenos a la religión, sentenciaran incoherencia y miseria moral. El Divino, inescrutable, ¿quién sabe lo que sentenciaría aparte de mostrar su misericordia por pecadores de tal guisa?
En fin, José Carlos, desde esta Roma celestial y terrenal (muy alterada en lo terrenal por la política), te mando un mensaje de paz y concordia; y una recomendación: no confundas el perdón con la justicia. Perdonar, sí. Dejar de hacer justicia, no. De la justicia sale el ejemplo para que los malos comportamientos no se repitan.
Sé magnánimo, pero justo.
Un gran abrazo.
Emérito
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1 comentario:

  1. sé que Dios tiene un propósito en nuestras vidas y que nada sucede si el no quiere y a los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien. (JCE)


    una recomendación: no confundas el perdón con la justicia. Perdonar, sí. Dejar de hacer justicia, no. De la justicia sale el ejemplo para que los malos comportamientos no se repitan. (Emérito)

    mi recomendación sería un poco diferente:
    Ya que está visto que aquí en la tierra poco o nada se hará en justicia sobre este caso, te convido a pedir conmigo a Dios su Justicia divina, esa que no tiene parangón, que no se excede, que es absolutamente perfecta.
    Confía, como yo, en que la Justicia de Dios, no es en el futuro incierto y lejano del juicio final...
    NO!, la Justicia de Dios actúa hoy y siempre...porque Dios es Dios de vivos...

    Golpea la puerta del Padre y no dudes un instante, que tendrás lo que solicitas...
    Y, así como nos has manifestado las injusticias a manos de los hombres, querría que nos manifiestes la Justicia a manos de Dios que hayas experimentado...
    Por de pronto yo ya veo varias... ¿las ves tú?

    Un abrazo y Felíz Año nuevo!

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