viernes, 24 de septiembre de 2010

Basilio, Quiteria, Camacho, y el Nuevo Orden Mundial Socialista.


Por Alejandro Roque González.


“Teneos, señores, teneos; que no es razón toméis venganza de los agravios que el amor nos hace; y advertid que el amor y la guerra son una misma cosa, y así como en la guerra es cosa lícita y acostumbrada usar de ardices y estratagemas para vencer al enemigo, así en las contiendas y competencias amorosas se tienen por buenos embustes y marañas que se hacen para conseguir el fin que se desea, como no sea en menoscabo y deshonra de la cosa amada. Quiteria era de Basilio, Basilio de Quiteria, por justa y favorable disposición de los cielos. Camacho es rico, y podrá comprar a su gusto cuando, donde y como quisiere. Basilio no tiene más desta oveja, y no se la ha de quitar alguno por poderoso que sea, que a los dos que Dios junta no lo podrá separar el hombre; y el que lo intentare, primero ha de pasar por la punta desta lanza”.
(Don Quijote, Capítulo XXI, Segunda Parte)

Esta cita es sobre la historia de Basilio, Quiteria y Camacho, que Cervantes nos cuenta en su obra maestra Don Quijote de la Mancha.

¡Ah Cervantes, eres digno de respeto! Nos devolviste la risa que llora, criticaste a España, te burlaste de este mundo, falleciste en una pobreza digna; pero más que nada vemos en ti el coraje de crear dos personajes: Don Quijote y Sancho Panza, para expresar tus ideas, conceptos, la forma de ver el mundo; sus desvaríos, paz, guerras y conflictos; y sobre todo el carácter humano, con sus altas y bajas, experiencias y esperanzas.

Basilio y Quiteria eran dos jóvenes enamorados, en esa época cuando somos más estúpidos y a la vez más vigorosos. El tiempo que soñamos y a veces dejamos que otros nos impongan sus propios sueños. En esa etapa tomamos riesgos, a veces peligrosos, porque no sabemos sus consecuencias; sin embargo nuestra sinceridad es digna al menos de análisis, porque hacemos cosas creyendo en ellas. Errados y enamorados del futuro cuando todavía no comprendemos que debemos vivir el presente, y que la vida se construye cada dia…y no un cierto dia en el ocaso.

Basilio era pobre, sus recursos eran escasos; él representa—digámoslo así—al ciudadano común, a ti y a mí. A esos que luchamos cada dia por ver realizadas nuestras esperanzas con los medios que encontramos en nuestro andar o los que inventamos; siempre con nuestros bolsillos vacios, pero nuestro corazón, aún en momentos oscuros, no se deja vencer y busca belleza dónde pueda ser encontrada, y hay muchos tipos de bellezas; no obstante, Basilio sin dinero ni monedas, quiere vivir, soñar, es todo lo que le queda; es su única esperanza.

Camacho es el oponente de Basilio—y no estoy en contra de las riquezas—pero él representa a una élite que se precia de rica, y no por ello inteligente o lustrada, pero que confía poder comprarlo todo con dinero, incluyendo: amor, almas, servicio, compromisos, fidelidad y vida. Peores que el diablo y servidores de su propio ego, creen tener el derecho de arrancarle la Libertad y esclavizar a cualquiera.

Quiteria es esa Libertad con su belleza; tan importante es ella, que el oro la quiere comprar y la sinceridad es capaz de subvertirse para no dejar que le sea arrebatada, porque ella representa el porvenir y lo único que puede sostener a la vida como se merece: el amor.

Camacho—con sus riquezas—casi logra comprometer a Quiteria (la libertad y belleza de la vida), prometiéndole el mundo y el futuro si se casa con él; ya que confía en su poder y riquezas; no obstante, cuando la fiesta de la boda había comenzado y la novia estaba dispuesta y ataviada para ser entregada a este vil manipulador de la honra; Basilio (el humano) usa de un ardid—con el cual Cervantes nos hace reír—pero que encierra un secreto y admiración profunda, aunque corrupta: y es que supuestamente comete suicidio frente a todos, dejándose clavar y traspasar por su propia espada, tratando de atraer la atención de la novia; y una vez muriendo hace que ella, en un último suspiro, ante la muerte, al menos le conceda su mano antes de casarse con el rico Camacho; en fin, ya iba a morir. Ella concede ante las lágrimas y plegarias de los asistentes, le otorga su mano, se casa con él—que se moría—pensando que aún dándole el gusto para que al menos tuviera tiempo y recibiera la bendición del sacerdote antes de abandonar este mundo; ella quedaría legalmente viuda (una vez que Basilio muriera), y entonces procedería a casarse y continuar con la boda de Camacho; quizás estando en paz con todos y con sus terrenales ambiciones. Pero hay más en la historia.

