lunes, 29 de noviembre de 2010

En agradecimiento a Luis Fernando Pérez Bustamante y a todos los comentaristas de Infocatólica



Hoy me gustaría dar las gracias personalmente desde mi blog a todos los comentaristas de Infocatólica y en especial a mi buen amigo Luis Fernando Pérez Bustamante por sus muestras de afecto y apoyo por el problema de posible caso de tropelía con el proceso de mi nulidad de matrimonio y del abuso que he sufrido por el corporativismo de algunos curas.
He recogido algunos de los comentarios. No los he recogido todos debido al espacio que ocuparían en el post.Todo lo que sigue es de ellos. Muchas gracias a Todos.

Miserere mei Domine (Comentarista)
Comprendo a José Carlos y me solidarizo con el. El problema es que la Iglesia no es su enemiga. Aquí estamos unidos en su sufrimiento como Iglesia que no le deja de lado. Lo acoge y le ayuda en lo que podemos.

Quienes han actuado contra el son los listos de turno. Los que se infiltran dentro de la Iglesia y la utilizan para su beneficio. Precisamente, estos listos no son Iglesia, ya que son traidores. Estos listos utilizan en andamiaje jurídico para conseguir sus fines, despreciando la justicia, la verdad y la luz que la misma Iglesia posee. Despreciando a Cristo mismo.

Decididamente, la Iglesia es tu amiga, José Carlos. La verdadera Iglesia, que es mucho más sus estructuras institucionales. No te deja ni te abandona. La justicia podrá llegar tarde, pero llegará. De hecho ya está llegando al dejar en evidencia a estos listos.

Ruego a Cristo que la justicia sea rápida y eficiente.

Un abrazo en Cristo.

Maricruz Tasies (blogger infocatólica)
Que experiencia tan difícil y dolorosa la de José Carlos, es comprensible como se ha venido sintiendo durante tanto tiempo y cualquier dificultad que haya tenido para dejar atrás este capítulo de su vida.
Es mi deseo expresarle que conozco de forma cercana un caso con algunos elementos semejantes al suyo por lo que puedo identificarme plenamente con su dolor.
Más quisiera hacerle saber que, aún cuando el asunto no se resuelva como el lo desea y sería justo, es posible sanar de ese tipo de heridas.
Conozco de cerca el caso de una persona que pasó una experiencia similar y aunque anduvo en psicólogos que en alguna medida le ayudaron no fue si no hasta se acercó pidiendo ayuda a un magnífico sacerdote moralista pero sobre todo cuando recurrió a la oración que, en conjunto con la misa y la confesión frecuente, obtuvieron para ella la progresiva recuperación de su alegría de vivir y de su paz. Poco le entretienen ahora los trámites sobre su nulidad y asuntos relacionados, se le observa atendiendo con más determinación su alma, cosa que ha rendido sus frutos con la ayuda de Dios.
Que José Carlos finalmente también obtenga lo que necesita.
Que nos perdone Dios cuando miembros del Cuerpo Místico de Cristo abandonamos, como abandonado quedó José Carlos, a uno de los nuestros.


