Reuters
Un fuerte viento este que sopló por la noche, y no Moisés, podría haber hecho retroceder las aguas del mar Rojo de la forma descrita en las escrituras bíblicas y el Corán, según indicaron el lunes investigadores estadounidenses. Seguir leyendo el arículo
Simulaciones informáticos que forman parte de un estudio mayor sobre cómo afectan los vientos a las aguas, mostraron que el viento puede empujar y hacer retroceder el agua cuando un meandro de río se funde con una laguna costera, según el equipo, formado por expertos del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR por su sigla en inglés) y la Universidad de Colorado en Boulder.
"Las simulaciones encajan bastante bien con el relato en el Éxodo", dijo Carl Drews de NCAR, que lideró el estudio, en un comunicado.
"La separación de las aguas puede entenderse mediante la dinámica de fluidos. Los vientos mueven el agua de una forma acorde a las leyes de la física, creando un pasaje seguro con agua a ambos lados y luego permitiendo que el agua vuelva abruptamente", indicó.
Simulaciones informáticos que forman parte de un estudio mayor sobre cómo afectan los vientos a las aguas, mostraron que el viento puede empujar y hacer retroceder el agua cuando un meandro de río se funde con una laguna costera, según el equipo, formado por expertos del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR por su sigla en inglés) y la Universidad de Colorado en Boulder.
"Las simulaciones encajan bastante bien con el relato en el Éxodo", dijo Carl Drews de NCAR, que lideró el estudio, en un comunicado.
"La separación de las aguas puede entenderse mediante la dinámica de fluidos. Los vientos mueven el agua de una forma acorde a las leyes de la física, creando un pasaje seguro con agua a ambos lados y luego permitiendo que el agua vuelva abruptamente", indicó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario