El señor Vidal dice:
“Porque los Romaxes son Iglesia, auténtica Iglesia, aunque sea crítica con alguna práctica de la Iglesia oficial o de las otras sensibilidades eclesiales.
Los Romaxes gallegos son uno de los pulmones espirituales de nuestra tierra. Una romería de fe. De fe encarnada en la realidad de nuestra tierra. De la fe que lleva a luchar por la justicia y que no se contenta con el mero cumpli-miento. En el amplio abanico de la Iglesia gallega que somos todos, los Romaxes son una parte fundamental. Por eso, tratan de desacreditarlos.”
http://blogs.periodistadigital.com/religion.php/2010/08/21/p277806#more277806
Sr Vidal:
Si la Eucaristía fuera un símbolo, ni aún así tendría usted toda la razón. Sin embargo, la Fe católica enseña que cuando un sacerdote pronuncia las palabras de la consagración el pan y el vino dejan de serlo y se convierten el el Cuerpo y la Sangre del Señor, presente realmente en las especies sacramentales con su Cuerpo, con su Sangre, con su Alma y Divinidad.
Se trata, por tanto, de un gran don y un enorme regalo la presencia de Jesús en el sacramento. Y éste, no puede celebrarse de cualquier forma sino como Él lo instituyó, pues de que seamos fieles a su mandato ("haced esto en conmemoración mía") depende la validez del propio sacramento y, por tanto, la gracia de Dios que recibimos. En el caso de la Eucaristía no sólo recibimos la gracia, como en cualquier otro sacramento, sino al mismo autor de la gracia.
De ahí, que para evitar fraudes que aparentan ser Eucaristía, los fieles tienen derecho a que los sacramentos se celebren como enseña la misma Iglesia.
Señor Vidal: “Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es también la esperanza que os abrió su llamamiento; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios Padre de todos, que está sobre todos, entre todos, entonos”. (Ef 4,1-6).
“Porque los Romaxes son Iglesia, auténtica Iglesia, aunque sea crítica con alguna práctica de la Iglesia oficial o de las otras sensibilidades eclesiales.
Los Romaxes gallegos son uno de los pulmones espirituales de nuestra tierra. Una romería de fe. De fe encarnada en la realidad de nuestra tierra. De la fe que lleva a luchar por la justicia y que no se contenta con el mero cumpli-miento. En el amplio abanico de la Iglesia gallega que somos todos, los Romaxes son una parte fundamental. Por eso, tratan de desacreditarlos.”
http://blogs.periodistadigital.com/religion.php/2010/08/21/p277806#more277806
Sr Vidal:
Si la Eucaristía fuera un símbolo, ni aún así tendría usted toda la razón. Sin embargo, la Fe católica enseña que cuando un sacerdote pronuncia las palabras de la consagración el pan y el vino dejan de serlo y se convierten el el Cuerpo y la Sangre del Señor, presente realmente en las especies sacramentales con su Cuerpo, con su Sangre, con su Alma y Divinidad.
Se trata, por tanto, de un gran don y un enorme regalo la presencia de Jesús en el sacramento. Y éste, no puede celebrarse de cualquier forma sino como Él lo instituyó, pues de que seamos fieles a su mandato ("haced esto en conmemoración mía") depende la validez del propio sacramento y, por tanto, la gracia de Dios que recibimos. En el caso de la Eucaristía no sólo recibimos la gracia, como en cualquier otro sacramento, sino al mismo autor de la gracia.
De ahí, que para evitar fraudes que aparentan ser Eucaristía, los fieles tienen derecho a que los sacramentos se celebren como enseña la misma Iglesia.
Señor Vidal: “Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es también la esperanza que os abrió su llamamiento; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios Padre de todos, que está sobre todos, entre todos, entonos”. (Ef 4,1-6).
La comunidad cristiana, que ya es cuerpo de Cristo,ha de tomar cuerpo, haciendose cada vez "más cuerpo de Cristo", "Hasta alcanzar la edad adulta, el desarrollo que corresponde al complemento del Mesías" (Ef 4,13). Cristo está "de cuerpo presente" pero vivo en los dones consagrados, para estar "de cuerpo entero" en su comunidad.
