El Pais
El servicio de atención telefónica dirigido a informar y orientar a hombres sobre la igualdad que nació entre un ruido ensordecedor -tachado incluso del teléfono del maltratador, cosa que obviamente no era- ha muerto discretamente. La secretaría de Estado de Igualdad (incluida ahora en el Ministerio de Sanidad) clausuró el 900 21 00 21, gratuito, el miércoles tras poco más de un año en funcionamiento. Una portavoz de Igualdad explicó ayer que la desaparición del servicio, que ha costado 822.000 euros, obedece a "un criterio de austeridad". "Había que establecer prioridades. No es el primer ni el último recorte", declaró. Recalcó que se les seguirá atendiendo en el resto de servicios.
"Había que decidir prioridades. No es el primer ni el último recorte"
La Red de Hombres por la Igualdad lamenta el cierre de este servicio cuya creación no impulsó -"era una iniciativa aislada, falta de un proyecto estratégico que la orientara", afirma en una nota- pero en cuya gestación sí se implicó en vista de que era el único recurso dirigido específicamente a implicar a los hombres en la batalla por la igualdad de los sexos.
Bibiana Aído anunció la creación del teléfono en su primera comparecencia parlamentaria como ministra, en 2008. Dijo, en una sesión recordada porque denominó "miembras" a las diputadas, que serviría para que los hombres canalizaran su agresividad y no recurrieran a la violencia. Al día siguiente precisó que era una línea para "aclarar dudas", no para maltratadores.
El servicio empezó a funcionar año y medio después, en diciembre de 2009. "Queremos que sea una llamada a los hombres para que se sientan parte de la solución, no del problema", dijo entonces el delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente. Lorente destacó "la necesidad de implicar a los hombres en este desafío para avanzar en igualdad". Pero nunca se hizo una campaña de publicidad para darlo a conocer entre el público, aunque sí que estaba en la web de Igualdad.
La portavoz de Igualdad, degradado de ministerio a secretaría de Estado en la última crisis de Gobierno, precisó que no se publicitó masivamente el servicio por "los mismos criterios de austeridad, porque una campaña sale cara". Y recordó que este año se ha hecho la exitosa Saca la tarjeta roja al maltratador para promocionar el 016, el teléfono para maltratadas.
"El fracaso del teléfono para hombres ha sido una profecía autocumplida: al no publicitarlo se puede eliminar diciendo que es difícil justificar un servicio en el que cada llamada atendida cuesta más de 100 euros", sostiene la Red de Hombres por la Igualdad.
El servicio telefónico ha recibido en el año y 14 días que ha durado 6.515 llamadas, según Igualdad. La mayoría, asegura este grupo de hombres, eran de "hombres molestos con la Ley de Igualdad y con los derechos alcanzados por las mujeres, es decir, hombres resistentes al cambio que, a través del teléfono, recibían un mensaje claro que buscaba animarles a reflexionar y cambiar los modelos masculinos tradicionales".
Hombres por la Igualdad reprocha al Gobierno que se centre más en hablar de violencia machista que en impulsar unas políticas preventivas que impliquen también a los hombres. Sostiene este movimiento que es por un cálculo electoral y con la crisis económica como "excusa perfecta".
Encima, seguro que la mayoría de los que llamaron eran hombres que en su vida le habían puesto la mano encima a nadie (es decir, hombres normales de este país), deseosos de saber en nombre de que "igualdad" los habían echado de su casa sin la menor compensación simplemente porque su mujer se había liado con otro....
El servicio de atención telefónica dirigido a informar y orientar a hombres sobre la igualdad que nació entre un ruido ensordecedor -tachado incluso del teléfono del maltratador, cosa que obviamente no era- ha muerto discretamente. La secretaría de Estado de Igualdad (incluida ahora en el Ministerio de Sanidad) clausuró el 900 21 00 21, gratuito, el miércoles tras poco más de un año en funcionamiento. Una portavoz de Igualdad explicó ayer que la desaparición del servicio, que ha costado 822.000 euros, obedece a "un criterio de austeridad". "Había que establecer prioridades. No es el primer ni el último recorte", declaró. Recalcó que se les seguirá atendiendo en el resto de servicios.
"Había que decidir prioridades. No es el primer ni el último recorte"
La Red de Hombres por la Igualdad lamenta el cierre de este servicio cuya creación no impulsó -"era una iniciativa aislada, falta de un proyecto estratégico que la orientara", afirma en una nota- pero en cuya gestación sí se implicó en vista de que era el único recurso dirigido específicamente a implicar a los hombres en la batalla por la igualdad de los sexos.
Bibiana Aído anunció la creación del teléfono en su primera comparecencia parlamentaria como ministra, en 2008. Dijo, en una sesión recordada porque denominó "miembras" a las diputadas, que serviría para que los hombres canalizaran su agresividad y no recurrieran a la violencia. Al día siguiente precisó que era una línea para "aclarar dudas", no para maltratadores.
El servicio empezó a funcionar año y medio después, en diciembre de 2009. "Queremos que sea una llamada a los hombres para que se sientan parte de la solución, no del problema", dijo entonces el delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente. Lorente destacó "la necesidad de implicar a los hombres en este desafío para avanzar en igualdad". Pero nunca se hizo una campaña de publicidad para darlo a conocer entre el público, aunque sí que estaba en la web de Igualdad.
La portavoz de Igualdad, degradado de ministerio a secretaría de Estado en la última crisis de Gobierno, precisó que no se publicitó masivamente el servicio por "los mismos criterios de austeridad, porque una campaña sale cara". Y recordó que este año se ha hecho la exitosa Saca la tarjeta roja al maltratador para promocionar el 016, el teléfono para maltratadas.
"El fracaso del teléfono para hombres ha sido una profecía autocumplida: al no publicitarlo se puede eliminar diciendo que es difícil justificar un servicio en el que cada llamada atendida cuesta más de 100 euros", sostiene la Red de Hombres por la Igualdad.
El servicio telefónico ha recibido en el año y 14 días que ha durado 6.515 llamadas, según Igualdad. La mayoría, asegura este grupo de hombres, eran de "hombres molestos con la Ley de Igualdad y con los derechos alcanzados por las mujeres, es decir, hombres resistentes al cambio que, a través del teléfono, recibían un mensaje claro que buscaba animarles a reflexionar y cambiar los modelos masculinos tradicionales".
Hombres por la Igualdad reprocha al Gobierno que se centre más en hablar de violencia machista que en impulsar unas políticas preventivas que impliquen también a los hombres. Sostiene este movimiento que es por un cálculo electoral y con la crisis económica como "excusa perfecta".
Encima, seguro que la mayoría de los que llamaron eran hombres que en su vida le habían puesto la mano encima a nadie (es decir, hombres normales de este país), deseosos de saber en nombre de que "igualdad" los habían echado de su casa sin la menor compensación simplemente porque su mujer se había liado con otro....
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