domingo, 15 de agosto de 2010

Las Romaxes gallegas llegan al Vaticano









Señores obispos y jerarcas de la iglesia católica, ahora no pueden decir que no saben nada de las romaxes.
Hoy he tenido en mi blog dos entradas del Vaticano.


Folleto litúrgico de la Romaxe

Noso Pai Galego
Pai noso que estás no ceo,
desde a terra de Galicia
chamamos pola irmandade
berramos pola xustiza.
Deus Fratesque Gallaeciae
clamaban na súa loita os Irmandiños; e agora Ti,
Pai, os fillos escoita.
Santo es Ti. E o teu nome
habemos santificar(e):
que o noso pobo galego
na fe se poña a medrar(e).
O teu reino veña a nós(e),
que é de xustiza e verdade;
para lle sermos fieis, queremos
sementar galeguidade.
Que a túa santa vontade
coñeza tempos mellores
e non se faga o capricho
de caciques e señores.
Dá ti o pan de cada día,
que no mundo o alimento
sexa repartido ben (he);
que ninguén viva famento.
Perdóano-las ofensas
e concédeno-lo don (he)
de ser bos e xenerosos
para aprendérmo-lo perdón(he).
Se andamos na tentación (he),
se é que ten que vi-la proba,
que saiamos máis humanos
cunha conciencia máis nova.
Libranos de todo mal (e)
e alóngano-la vida,
e cura a nosa Galicia
da súa histórica ferida.
Amén; Pai noso, amén.
de acordo co teu Xesús (e)
no seu caminar honrado

Las fotografías, y más que pueden encontrarse de este evento y de los anteriores, me parecen vergonzosas. Eso no es una misa. Eso no está autorizado por el Vaticano. Eso es impresentable,

Pero lo que me parece mucho más vergonzoso, mucho más impresentable, es el silencio cómplice, consentidor, cooperador de los obispos de Galicia.

Y esto no es un suceso que acaba de producirse y que les ha cogido de sorpresa. Viene repitiéndose año tras año. Y que descalifica a los obispos que lo toleran.

Yo no sé si quienes participaron en tal acto acudieron a comulgar con las condiciones debidas. Por las fotografías daba más bien la impresión de que tomaban un pincho de tortilla. Pero yo no puedo, ni debo, entrar en la disposición de los que comulgaban. Ni en si estaban en condición de hacerlo. Pero me aterra pensar en si el pan consagrado en el Cuerpo de Cristo serviría después para acompañar al pulpo o a las sardinas.



Los fieles tienen derecho a saber con quienes están. Para estar o no estar. Os pido que, que si alguno tiene más datos, los aporte. Con la prudencia exigible. Hechos ciertos. Las suposiciones huelgan. Y las malquerencias, más. No se trata del párroco antipático, pesetero o vago. Vamos a ver si declaramos conductas que no son eclesiales. Y luego vamos a ver lo que hacen los obispos.




Cuentan con la colaboración de la revista "Encrucillada, revista galega de pensamiento cristián", fundada por don Andrés Torres Queiruga, y actualmente dirigida por un profesor del Instituto Teológico Compostelano. Una revista que tiene su lugar frecuente en la biblioteca del Instituto Teológico Compostelano y que campa a sus anchas por las diócesis gallegas.


Don Julián, ya se ha levantado la veda. Ya no puede seguir en el no sabe/no contesta. Porque se lo vamos a recordar un día sí y otro también. Y no sólo se hunde usted en la miseria sino que arrastra tras su persona a los demás obispos gallegos. Ya le mira mucha gente pese a su deseo de que no le mire nadie. Usted verá. Yo más claro no se lo he podido decir.

1 comentario:

  1. La primera impresión es casi casi de ternura: te entran ganas hasta de salir en la defensa de unos fósiles de otras épocas que viven no ya de sueños sino de inmadureces arrastradas y de rabietas. Cosas de otro tiempo, reductos de no se sabe bien qué regimen, pero muy antiguo. Eso sí que es memoria histórica.
    Pero luego recapacitas y ves que estos pobres andrajos están utilizando lo más sagrado que tenemos en esta tierra: la Santa Misa, el Cuerpo Eucarístico de Cristo. Y entonces te entran sentimientos mezclados de meterlos en un manicomio, ponerles a estudiar el catecismo o lo que sea, pero hay que evitar esos sacrilegios. Entiendo que es un problema muy marginal para la Iglesia en Galicia, pero algo hay que hacer para evitarlo, aunque sólo fuera para defender la fe de los débiles. Ojalá tenga eco esta noticia. Un saludo, José Carlos, desde Cartagena

    ResponderEliminar