Tito Livio (Comentarista)
Desde luego, la fe y la adhesión a la Iglesia no puede depender del comportamiento inmoral y el pecado de un sacerdote y una mujer. Ellos están en pecado, si dentro de tres minutos murieran irían al infierno. También les pasará lo mismo a aquellos que accedieron a dar la nulidad matrimonial a la mujer, a los que mantuvieron en el sacerdocio magisterial a ese tipejo y al sacerdote que los casó. Así de clara es la Doctrina y Magisterio de la Iglesia. El resto está en manos de Dios infinitamente Misericordioso, sí, pero también infinitamente Justo. Y hay qie advertir que la Misericordia es imposible si antes no hay arrepentimiento y si antes no hay Justicia.
Entre tanto, para el afectado: en tiempos de tormenta es mejor no hacer mudanza, hay que fortalecerse en la Fe y en la Iglesia (única vía segura de Salvación) y trabajar para que se haga justicia (en minúscula, justicia humana, porque la Otra, esa ya llegará).
Y sobre todo, dar gracias a Dios porque esto no es un mal para el afectado, es un bien: todo es para bien de los que aman al Señor, dice San Pablo. en principio el afectado se ha liberado de una mujer que no le quería, que no le convenía y -quizás- de seguir juntos el afectado hubiese acabado en caminos de pecado mortal. Así que puertas abiertas a satanás actuando a través de esa mujer (haasta nunca chavala). Por otro lado mediante esta situación Dios nos ha librado de un mal sacerdote. Me imagino sus sermones y lo que este tipejo estaba enseñando en sus sermones y catequesis. Así que: hasta nunca tipejo vete, de nuevo satanás actuando a través de ese tipejo del que Dios nos ha librado.
Por último, repetir, a seguir trabajando -dentro de la Iglesia- para que se reconozca la injusticia que se cometió con J.C. Vamos, si ya lo decían los Benedictinos: ora et labora.
Nota: "lo de decían" es porque, ahora, al menos en algunas regiones, se dan cancha a ciertas benedictinas pregoneras de la antidoctrina y antimagisterio que labooran mucho en ciertos medios de comunicación y dudo mucho que oran, o por lo menos que oren adecuadamente, o incluso que oren a Dios.

de Ángel Exterminador
Escuchar historias tan duras como esta contribuyó en el pasado a que yo abandonara la Iglesia, porque tan duras como esta historia hay muchas, demasiadas, y de todo tipo, demasiadas.

A día de hoy aun sigo pensando que la Iglesia en cuanto a sus miembros tuvo mucha mucha mucha muchísima responsabilidad en que yo me perdiera, porque obviamente escucha uno estas cosas y sencillamente deja de creer y además desde una posición muy justa, coherente y razonable para cualquier persona decente: "¿Pero que tipo de gente es esta?", piensa uno. Hace falta muy buena educación católica y mucha asistencia del Espíritu Santo para que una persona decente que busca la verdad, la coherencia y la justicia en los acontecimientos de esta vida no acabe pensando que detrás de semejantes feriantes no se esconde sino una gran farsa. El paso siguiente es la apostasía vestida en cualquiera de sus disfraces: ateísmo, agnosticismo, herejía, etc... Sin duda como bautizado no me faltó la asistencia del Espíritu Santo pero no quise escuchar y caí en la trampa. Lo que faltó fue una buena educación católica, tanto familiar como parroquial, y en resumidas cuentas no tuve ni lo uno ni lo otro.

Me perdí y estuve totalmente perdido, solo la gracia de Dios me iluminó para volver. A día de hoy cuanto mas se de la Iglesia mas dolor y vergüenza siento, pero me mantengo en ella porque soy parte de esta familia y hay que estar dentro para combatir precisamente a esos lobos disfrazados. Si tengo un hermano ladrón lo menos cristiano que puedo hacer es abandonarlo a su suerte, así que tengo que estar a su lado para decirle una y otra vez que abandone su mal camino.

En los últimos días y particularmente por ciertas y recientes polémicas declaraciones papales estoy muy triste y descorazonado. No tengo intención de abandonar la Iglesia pero no me gusta nada lo que estoy comprendiendo. Creo que una de las principales razones de que seamos miembros de la Iglesia es la de sufrir y cargar junto a Cristo la cruz de tanta vergüenza, pero no podemos dejar a Cristo solo, no podemos.

Rezaré para que Jose Carlos vuelva y te digo Jose Carlos que si te sirve de algo, en mi experiencia y como he dicho antes, hemos de estar en la Iglesia para sufrir y cargar la Santa Cruz junto a Jesucristo, hermano y Señor nuestro, esa es misión del cristiano, ese es nuestro camino. Los lobos te podrán haber quitado mucho pero si tu no quieres nunca podrán quitarte lo mas preciado que es el amor a Dios y la obediencia a Dios, y eso quiere decir que debemos estar en el cuerpo místico de Cristo que fue instituido por Él mismo. No les des ese gusto, perdona y pasa esta página de tu vida, Dios recompensará tu sufrimiento y tu arrepentimiento y no te quepa duda, al final TODOS somos juzgados y no solo por nuestra fe sino por nuestras obras también. Ni que decir tiene que también rezaré para que la Iglesia sepa hacer justicia con tu caso, francamente está obligada a ello y está obligada a tomar las pertinentes medidas disciplinarias o amonestaciones, por decirlo de alguna forma.

