jueves, 25 de noviembre de 2010

Dos Amigos


Uno se llamaba Cuando

y el otro nombrado Quiero;

más que vecinos

eran insepultos amigos bisiestos

sufriendo variaciones humanas

pero insenescentes guerreros



¡Buenos días, Quiero!

haceros saber que para el almaje

de esta enjuta vida

hay relinchos y cueros;

¿Cuándo, piensas cesar?

en insipiencia y deslustre

antipocando vuestra jerga

con antípodas contrapropuestas



Quiero, ser antipoeta

aunque me tildéis de babieca,

pusilánime en complejos

o papa-moscas sin piernas



Quiero que ceses

vuestro deceso dantesco

dedocrático deforestado

y deísta deicida,

Cuando has colmado de antiscio

tu tabarra caprichosa

y vilipendiosa querella





Quiero, en ti amicísimo bueno

concordar tierra y fuego,

Cuando agua y viento

asuman intrínseco parentesco

de océano, lago y riachuelo:

entonces vida sea lumbre,

castaña en vuestro pecho

y luz que ignita lo eterno.




Alejandro Roque Gonzalez, 2010.


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