Jesús de Nazaret es el consuelo de mi soledad el que en los momentos de angustia y dificultades llena el vacío de mi corazón.
Jesús es el Dios todopoderoso que me da seguridad en la tribulación y que habrá de hacer por mí lo que yo mismo no seré capaz de hacer. Pero sobre todo es la esperanza de poder echar mano de la vida eterna, para mi Jesús crucificado es la increíble revelación del Dios verdadero.
La resurrección de Cristo es capital, pero no porque constituya una prueba decisiva o un milagro clamoroso como un argumento apologético. La resurrección de Cristo es importante porque nos concierne a todos, nos afecta personalmente a cada uno de nosotros.
La resurrección de Cristo, promesa de resurrección para todo hombre que viene a este mundo, es capital porque significa que Cristo entra en su gloria a la cabeza de la humanidad entera.
Del mismo modo que en Adán mueren todos, así todos vivirán en Cristo. (1Cor.15:22,23).
Para mi lo importante no es que Cristo haya resucitado sino que está vivo.
Los niños tienden a imitar todo ejemplo que se les da, pero de preferencia y en primera instancia imitarán los malos ejemplos y con suerte los buenos... Como decía Jesús: es imposible no dar malos ejemplos, pero hacer que otros caigan en nuestros malos ejemplos, especialmente los más inocentes o 'pequeñitos', esos merecen ser arrojados al mar con una piedra de molino al cuello...
Deberíamos entonces, ser concientes de los malos ejemplos de conducta que damos, y advertirles a nuestros hijos, que no podemos controlarnos y que sería conveniente que ellos no cayeran en nuestros malos ejemplos...
Los niños aprenden actitudes, no monsergas. Esto debería verlo todo el mundo. Gracias.
ResponderEliminarAlberto
Los niños tienden a imitar todo ejemplo que se les da, pero de preferencia y en primera instancia imitarán los malos ejemplos y con suerte los buenos...
ResponderEliminarComo decía Jesús: es imposible no dar malos ejemplos, pero hacer que otros caigan en nuestros malos ejemplos, especialmente los más inocentes o 'pequeñitos', esos merecen ser arrojados al mar con una piedra de molino al cuello...
Deberíamos entonces, ser concientes de los malos ejemplos de conducta que damos, y advertirles a nuestros hijos, que no podemos controlarnos y que sería conveniente que ellos no cayeran en nuestros malos ejemplos...
abrazos
MARCRISPA
Muy buen material,felicitaciones.Saludos
ResponderEliminarGracias a Todos por las aportaciones
ResponderEliminarJosé Carlos