Paz en Cristo y María.

PS. No se como quedó la historia, pero la última similar de la que tuve noticia fue esta, que también es gorda:

http://radiocristiandad.wordpress.com/2010/09/27/%C2%BFcorrupcion-en-panorama-catolico-no-digo-nada-del-obispo-y-uds-dan-unas-misas-rito-extraordinario/

En resumen:

Tenemos en mano las referencias de una sentencia condenatoria de un juicio de divorcio en el que la parte vencida, la mujer, reconoce haber tenido como amante estable a un conocido párroco de una importante diócesis de la Argentina. La identidad del partenaire sexual de la mujer infiel es reconocida en ambas instancias, y la sentencia está firme. El caso está fuera de toda discusión.

Ahora bien, el fallo de la Cámara de Apelaciones es del 20 de mayo de 1999, la muerte del marido engañado, que padecía además una enfermedad terminal, es de octubre de 1999. Exactamente un año después de la muerte, el sacerdote fue promovido a obispo, y hoy es un personaje clave para la Conferencia Episcopal Argentina.


Martin Ellingham (comentarista)
Un caso muy triste. Hoy rezaré especialmente por esta persona porque le ha tocado algo muy duro: sufrir tentación no por la Iglesia sino también por parte de la Iglesia.

Así se expresaba Castellani, en carta a un amigo ateo:

"La Iglesia que se equivocó conmigo (aun humanamente hablando) es la burocracia impersonal de los malos pastores; la Iglesia a la cual sigo amando y perteneciendo es la Iglesia personal y viviente de los que aún tienen fe, y viven su fe en la caridad. Las dos están unidas (siempre lo han estado, trigo y cizaña) pero son opuestas en sí mismas; mas no podemos separarlas nosotros, pues según Nuestro Señor, las separarán los ´Segadores, en el tiempo de la ´Siega´, que opino no está ya muy lejos."


Atilano (Comentarista)
En esta historia de corporativismo clerical se me ocurre señalar algunas cosas:

1.- Los jueces eclesiásticos inicuos agilizan la causa y conceden la nulidad a la adúltera, para favorecer a su colega el cura Victorino Pérez Prieto, que así podrá casarse con su amante cuando se secularice. De momento, el favorecido ha demostrado lo poco que aprecia el matrimonio canónico casándose por lo civil.

2.- Pero no contentos con su injusticia, al marido le escatiman incluso el «beneficio» de la nulidad, poniéndole un veto para volver a casar. Lo fundan en la celotipia, aunque saben que de paranoia nada, porque el adulterio les consta. Qué bichos.

