Polémica por los costes de la visita de Ratzinger a España

A mediados de septiembre, Benedicto XVI viajará a Reino Unido. La visita llega rodeada de polémica por los recientes escándalos de pederastia y en plena ofensiva vaticana contra la Iglesia anglicana. El viaje, además, ha recibido un aluvión de críticas por su coste -el Estado gastará 14,5 millones de euros- y porque los fieles pagarán por acudir a las misas de Ratzinger.

En plena crisis, los precios oscilan desde los seis euros para una eucaristía en Londres a los 30 que costará un sitio en la beatificación del cardenal Newman. Algo inaudito en la reciente historia de los viajes papales que también salpica a España, que el Papa visitará en tres ocasiones los próximos 12 meses. Los organizadores de estas visitas aseguran que los fieles no deberán rascarse el bolsillo. Tal vez olvidan que la práctica totalidad del presupuesto entre Santiago de Compostela, Barcelona y Madrid, alrededor de 60 millones se sacará del dinero del contribuyente.

Si para la Iglesia "entre Dios y el dinero, lo segundo es lo primero", para la ciudadanía también es sagrado el dinero que sale del sudor de la camiseta, sobre todo en esta época de crisis.

Que derroche para los tiempos de crisis que corren. Cuanto dinero malgastado, habiendo tantas necesidades sociales, tanta gente que está sufriendo la crisis, los recortes del gobierno, la reforma laboral que nos está desnudando de derechos... y mientras tanto nos gastamos no sé cuantos millones de euros en la visita de un Jefe de Estado, que no debería serlo.

Es esta la Iglesia de los pobres?

Jesus no hubera consentido este despilfarro del clero, hubiera expulsado a los mercaderes del templo.

Los jerifaltes de esta Iglesia volverían a crucificar a Cristo, como ya lo hicieron en su tiempo los judios. De hecho les importan un bledo los crucificados de esta sociedad: los pobres, los parados, las mujeres maltratadas, los niños esclavos, el hambre del mundo, las vidas sin dignidad de tanta gente explotada por este sistema canibalista e inhumano.

Pero su fe solo les mueve ante las cuestiones sexuales, la preservación de los privilegios que ostentan y el dinero que reciben a manos llenas de este Gobierno que no es capaz, ni siquiera, de plantear un cambio de las reglas del juego.

!QUE VERGÜENZA!