lunes, 8 de junio de 2009

Sindrome del emperador


MADRID, (Colpisa/ACPress.net)


Algunos especialistas lo han denominado como el ‘síndrome del emperador’. Aluden a los niños y adolescentes que maltratan, pegan, roban o vejan a sus progenitores o a sus abuelos, un fenómeno que aumenta progresivamente año tras año. En 2007 se registraron en España cerca de 8.000 denuncias de padres contra sus hijos de 14 a 18 años. En 2006, las denuncias ascendieron a 7.300 y en 2005 a 6.700.


Javier Urra, psicólogo de la Fiscalía de Menores de Madrid, ex Defensor del Menor de esta comunidad autónoma y autor del libro ‘El pequeño dictador. Cuando los padres son las víctimas’, se muestra seguro de que este perfil de muchachos, que generalmente tienen a sus madres como víctimas directas de las agresiones, ejercerán la violencia de género con sus parejas cuando sean adultos.

Subraya que los menores déspotas no son una consecuencia de problemas cromosómicos ni genéticos, ni padecen una enfermedad mental. Son chicos sanos, lo que ocurre es que nadie les ha enseñado a esforzarse y a tener empatía. No se ha sabido educarles.

Su tesis reside en que la mayoría de los padres han sabido educar correctamente a sus hijos. Pero un sector nada desdeñable ha educado mal a una generación de niños cuando tenían cuatro o seis años y ahora esa ola llega como un ‘tsunami’ de niños o adolescentes tiranos.

LÍMITES
Cada vez se presentan más casos de adolescentes que no presentan sentimiento de culpa por sus actitudes negativas. El germen, señala el especialista, reside en la infancia, cuando hay que comenzar a poner ‘límites’. La disciplina, la autoridad y las sanciones son parte de la educación. Lo primero que hay que hacer con un hijo es quererle, dialogar, pero no negociar.

Alude el experto, que en esta sociedad se ha extendido la especie de que hay que dar muchas cosas a los niños, lo que es un error porque el niño piensa que el mundo gira a su alrededor, primero yo y después yo. Con cuatro años puede ya estar convertido en un pequeño tirano. Lo que hace falta es poner normas y decir ‘hasta aquí hemos llegado’.

Claro que, en caso contrario, a los 10, 12 ó 14 años después las consecuencias pueden derivar en un adolescente violento. Urra sostiene que la educación de los padres es la fundamental. La permisividad conduce a que muchos padres digan que no pueden con sus hijos de ocho años o que algunos les tengan miedo cuando son un poco mayores.

UN HÁBITO
¿Y estos menores tienen sentimiento de culpa? Para ellos es un hábito. Saben mentalmente que está mal lo que han hecho, pero no lo sienten así, porque siempre han hecho lo que han querido y no entienden que su madre no se doblegue. “Hay chicos –agrega— a los que el juez dice: ‘te voy a privar de libertad’, y le contestan retándoles: ‘porque lo digas tú’”.

Arguye, además, que los padres no deben volcarse solo en sus hijos, “sino en ser felices con su pareja y a título individual”. Eso sí, ser “constantes y coherentes todos los días” en la educación de sus hijos desde muy pequeños. “Hay que tener criterio. Lo que hay que tener es la capacidad de sancionar con inmediatez y que se cumpla. Si a los tres años tiene que recoger sus juguetes, lo tiene que hacer, y punto”.

Mantiene este experto que los chicos que son conflictivos en el hogar “pueden serlo fuera, pero no necesariamente”. “Hay chicos que parecen muy majos y tienen en casa a una auténtica esclava, que es su madre”. La mayoría de los adolescentes agresores son varones, “aunque también hay chicas”.

EDUCACIÓN ANTE TODO
Es la mayor tragedia que puede existir para unos padres: sentirse vejados o ridiculizados por sus hijos. Hay madres que me han dicho: ‘Sé que mi hijo me va a matar’. “Estos menores no son de psiquiátrico, porque no nacen conflictivos, lo que ocurre es que no hemos sabido educarlos”.

Los perfiles de estos muchachos suelen surgir de hogares donde la figura del padre “está desaparecida” o donde al niño que nace se le considera “el rey, el hombrecito de la casa”. También surge por “separaciones mal llevadas, donde uno de los cónyuges malmete a su hijo contra el ex”. A ello se une que vivimos en una “sociedad hedonista, permisiva”. Y es que hoy en día “no es ya tan fácil ser padres”.


Fuente: Colpisa. Redacción: ACPress.net

4 comentarios:

  1. Estos niños son el resultado de varios factores ...digamos que principalmente en la familia ,pero no solo la familia influye en la conducta ...pensemos en los medios de comunicación ,los colegios ...todo absolutamente influye en el niño ...los padres ..enseñarle a encauzar toda la información que recibe desde que naca práticamente ...nunca ha sido facil ser padres..ni lo será nunca
    Un abrazo Arcoiris

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  2. Miren, creo que esto de la reacción-agresión de los hijos contra los padres es tan, pero tan viejo... que por eso ya se incluyó en los mandamientos de la Ley de Dios.
    Concuerdo que hoy día los chicos están muy estimulados en la agresividad y poco acostumbrados a desarrollar las propias contenciones.
    Como Arcoiris, estoy convencida que el problema no se le debe atribuir sólo a los progenitores del adolescente violento o del niño o niña 'emperador', es el conjunto de valores, de prácticas, de costumbres, de ejemplos de adentro como de fuera, el que influye en la conducta agresiva, y se ve más en los adolescentes, pues como lo dice la palabra: adolecen de las herramientas de conducta, de apreciación, de control de sí mismos... adolecen de madurez.
    Si bien en muchas partes del AT se recomienda la reprimenda y el castigo al hijo 'impío' también se recomienda a los padres no atosigar a los hijos con críticas y sanciones innecesarias.
    Es muy común criticar las películas de violencia que ven o la violencia que 'consumen', pero ¿se les dan opciones para elegir?

    Un abrazo
    Crispa

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  3. En la actualidad se han invertido las cosas,el niño desde que nace necesita limites,antes estos eran extremos y frecuentemente pasaban por el castigo corporal,hoy el niño tiene derecho a todo.
    Es dificil ser padres pero si desde el vamos no les ponemos limites enseñandoles al mismo tiempo el valor del esfuerzo personal,gratificando sus logros y castigando sus errores vamos mal,esto deberia ocurrir en un ambiente de dialogo y entendimiento con amor pero con firmeza.
    Es verdad hay muchos mas factores que influyen en los niños pero justamente es la familia,los padres quienes deben poner las cosas en su lugar y sobre todo darle su justo valor a cada cosa;tambien es verdad que los adolescentes adolecen de madurez el drama mayor es cuando los padres adolecen de lo mismo,pero la conducta violenta del adolescente ya fue sembrada en su niñez,solo se manifiesta en la adolescencia.Saludos

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  4. no estoy de acuerdo con este señor. Creo que detras de el sindrome del emperador tiene que haber algo más que la educación. YO TENGO DOS HIJAS GEMELAS Y UNA DE ELLAS LO TIENE, ¿por qué solo una si están las dos educadas con los mismos valores y límites? las dos tuvieron las mismas normas, el mismo cariño y la misma educación....

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