3.- Mons. Gea, Obispo de Mondoñedo, promovió a Arcipreste al cura adúltero, sabiendo que lo era. Y sabiendo también de sus descarríos doctrinales y litúrgicos. Me parece lo más grave de todo. Es lógico acordarse del caso Sucunza que nos recuerda Ángel. En esto de promover a curas indignos a sabiendas hay dos escuelas: la del Card. Martínez (Barcelona), que da cargos a curas progres porque ellos le tienen cogido a él por las ínfulas. Y la del Card. Bergoglio (Buenos Aires), que nombra a los más indignos porque así los tiene en un puño. Supongo que Gea será sistachiano, pero de todas formas...
Emerito (comentarista)
El juez debe reconocer que no actuó como Dios manda, sino que se dejó llevar por falsedades y maquinaciones.
El ex-sacerdote (no debemos considerar sacerdote a quien toca la Hostia con manos sucias de lujuria) debe deshacer el matrimonio que convierte en bígama a la mujer objeto de su pasión; y, después de eso, deberá decidir si vuelve al rebaño que conduce el Señor o si prefiere secularizarse verdadera y honradamente.
El teólogo heterodoxo (por no llamarle herético) está obligado a reconocer que no se puede andar con juegos circenses mientras se detenta una postura destacada en la Iglesia, y a distanciarse de quien vive manifiestamente en pecado mortal.
Nunca olvidaré que mi primo el cura (un buen cura de aldea, de los que hacen de todo por sus feligreses), cuando era seminarista se enfadaba con los primos menores que querían "jugar a la misa". Decía que "no se juega con el Santo Sacrificio" y les reprendía.
Había algo que lo irritaba especialmente: que las niñas intervinieran en la parodia.
Deberían tomar nota esos señores teólogos (que alardean de Teología) de lo que ya había en el alma de un muchacho al que quizá ellos desprecien por falta de capacidad para expresar altos conceptos.
La Fe es algo muy grande. Una vecina de mi infancia, que iba al "templo" (una casa humilde de culto evangélico), cuando sus correligionarios le echaban en cara que no fuera capaz de leer las Escrituras, respondía "No sé leer, pero sé creer".
No era mala cosa quienes se dicen católicos tomasen lección de esa alma simple y desviada en la fe. Si son católicos, deben saber creer todo lo que pertenece a la Religión que tienen por Verdadera. Que no lean tanto, ni escriban tantísimo. Y que crean.
Sólo así hallarán la paz.

Suspensión A Divinis para Victorino Pérez Prieto (Comentarista)
No cabe en cabeza humana (honrada) que se pueda anular un matrimonio canónico con el testimonio en contra de quien lo bendijo. Y queda sobre todo la sospecha de algo que puede parecer novelesco:
Un cura y una feligresa cometen el pecado carnal (un solo beso es suficiente) y, encendidos de necesidad, traman la disolución del matrimonio por el medio más vil, el de la mentira.
No es que, acogiéndose a la legislación vigente, se vaya a producir un divorcio, la rotura de un contrato por diferencia entre partes; es que se toca en un sacramento.
En principio, parecería que la mujer en cuestión quisiera seguir en el seno de la Iglesia, lo que la llevaría a pensar en disolver su vínculo desde la misma Iglesia.
Pero los hechos demuestran que esa pobre criatura, quizá enloquecida por los requiebros de su amante (en sentido estricto: quien la amaba), consintió en lo inverosímil: anular un matrimonio canónico para después celebrar matrimonio civil con el cura de sus amores.
Y no nos desviamos de la realidad llamándole cura al novio, pues nunca pidió dispensa; y es de conocimiento público en La Coruña que llegó al altar de la Colegiata para oficiar lo que ya quedaba fuera de sus posibilidades.
Es enorme el escándalo que causa el caso en que te has visto envuelto, José Carlos, entre los que todavía tenemos Fe y entendemos que la Iglesia obliga con sus reglas.
Ahora es de esperar que en nuestra Iglesia, Católica, Apostólica y Romana, aún queden conciencias claras y temor de Dios; que alguien te escuche y se produzca la vuelta atrás, a la "anulación de la nulidad", frase que, por contener dos negaciones, conduce a una reafirmación.
Si eso se produjese -y al Espíritu Santo pedimos que ilumine las mentes-, nos encontraríamos ante un caso de bigamia (de la mujer) y de suplantación de funciones (del cura amante).

Luis I. Amorós (comentarista)
No he podido evocar la archiconocida anécdota de la conversión de Chesterton, criado como anglicano, y que entró por curiosidad y casualidad un día en una misa católica. La celebración del Santo Sacrificio por le cura fue tan tosca, y la homilía tan penosa, que Chesterton, al salir, se hizo la siguiente reflexión: "si la Iglesia católica ha durado 2000 años con sacerdotes como este, por fuerza ha de ser la verdadera". Y ahí comenzó su camino hacia la conversión.
Obviamente, no era tan escandalosa la falta de aquel sacerdote inglés comparada con el gallego, pero el principio es el mismo.

