Guadalupe de la Fuente es la presidenta de la asociación Abuelos Separados de sus Nietos
Ha tenido una felicitación especial.
-Y cada vez que la leo se me saltan las lágrimas. Yo soy la abuela Lupe, pero en casa de los otros abuelos le dicen a mi nieta que mi nombre es Guadalupe. Y mi nieta, que tiene 6 años, me ha escrito «Feliz Navidad, abuela guadaLUPE, te quiero mucho». Y para mí es como un milagro que con una niña a la que veo escasamente cuatro días al mes, en vacaciones y algunos días en Navidad y Semana Santa, pueda tener esta relación afectiva.
-¿Esta Nochebuena se sentará a su mesa?
-Gracias a Dios, sí, pero en mi corazón y mi cabeza estarán todos esos abuelos que no podrán tener a sus niños. Esta noche habrá muchas sillas vacías.
-Su nieta también faltó.
-Los tres primeros años, que fueron horrorosos, pero no solo faltó en Nochebuena, sino los otros 364 días del año. La espera fue dura hasta que todo salió a la luz, se ve que la niña adora a su familia paterna, aunque la vea poquito, que es feliz cuando está con sus abuelos y su padre, y que nos echa de menos.
-¿Cuál es su historia de desencuentros?
-La de dos adolescentes, cuando mi hijo la deja embarazada, que no llegan a convivir, los padres de ella son amigos y vecinos —seis metros separan nuestras casas, lo que hace todo más ridículo—, y llega el enfrentamiento cuando no cedemos ante unas obligaciones económicas que nos quieren imponer a los abuelos, cuando estas son solo del padre, y nosotros lo único que tenemos son obligaciones morales de ayudar a nuestro hijo, a nuestra nieta y a su madre. El problema se encona y desde que la niña tiene 14 meses hasta los 2 años no la volvemos a ver. Luego, denunció a mi hijo por maltrato y abusos, pero ni estuvo detenido, porque era pura invención y todo quedó en nada.
-¿La justicia persiguió las falsas denuncias?
-Jamás lo hace de oficio.
-Se habrán sentido indefensos.
-Cuando atacan a una mujer, políticos, asociaciones y ciudadanos condenamos con rotundidad, estamos moralmente de luto y vemos que algo falla porque no se la ha protegido. Tenemos una Ley de Violencia de Género que no debería existir porque ya hay un Código Penal que ampara a las víctimas, sean cuales fueren, y, sin embargo, el Gobierno es incapaz de proteger a la familia, a padres-madres, abuelos-abuelas e hijos y nietos, porque solo busca defender a un miembro: la madre. ¡Mire cuántos niños asesinados por sus progenitores! Las que luchamos por tener los mismos derechos que el hombre nos avergonzamos de cómo hoy se trata la igualdad, colocando a la mujer por encima e inclinando la justicia a su favor.
-Otras veces es el progenitor el que impide a sus propios padres ver al hijo.
-Por chantaje, extorsión, por castigo, por maldad... Ahí la mediación da muy buenos resultados, aunque cuando el problema está muy enconado solo queda la Justicia. Pero intentamos aliviar a los juzgados de esa saturación y hacer que impere el sentido común. A veces también hay que «regañar» a los abuelos.
-¿Y qué es para un abuelo no poder ver a su nieto?
-Estrés e impotencia. No entendemos que alguien pueda dictarlo. Lo único que importa es el interés del niño y su derecho a conocer a toda su familia, no solo a una parte; pero se le despoja de él impunemente.
-¿Su última trinchera?
-Hay una abuela que nos tiene a todos mal (...). A su hija la abandonó el marido en noviembre del año pasado, dejándola con una niña de 4 meses y otro de 4 años. La madre enfermó de depresión, los abuelos maternos se fueron a vivir con ella para ayudarla con los niños, pero unas semanas antes de la sentencia de divorcio se suicidó. Fue en abril. Entonces el padre se llevó a los niños y quiso que los abuelos no los vieran más. Tras un informe que los declara aptos, a pesar de que aún están de duelo, un juez ha dictado que solo los vean un fin de semana al mes, una semana en vacaciones y tres días en Semana Santa y Navidad. Y eso es una salvajada. ¿Qué relación de cariño se puede forjar así? Esta Nochebuena esta abuela estará sin su hija y sin sus nietos. Más sillas vacías.
La fuerza del sentido común
De la Fuente (Madrid, 1959), madre de dos hijos de 26 y 23 años, dirige desde hace veinte su empresa de eventos Interglobo, donde ha volcado su sabiduría financiera; su corazón y su tiempo lo entrega a la Asociación Abuelos separados de sus nietos (abuelosseparadosdesusnietos.org o 698314435), «porque cuando tras años de juicios vi a mi nieta me dije “esto no se puede permitir, no se puede dejar indefensos a los niños”, y fundé junto con un grupo de abuelos una asociación para protegerlos». ¿Su deseo para 2011? «Como siempre, sentido común para que venza el interés del niño, salud para todos y un poco de prosperidad».