Es lamentable que se use la Santa Misa con fines terrenos, políticos, linguísticos, de protesta, etc. Que se instrumentalce la Santa Misa para desunir y para provocar. Pero el problema más grave es la falta de amor a la Liturgia de la Iglesia y la falta de dignidad del sacerdocio de los que la romaxe no es más que un ejemplo.
Es lamentable que se use la Santa Misa con fines terrenos, políticos, linguísticos, de protesta, etc. Que se instrumentalce la Santa Misa para desunir y para provocar. Pero el problema más grave es la falta de amor a la Liturgia de la Iglesia y la falta de dignidad del sacerdocio de los que la romaxe no es más que un ejemplo.
Os hacéis ilusiones con razones falsas, que no sirven:
¿De modo que robais, matais, cometeis adulterio, jurais en falso ,quemais incienso a Baal, seguís a dioses extrangeros y desconocidos, y después entraís a presentaros ante mí, y en este templo que lleva mi nombre, y decís, estamos salvados (Jeremías 7:,8,9,10). No rechaza el culto el profeta, sino el culto si está pervertido. Isaías los llama "dones vacíos", incienso execrable...
No hay caridad alguna en diluir la verdad. Todo lo contrario. Es enemigo del amor de Dios y de la cruz de Cristo quien prostituye la verdad del evangelio con la oscuridad de las falsas doctrinas. Ha de llegar de nuevo el tiempo en que el cristianismo sea más luz del mundo que buscador de posibles luces en otras creencias y doctrinas. Porque por mucha luz que pueda haber fuera de la Iglesia, no dejará de ser un pálido reflejo de la luz de Cristo que brilla prístina con fuerza salvadora .
Quienes gritan en las iglesias que por ser libres no se sujetan a norma alguna, en realidad son los mayores delincuentes del tiempo. No se sujetan a la disciplina de la Iglesia, pero tampoco utilizan la libertad personal para el bien. No saben qué hacer con su libertad. La sacan de la estructura comunitaria y la dilapidan. La libertad se convierte en una serpiente que les devora.
Quienes gritan en las iglesias que por ser libres no se sujetan a norma alguna, en realidad son los mayores delincuentes del tiempo. No se sujetan a la disciplina de la Iglesia, pero tampoco utilizan la libertad personal para el bien. No saben qué hacer con su libertad. La sacan de la estructura comunitaria y la dilapidan. La libertad se convierte en una serpiente que les devora.
Como siempre la Iglesia ultraortodoxa del nacional catolicismo, echa adelante a sus huestes.
ResponderEliminarNo son Iglesia de Cristo, son de la iglesia dogmática perdida entre palacios y alfonbras.
Esa iglesia que ya no cuenta para el Jesús de Nazaret porque sois sepulcros blanqueados.
¿De qué os sirve la Santa Eucaristía si a vuestro prójimo odiais?
Teodoro Gallo
Ya es tiempo pasado de que hagan del Santo Sacrificio de la Misa una vulgar pachanga, ya han tenido tiempo para todo tipo de experimentos, hasta que el laboratorio voló en pedazos. Ahora, hay que hurgar entre los escombros y rescatar lo rescatable. La Iglesia es UNA, ayer, hoy y siempre. Pero desde el V-2, se ha vuelto coto de caza de los progresaurios antediluvianos, transformando un bosque tropical en el desierto del Sahara.
ResponderEliminarBasta de imposturas y de vivir allende la frontera. Recobremos la sana doctrina y la Santa Misa Tridentina de siempre. Amén.
LA Santa Misa Tridentina no es de siempre, como no es el rito mozárabe, ni los previos a la reforma gregoriana, ni los que hay después... Ni la forma del Concilio Vaticano II es la de siempre.
ResponderEliminarLa forma Tridentina es extraordinaria, y debe ser apoyada por el ordinario del lugar, la liturgia ordinaria es la que es, que se manipule, allá cada uno con su conciencia y la de los que la permiten, como las confesiones en grupo.
Y creo que es el espíritu de Benedicto XVI y el del auttor del artículo.
La liturgia es la que es, y esta permitido lo que está, ni por exceso ni por defecto. ¿O es que el Concilio no reinó el Espíritu Santo??????