Pablo dijo: “Porque en él vivimos, nos movemos y somos” (Hechos 17:28). Hombres y mujeres de Dios viven dentro de este muy pequeño círculo; sus vidas, cada movimiento, toda su existencia está envuelta sólo en lo que le interesa a Cristo. Para conocer nada más que a Cristo, debe de haber un fluir continuo de revelación de el Espíritu Santo. Si el Espíritu Santo conoce la mente de Dios, si él sondea las cosas escondidas y profundas del Padre, y si él tiene que ser unafuente de agua viva que salta, entonces esa fuente de agua fluyente debe de ser una continua revelación de Cristo que nunca acaba. Esto le espera a cada siervo del Señor que esté dispuesto a esperar en el Señor – calladamente, creyendo en fe, confiando en que el Espíritu Santomanifestará la mente de Dios.
Hoy día necesitamos la palabra infalible de Dios – una verdadera y viva revelación. Samuel tenía esa clase de palabra de Dios, y todo Israel lo sabía. Cuando Samuel hablaba, de todas las voces en la región, la de él se cumplía y ninguna palabra cayó al suelo.
Hoy día multitudes están tratando de filtrar entre todas las voces para escuchar la palabra clara de Dios. Los santos de Dios están fatigados por el aluvión de voces, donde sólo encuentran unos cuantos granos de la verdad. ¡Solamente Cristo es la luz! Todo el mundo se encuentra en tinieblas, y sólo la luz dispersa esas tinieblas. Puede que usted se encuentre en un lugar oscuro ahora mismo. Pedro dijo, “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro” (2 Pedro 1:19). Pablo dijo, “PorqueDios, que mandó que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Corintios 4:6).
Juan dijo, "su reino [de Satanás] se cubrió de tinieblas. La gente se mordía la lengua por causa del dolor” (Apocalipsis 16:10) Las buenas obras suyas no disiparán esas tinieblas, y nuestras prédicas sobre temas sociales no la cortarán tampoco. Todas sus experiencias personales no lo lograrán. Y voy a ir un paso más allá – aun cuando usted declare atar los poderes de las tinieblas, eso no funcionará a no ser que la luz de Cristo esté alumbrando. ¡Todas las tinieblas se desvanecen en la luz de la gloria de Dios reflejada en el rostro de Jesucristo! Estudiemos solamente a Cristo en el lugar secreto. Servimos al mismo Dios y somos enseñados por el mismo Espíritu Santo como todos los otros que han conocido a Cristo en su plenitud.
Hoy día necesitamos la palabra infalible de Dios – una verdadera y viva revelación. Samuel tenía esa clase de palabra de Dios, y todo Israel lo sabía. Cuando Samuel hablaba, de todas las voces en la región, la de él se cumplía y ninguna palabra cayó al suelo.
Hoy día multitudes están tratando de filtrar entre todas las voces para escuchar la palabra clara de Dios. Los santos de Dios están fatigados por el aluvión de voces, donde sólo encuentran unos cuantos granos de la verdad. ¡Solamente Cristo es la luz! Todo el mundo se encuentra en tinieblas, y sólo la luz dispersa esas tinieblas. Puede que usted se encuentre en un lugar oscuro ahora mismo. Pedro dijo, “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro” (2 Pedro 1:19). Pablo dijo, “PorqueDios, que mandó que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Corintios 4:6).
Juan dijo, "su reino [de Satanás] se cubrió de tinieblas. La gente se mordía la lengua por causa del dolor” (Apocalipsis 16:10) Las buenas obras suyas no disiparán esas tinieblas, y nuestras prédicas sobre temas sociales no la cortarán tampoco. Todas sus experiencias personales no lo lograrán. Y voy a ir un paso más allá – aun cuando usted declare atar los poderes de las tinieblas, eso no funcionará a no ser que la luz de Cristo esté alumbrando. ¡Todas las tinieblas se desvanecen en la luz de la gloria de Dios reflejada en el rostro de Jesucristo! Estudiemos solamente a Cristo en el lugar secreto. Servimos al mismo Dios y somos enseñados por el mismo Espíritu Santo como todos los otros que han conocido a Cristo en su plenitud.
David Wilkerson
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