-¿Esta Nochebuena se sentará a su mesa?
-Gracias a Dios, sí, pero en mi corazón y mi cabeza estarán todos esos abuelos que no podrán tener a sus niños. Esta noche habrá muchas sillas vacías.
-Su nieta también faltó.
-Los tres primeros años, que fueron horrorosos, pero no solo faltó en Nochebuena, sino los otros 364 días del año. La espera fue dura hasta que todo salió a la luz, se ve que la niña adora a su familia paterna, aunque la vea poquito, que es feliz cuando está con sus abuelos y su padre, y que nos echa de menos.
-¿Cuál es su historia de desencuentros?
-La de dos adolescentes, cuando mi hijo la deja embarazada, que no llegan a convivir, los padres de ella son amigos y vecinos —seis metros separan nuestras casas, lo que hace todo más ridículo—, y llega el enfrentamiento cuando no cedemos ante unas obligaciones económicas que nos quieren imponer a los abuelos, cuando estas son solo del padre, y nosotros lo único que tenemos son obligaciones morales de ayudar a nuestro hijo, a nuestra nieta y a su madre. El problema se encona y desde que la niña tiene 14 meses hasta los 2 años no la volvemos a ver. Luego, denunció a mi hijo por maltrato y abusos, pero ni estuvo detenido, porque era pura invención y todo quedó en nada.
-¿La justicia persiguió las falsas denuncias?
-Jamás lo hace de oficio.
-Se habrán sentido indefensos.
-Cuando atacan a una mujer, políticos, asociaciones y ciudadanos condenamos con rotundidad, estamos moralmente de luto y vemos que algo falla porque no se la ha protegido. Tenemos una Ley de Violencia de Género que no debería existir porque ya hay un Código Penal que ampara a las víctimas, sean cuales fueren, y, sin embargo, el Gobierno es incapaz de proteger a la familia, a padres-madres, abuelos-abuelas e hijos y nietos, porque solo busca defender a un miembro: la madre. ¡Mire cuántos niños asesinados por sus progenitores! Las que luchamos por tener los mismos derechos que el hombre nos avergonzamos de cómo hoy se trata la igualdad, colocando a la mujer por encima e inclinando la justicia a su favor.
-Otras veces es el progenitor el que impide a sus propios padres ver al hijo.
-Por chantaje, extorsión, por castigo, por maldad... Ahí la mediación da muy buenos resultados, aunque cuando el problema está muy enconado solo queda la Justicia. Pero intentamos aliviar a los juzgados de esa saturación y hacer que impere el sentido común. A veces también hay que «regañar» a los abuelos.
-¿Y qué es para un abuelo no poder ver a su nieto?
-Estrés e impotencia. No entendemos que alguien pueda dictarlo. Lo único que importa es el interés del niño y su derecho a conocer a toda su familia, no solo a una parte; pero se le despoja de él impunemente.
-¿Su última trinchera?
-Hay una abuela que nos tiene a todos mal (...). A su hija la abandonó el marido en noviembre del año pasado, dejándola con una niña de 4 meses y otro de 4 años. La madre enfermó de depresión, los abuelos maternos se fueron a vivir con ella para ayudarla con los niños, pero unas semanas antes de la sentencia de divorcio se suicidó. Fue en abril. Entonces el padre se llevó a los niños y quiso que los abuelos no los vieran más. Tras un informe que los declara aptos, a pesar de que aún están de duelo, un juez ha dictado que solo los vean un fin de semana al mes, una semana en vacaciones y tres días en Semana Santa y Navidad. Y eso es una salvajada. ¿Qué relación de cariño se puede forjar así? Esta Nochebuena esta abuela estará sin su hija y sin sus nietos. Más sillas vacías.
La fuerza del sentido común
De la Fuente (Madrid, 1959), madre de dos hijos de 26 y 23 años, dirige desde hace veinte su empresa de eventos Interglobo, donde ha volcado su sabiduría financiera; su corazón y su tiempo lo entrega a la Asociación Abuelos separados de sus nietos (abuelosseparadosdesusnietos.org o 698314435), «porque cuando tras años de juicios vi a mi nieta me dije “esto no se puede permitir, no se puede dejar indefensos a los niños”, y fundé junto con un grupo de abuelos una asociación para protegerlos». ¿Su deseo para 2011? «Como siempre, sentido común para que venza el interés del niño, salud para todos y un poco de prosperidad».
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