Por cierto, aparte de confirmar al dolido José Carlos lo que todos sabemos, esto es, que la Iglesia es la comunidad de fieles a Jesucristo redentor a través de los tiempos y de las enseñanzas de concilios, doctores y papas, y no una simple organización humana donde tu jefe inmediato sea "dios", vale la pena recordar algo que señala muy explícitamente el CVII: los fieles tenemos EL DERECHO A EXIGIR que nuestros pastores sean verdaderamente siervos de Cristo, y no ladrones de los que saltan la tapia de noche y abandonan al rebaño cuando viene el lobo.

Es decir, que no basta con afirmar: "qué malo es el corporativismo" y presuponer una angélica e inexistente Iglesia de pastores malos y fieles saltándolos por encima para relacionarse con Dios. No. Este caso DEBE SER investigado por la autoridad competente, me importa un bledo ese principio de "cura tapa a cura", que además es injusto, porque la inmensa mayoría de los consagrados no serán santos, pero son fieles seguidores de Cristo (mi fe se debe en no poca medida a muchos de los que han pasado por mi vida), y estarán tan escandalizados como nosotros.

Así que, José Carlos, te animo a protestar, a reclamar al obispo, al arzobispo y a Roma si es preciso. Desde la fe, que no depende de un cura o un obispo, desde la Justicia que te asiste, desde tu derecho como fiel bautizado.
Probablemente con eso no solo hagas un bien a tu vida, sino a los protagonistas indignos de esta historia que, si es real en sus términos, han puesto en verdadero peligro la salvación eterna de sus almas al cometer sacrilegio.

Vamos a empezar a exigir a nuestros curas y obispos. No a que se acomoden por la fuerza a nuestras apetencias y modas mundanas, como hacen los modernistas con vergonzoso éxito, sino a que sean fieles a la fe que profesan, a la doctrina que (deben) enseñan, y al juramento de velar por sus fieles que hacen al ordenarse.
Tal vez los católicos debamos ser un poco más "laicistas": entender que la fe y vivencia cristiana no es una papilla que nos mastican y sirven los curas, sino que corresponde a cada uno de nosotros. En la Iglesia cada uno tiene su misión, pero todos somos igual de cristianos. Y cuanta mayor autoridad se posee, mayor responsabilidad se debe,

Ya esta bien. No es el primer caso que conozco en este plan: cura indigno, obispo que mira para otro lado y tapa el escándalo. Ese mismo torcido principio permitió que se taparan los escándalos de la pederastia en los 60 y 70.

Menka (Comentarista)
Yo la verdad que todavía no me he recuperado de esta noticia...
Pero José Carlos, Dios enjugará toda lágrima de nuestros ojos. Ánimo.
Nova (Comentarista)
José Carlos, mucho ánimo, cuenta con mi oración, para que se resuelva con justicia tu asunto. Pero ese asunto no te impide acudir a los Sacramentos, a través de los cuales los católicos tenemos a Jesús. Y eso es lo más importante: Tener a Jesús.

Cierto que a Jesús se accede a través de la Jerarquía de la Iglesia que, a veces, puede cometer errores muy serios. Pero yo creo que procuraría mantener mi relación con Cristo, pasara lo que pasara, y eso se hace a través de la Iglesia. Además, los seglares que te animamos y rezamos por ti también somos la Iglesia Católica...

Luis Fernando, me temo que ese Obispo al que te refieres no pide coherencia doctrinal y moral a toda la clase política "católica", sino sólo a los de cierta cuerda ideológica. A los de la bancada de enfrente jamás les ha dicho ni pío, como yo misma le he indicado al Obispo varias veces. Con lo cual, su labor de testimonio y denuncia se queda coja y pierde parte de su crédito, en mi humilde opinión. En fin...

3 comentarios:

  1. No sabía que eras el protagonista de la historia. Comprendo tu rabia y también el desengaño. Que sea en exclusivo hacia las personas. La fe es otra cosa. Mis oraciones y mi apoyo moral.

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  2. Gracias Carmen.
    Hace unos días te escribí a tu correo, pero me han venido rebotados los mensajes. ¿Has cambiado de email?
    Un fuerte abrazo.
    José Carlos

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  3. Dejé de trabajar con el anterior. Prueba con cabellmon@hotmail.com

    Bendiciones

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