Amigo lector, mejor te lees la historia tú mismo. Yo te quiero hablar de Quiteria; es decir, de la Libertad. Ella puede ser arrancada con promesas, y tú Basilio—la mayoría de los humanos—perderla y con ello perder tu vida, tan preciosa, tan única y bella; sin ella no hay sentido a la existencia. Una vez perdida no lograremos ver la simpleza y el valor de todo lo que nos rodea; y el amor, más temprano que tarde, terminaría por ceder y abrirle paso al odio, la envidia, y el veneno ideológico que endiablaría nuestras almas, cerrando cualquier capítulo que pueda motivar nuestro espíritu.

La Libertad está en juego, y no me refiero a Cuba, la isla donde nací. Lo que le viene al mundo, ya lo viví personalmente; y es por ello, y quizás algún don, del por qué te digo Basilio (Humanidad), que despiertes, porque tu única ovejita Quiteria (Libertad) están a punto de quitártela. Camacho (una elite mundial que controla las finanzas y política) está cocinando un nuevo tipo de Socialismo. Y no me refiero al de Stalin, Castro o Chávez. Esos son modelos tiránicos-sangrientos, pero arcaicos que ya no sobrevivirán ante el Nuevo Orden Mundial que se nos viene encima.

El Socialismo de Camacho (Elite mundial) es aún más sofisticado que el Rojo. Este no tiene color, porque ha sido diseñado en la época de las grandes trasnacionales y el control mediático como nunca antes altamente disfrazado; y es por ello que ves como América se hunde, a sabiendas de sus timoneles; porque mientras exista ese eje de esperanza individual que siempre intentó representar, no es posible que este Nuevo Orden Mundial (Socialismo enmascarado) pueda establecerse como lo sueñan los Camachos fríos y bárbaros, que se amparan en una bien enmascarada justicia y la vieja retórica de paz y solidaridad entre los pueblos y naciones, pero que os quitarán sin una pizca de piedad vuestros Derechos y Libertad natural que adquirimos a través del Creador, cuando nacimos.

Repito: ni la Organización de las Naciones Unidas, ni las Constituciones de las Repúblicas, ni Instituciones, Comisiones, acuerdos internacionales, o algún ser que presuma otorgaros la Libertad preciada, tienen la capacidad para ello. Todas estas instituciones que pueden hasta cierto punto ser instrumentos positivos, son factibles al cambio, a ser manipuladas por los Camachos elitistas, según como se mueva la marea y en la dirección que sople el viento.

Su embrión está en la Unión Europea (aunque su élite es mundialista y se reúne periódicamente en secreto) que sueña primeramente con arrastrar a América tras su fracasado sistema, y es por ello los cambios inesperados y apurados que estamos experimentando en los Estados Unidos de Norteamérica, a manos de aquellos que supuestamente deberían preservar nuestra independencia y el derecho individual a la Libertad de escoger nuestro destino.

Poco a poco, con asunciones de seguridad nacional y mundial—esgrimiendo como pretexto al terrorismo—os irán quitando uno por uno cada uno de todos vuestros derechos y libertades. Os pondrán cámaras de control televisivo en ciudades y cuadras, harán censos arbitrarios, decidirán dónde, cómo y cuál educación deben recibir vuestros hijos; qué lugares acudir, cuáles libros leer, cómo hablar, qué pensar, y todos aquellos que osen—como yo—denunciarlos un dia terminaremos en prisión como desafectos, falsamente acusados de terroristas y contrapartidarios. El comunismo Rojo que vivió algo más de 70 años es el último experimento que ha ideado este nuevo Socialismo (que llamarán con otro nombre que encierre un concepto universalista) y que durará solo 7 años; pero que sin embargo, originará—a mitad de camino—una conflagración militar mundial, atada a muchos e indescriptibles sufrimientos, que destruirán todos los sueños de Basilio (Humanidad), y le quitará su única ovejita que tiene algún valor: Libertad se llama ella.

¿Cómo es posible dirás? ¿Acaso, digo, no has mirado en la historia? Mira a Cuba, lo que pasa allí lo sabemos mejor nosotros—afuera—que los mismos que están adentro; así ves cómo el control es tan poderoso que, cuando llegue lo que te auguro, ni te enterarás que muchos como yo estaremos injustamente en las mazmorras del tirano mundial, mientras tu caes voluntariamente en su odiosa trampa. Y Cuba es un sistema dictatorial tiránico pero arcaico. El que te anuncio—ya próximo en tus narices—es muy sofisticado, y cuenta con toda la tecnología moderna a su disposición. La idea de ellos es sencilla: haceros un esclavo de los bancos y monopolios de una pequeña élite mundial, con promesas futuras que nunca llegarán; porque no estamos diseñados para vivir, procrear y generar bajo tiranías y paupérrimas esperanzas.

¿Cuál es la solución? Si trato de filosofar contigo, Dios no me perdonaría que fuera tan cobarde. La solución la encontrarás en el niño de Belén del cual hablaron sin cansarse: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Y no olvides que tienes el derecho a rebelarte, no dejarte marcar, y sin temor caminar con la frente bien alta; porque la Libertad es un derecho natural, dada por el Creador a sus criaturas. Tienes derecho a ser completamente libre

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