miércoles, 10 de noviembre de 2010

Las falsas doctrinas de Andres Torres Queiruga


Por falsas doctrinas nos referimos a filosofías y pensamientos nacidos de sabiduría humana que se han infiltrado en la Iglesia y que son contrarias a la doctrina bíblica.
Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina (1Ti 1:3)
Aquí vemos una instrucción de Pablo a Timoteo para que “mandara” y diera orden a algunos de no enseñar contrario a las enseñanzas de Jesús. La iglesia primitiva debía combatir doctrinas diferentes. El mandato de Jesús era enseñar lo que él enseñó (”enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…” Mat 28:20).
Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas (1Ti 6:3-4)
Una señal de los falsos maestros es que están envanecidos. Cuando el texto dice delira, en el original implica “enfermo de la mente, que tiene pensamientos errados”. En otras palabras, no están bien de la cabeza.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (2Ti 2:15 )
“Que usa bien“: usa: en el griego es “trazar bien, rectamente, trazar una línea rectamente”; entiéndase trazar correctamente las escrituras, no torcerlas.
Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. (2Ti 2:16)
Son doctrinas que parecen correctas pero en realidad conducen a más y más impiedad, a no buscar verdaderamente a Dios.
Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos. (2Ti 2:17-18)
¿Qué dijo Jesús de los últimos tiempos?:
Por sus frutos los conoceréis - Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.
(Mat 7:15-20)

Esta gente rechaza el poder que tiene la palabra de Dios. Van incorporando poco a poco métodos humanos, hacen a un lado la verdadera doctrina y meten filosofías humanas, psicologías humanas. De una manera sutil, dejan de lado las palabras de Dios y usan palabras elocuentes.
A estos hombres, evita: en el original significa rechazar, contradecir.
A estas personas debemos evitar, rechazarles y contradecirles con la palabra de Dios.

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