lunes, 30 de agosto de 2010

Victorino Perez Prieto: In memorian Raimon Panikkar


“Todo está integrado, asumido, transfigurado” No encuentro mejor epitafio in memoriam de Raimon Panikkar, que este titular del teólogo Victorino Pérez Prieto. Ahora es el momento de releer quienes ya lo conocíamos (o de leerlo quienes aún no lo hayan leído) el libro de Victorino Pérez Prieto, prologado por el mismo Panikkar: Más allá de la fragmentación de la teología, el saber y la vida: Raimon Panikkar (Valencia 2008). El teólogo gallego y el pensador catalán-indio coinciden en ser, como habría dicho Unamuno, muy universales por ser muy particulares, personas que llegan al centro de la esfera global ahondando en las raíces locales. Por eso son católicos radicales y dialogales…(Ver las conversaciones de Victorino y Raimon en Iglesia Viva 223, 2005). El autor de Dios, Hombre, Mundo: La Trinidad en Raimon Panikkar, de quien Raimon decía: “Victorino me entiende a mi más que yo mismo”, ha perfilado el retrato del pensador de Tavertet. Escribe así Victorino: “El maestro curtido en mil avatares intelectuales y existenciales entre Oriente y Occidente; con sus viajes, estancias tan distintos puntos del globo y sus lecturas multirreligiosas y multiculturales, realizadas en la docena de lenguas que utilizaba, con su cuádruple identidad cristiana, hinduista, buddhista y secular… Un trabajo reconocido por unos –muchos- y no tan reconocido por otros –bastantes-. Que si era o no filósofo, que si era o no teólogo, que si sabía o no escribir, que si no era “actual”, que si era un sincretista… Su pensamiento siempre buscó la reflexión sobre el todo, la integración de toda la realidad “cosmo-te-ándrica”, recogiendo hasta los más insignificantes elementos. Una frase que repetía en sus escritos era un versículo del Evangelio, que citaba en el latin en que lo había aprendido: “Colligite quae superaverunt fragmenta, ne pereant” (Jn 6,12); una frase del Maestro, que pone fin al relato joánico de la multiplicación de los panes y los peces. En una interpretación particular y poco habitual del texto, resumía algo fundamental en su teología y su pensamiento: la necesidad de integración del conjunto de toda la realidad en todas sus dimensiones; recoger los fragmentos esparcidos, hasta los más pequeños, para reconstruir el todo armónico del que se han escindido: “Nada se desprecia, nada se deja de lado. Todo está integrado, asumido, transfigurado… Pensar todos los fragmentos de nuestro mundo actual para reunirlos en un conjunto armónico” (La intuición cosmoteándrica). Se trata de la interconexión de todo con todo. Frente al reduccionismo, el pensamiento de Panikkar tiene como principal característica esta obsesión por el todo; por una armonía entre las diversas realidades y disciplinas particulares -filosofía, ciencia y teología- y las distintas concepciones culturales del occidente moderno y de oriente. “No se trata de ir a ninguna parte. No es cuestión de parte alguna. No es cuestión de parcialidades… Es cuestión del todo” (El silencio del Buddha.Una introducción al ateísmo religioso). Así era el “sabio de las montañas”, como lo llamaban en Barcelona. Así era este maestro que no quería discípulos miméticos, sino gente que pensara y actuara por si misma. Así era, sin pretensión de superioridad, este “icono del misterio”, como tituló uno de sus libros (Iconos del misterio. La experiencia de Dios). Así era este hombre grande -que tuvo también sus contradiciones y sus fallos, como todos los humanos- con el que muchos tuvimos la gracia de compartir vida y pensamiento, aprender de él y caminar hacia adelante, sabiendo que cada día nos trae algo nuevo si sabemos verlo. Muchas gracias, maestro, hermano, amigo Raimon”. Victorino Pérez Prieto
http://lacomunidad.elpais.com/apoyoajmc/2010/8/29/requiem-panikkar

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Respuesta:
“Que comunión la luz con las tinieblas? ¿Que concordia Cristo con Belial? ¿Y que acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? …Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo” (2corintios 6:14-18)
Creo que es tiempo en que debemos decir basta de razonamientos humanos, de análisis de reingeniería dentro de la iglesia y de estrategias humanas para “salvar almas”. Debemos entender que solo la gracia de Dios transformará al joven drogadicto o al criminal. No podemos pretender dar poder y efectividad a la Palabra de Dios, la cual está llena de poder; es absurdo y ofensivo a su gracia soberana. Imagínese que Cristo le hubiera dicho a la adultera, sigue adulterando para rescatar a los adúlteros. La consecuencia de todo este sincretismo religioso que esta incorporando cada vez, más prácticas mundanas en el interior de la iglesia, se están haciendo ver con mucha claridad. Por cierto que las multitudes que siguen a este tipo de cristiandad no tiene ninguna intención de conocer a Dios en profundidad y seriedad.

“Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:14)


En resumen, el sincretismo en su amplio espectro, no es la formula que Dios nos ha entregado para ser efectivos en nuestra tarea de evangelizar.
No podemos aprobar la idea de tomar materiales paganos, vestirlos de cristiano y entregarlo como la panacea espiritual al mundo. Dios nunca aprobó las mixturas con la idolatría y con las costumbres de las naciones. ¿Quién nos ha autorizado hoy para mezclar, en pro de la evangelización, la luz y las tinieblas? Meditemos en esto, y no nos justifiquemos en la falsa interpretación de la libertad que nos da la gracia de Dios, y no desechemos esta observación, diciendo que solo es un análisis legalista y farisaico. He aquí lo que Dios nos enseña: “Que comunión la luz con las tinieblas? ¿Que concordia Cristo con Belial? ¿Y que acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? …Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo” (2corintios 6:14-18) Si tengo que definir hoy día que significa el concepto SINCRETISMO RELIGIOSO tendría que decir que de una manera u otra significa que al final “todos los caminos llevan a Dios” que da exactamente lo mismo en lo que creamos total y que uno puede creer en una cosa o en otra o podemos poner nuestra fe en varias al mismo tiempo. Hoy en día el concepto de “persona evolucionada” significa que no está presa a un solo concepto de Dios, sino que cree en varias cosas al mismo tiempo, que es capaz de creer, dejar de creer y volver a creer en algo distinto. Hoy, al igual que en la iglesia de Colosas nos encontramos que hay filosofías antiguas que parecen ser nuevas y que resultan ser “huecas filosofías y pensamientos de hombres”. Cuando Pablo escribe el texto de Col 2:8 está pensando en los gnósticos que creían que había muchos dioses de distinto nivel de autoridad. Mientras más lejos de la materia, más puro, mientras más cerca de la materia más impuro y perdido. CRISTO ES EL ÚNICO CAMINO VERDADERO ¿Sabes cuál es el problema? que el Apóstol Pedro nos enseña que NO HAY OTRO MEDIADOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES SINO A JESUCRISTO (Hechos 4:12) y Juan relata que Jesús mismo enseñó que “ÉL ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA Y NADIE VA AL PADRE SI NO ES POR MEDIO DE ÉL” (Juan 14: 6) Los que piensan que creer en Dios es falta de evolución. Que es falta de madurez y por lo tanto falta de crecimiento interior, déjame decirte que la Biblia dice que los necios piensan en su corazón que no hay Dios y que los hombres creyéndose sabios se hicieron necios. Hoy día quiero decirles que yo prefiero ser un necio para el mundo antes que ser un necio para Dios. Por eso predico esta palabra que parece locura a los que se pierden pero que es salvación para los que en ella creen.
En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo:
Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. (Mateo 11:25-26) En la base ideológica del Yoga y del Zen subyace la idea de que Dios no es personal, de que el ser humano no es portador de un problema humanamente insoluble que se llama pecado y de que no necesita ser redimido del mismo. Así mismo, en la base de tales sistemas se encuentra la noción de la auto-deificación del ser humano, lo cual concuerda con las viejas palabras engañosas que fueran dirigidas en Edén a nuestros primeros padres por el diablo. En otras palabras, el Yoga y el Zen son dos sistemas anticristianos por naturaleza. Conozco a personas sencillas que no tienen en su casa más que unas pocas docenas de libros, pero que sin embargo muestran un conocimiento de las cosas de Dios más certero y profundo del que manifiesta tener todo un teólogo como Victorino. Y es que para conocer lo esencial no hace falta tener 100.000 libros sino solamente 73, los que van de Génesis a Apocalipsis. Tampoco hay que recurrir a la meditación Zen sino al Espíritu Santo, que es el Espíritu de verdad. Ojalá Victoriano pueda encontrar esa verdad

1 comentario:

  1. Yo estoy a favor del sincretismo religioso, pues Cristo no vino a inventar la rueda, sino a unir lo que estaba disperso...
    Ahora bien, se exige muchísima honestidad a la hora del sincretizar, pues puede ocurrir que se utilice el sincretismo para provecho propio o para cubrir las propias deficiencias de fe y esperanza y acción...

    Por los antecedentes que me han llegado de Victorino, no creo que sea sincero y mucho menos honesto en su pensamiento y en su desarrollo teológico.

    de cualquier forma: ¡es el problema de los teólogos! o de aquellos que se consideran intelectuales, y olvidan que la vida pasa también por lo afectivo y lo cotidianamente HECHO... por sus obras los conoceréis...

    un fuerte abrazo!!!!

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