martes, 5 de octubre de 2010

II poesía a Gea Escolano


Obispo gea Escolano:
Ya ves tú la que se armara.
Todos miran al Peru,
la selva alborotada,
el internet echa humo,
y esto ya no hay quien lo apaga.
Gea Escolano, asustado,
hoy yace solo en la cama.
No fuera a ser que su nombre
los fieles lo pregonaran.
No puede ser, monseñor,
que tu voz siga callada,
que mires hacia otro lado,
que aquí nunca pasa nada.
Si a la grey no pastoreas
Tu cargo es tremenda carga.
Y algún día Jesucristo
te hará muy grave demanda.
Padre, maestro y pastor
la Iglesia te encomendara.
Padre para que nos ames
Y corrijas si hace falta.
Maestro para que enseñes.
Y no enseña quien engaña.
Y nos miente aquel que oculta
liviandades meridianas.
Pastor a quien las ovejas
Cristo mismo encomendara
para que les des buen pasto
y no hierbas averiadas.
El escándalo de un cura
que Gea Escolano no evitó
hará que bastantes piensen
que no hay persona sagrada.
Ni sacerdote ni obispo.
Ni el que peca ni el que calla.
Obispo, yo te interpelo.
Por la Trinidad más santa,
por el mismo Jesucristo,
no sigas callado: habla.

1 comentario:

  1. Me parece que si el obispo entra y lo ve le dá un infarto al coraón, yo que me excomulgé me parece horrible lo que Gea ocultó.Menos mal que ni toda la curia es indecente. animo J. C.

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