El Vaticano es el estado más rico per capita por habitante.

En un planeta que se muere de sed y de hambre, de enfermedades, de falta de educación, de guerras, de inflacción, de intereses bancarios, !el Vaticano, tiene su propio banco! como colofón a su descarado interés en la humanidad tal vez? Cómo puede el Papa predicar amor desde su púlpito de oro y brillantes? Bien vestido y bien comido, és fácil ir de viaje a Guatemala, a Perú, a Brasil donde la delincuencia empieza a los 4 anos. o a Africa, donde mueren a diario miles de criaturas por falta de sanidad y alimentación, o a la India donde alrededor de 1100 millones de personas, una cuarta parte de la población mundial, habitan, viven, o más bien sobreviven por debajo de la tasa de una renta per cápita de las más bajas. Siendo la densidad de población de 305 personas por kilómetro cuadrado y es siete veces superior a la media mundial. La ciudad del Vaticano es minúscula pero constituye un estado de Derecho. Con 0,439 km² y una población de aproximadamente!!!900 habitantes!!! resulta el Estado soberano menos extenso y menos poblado del mundo. El Estado más rico del mundo, es el sucesor de Dios!

Sólo citar que la persona del Papa, tiene en su posesión todos estos títulos:
Obispo de Roma,
Vicario de Cristo,
Sucesor del Príncipe de los Apóstoles,
Príncipe de los Obispos,
Pontífice Supremo de la Iglesia Universal,
Primado de Italia,
Arzobispo y Metropolitano de la Provincia Romana,
Siervo de los Siervos de Dios, Servus Servorum Dei.
Padre de los reyes.
Pastor del Rebaño de Cristo.
Cristo y sus discípulos vivieron en la pobreza. Cristo dijo a sus seguidores que no hicieran tesoro en esta tierra sino en el cielo. La Iglesia Católica Romana ha desobedecido ese mandamiento y ha acumulado una plétora de riquezas que no tiene comparación, de la cual "el Pontífice Romano es el supremo administrador y mayordomo..." (James Coriden, Thomas Green, Donald Heintschel, The Code of Canon Law (Paulist Press, 1985), Canon 1273). No hay ninguna iglesia, ni ciudad que sea una entidad espiritual, ninguna institución religiosa pasada o presente que pudiera aunque sea acercarse a poseer la riqueza de la Iglesia Católica Romana.