El diario "El Mundo" también se hace eco de la Romaxes gallegas

"Esto es un acto organizado por la asociación Irimia", contestan desde el Obispado de Lugo. "Cuando alguien organiza un acto litúrgico, lo único que se pide es que respeten los sacramentos, la iglesia no interviene en un acto llevado a cabo por una asociación de creyentes, por muy laica que sea su manera de entender la fe...."

Es una verdadera pena esto de los abusos litúrgicos de toda índole en los ritos y tradiciones más sagradas.
En Galicia pareciese que los mismos sacerdotes y obispos alientan a la comunión en las manos de los fieles, el monaguilleo de señoritas púberes o niñas catecúmenas, o el cántico y meneo, propio, típico y caráteristico de las iglesias bautistas o pentescostales.
Creo que lo alientan, para que los que resistimos estos embates de progresismo degenerador y desviante nos acostumbremos a verlos ( a estos abusos) y a fuerza de costumbre los tomemos como algo inofensivo o natural, o que se yo, nos demos por vencido ante "el avance del mundo y sus usos".
Es mi pensamiento que , estos sacerdotes y obispos de "avanzada" pretenden que nos acostumbremos y toleremos todo a fuerza de hacerlo habitual. De ahí que insistan en reiterarlo y reforzarlo en cada ceremonia ritual, sacramental, etc.
Cuando alguno llama la atención o chista acerca de estos abusos, es inmediatamente tildado despectivamente de lefebvrista o anticuado.

Sr obispo, Me pregunto si los participantes habrán bebido a la catalana el vino consagrado en el botijo...

Monterroso (Lugo) acoge la 33ª edición de las 'Romaxes' de creyentes gallegos
Es una celebración cristiana donde se juntan religiosidad y galleguismo
Sectores ultras la tachan de propaganda política y buscan polemizar con ella
'Las críticas vienen de nacionalistas españoles o antigalleguistas'
El Obispado de Lugo no pone impedimento a una celebración religiosa más

Los habitantes de Monterroso (Lugo) están acostumbrados a los forasteros. No por nada tienen uno de los mercados más antiguos del mundo, que este año cumple la friolera de 500 años, y por el que han pasado todo tipo de comerciantes y mercachifles. Pero el sábado no era día de feria y, por lo tanto, se hacía extraño ver a tanta gente en una villa escondida entre robles y 'castiñeiros', situada en pleno corazón de Galicia.

Por supuesto, todos habían visto los carteles: 'XXXIII Romaxe de Crentes Galegos'. ¿Cómo no verlos? Estaban por todas partes, hasta en los cajeros. "Pero, si te digo la verdad, en el pueblo nadie sabe muy bien de qué va esto", aseguraba una camarera, riéndose. Había dado ya tantas indicaciones de cómo llegar hasta La Peneda, lugar donde se celebraba la misteriosa 'Romaxe', que seguramente aquello ya le parecía una tomadura de pelo.

Y es que, para desconcierto de muchos monterrosinos, su localidad recibió a los asistentes de un acto poco conocido para algunos, emblemático para otros: la 'Romaxe', una celebración cristiana diferente, tan enraizada en la cultura gallega que no son pocos los que la tachan de propaganda política y buscan polemizar con ella.

Nacimiento de las 'Romaxes'
En 1978, en una de las fuentes del río Miño, un pedregal de la Sierra de Meira, tuvo lugar la primera 'Romaxe'. Allí brotó la semilla de una comunidad cuyo objetivo era promocionar la cultura y la espiritualidad gallego-cristiana, y que acabó siendo articulada por lo que es ahora la Asociación Irimia.

Desde entonces los segundos sábados de septiembre tiene lugar esta romería itinerante a la que acuden una media de 2.000 creyentes y que este año celebró su 33ª edición en Monterroso, un lugar emblemático por "ser de encuentro gracias a su feria, y estar situado cerca del Camino de Santiago, en el mismo centro de Galicia", comenta Xavier Blanco, sacerdote salesiano de Vigo y miembro de la junta directiva de la Asociación Irimia.

A estas 'Romaxes' acude gente llegada de todas partes. Incluso del País Vasco. Son católicos practicantes que se conocieron en sus parroquias, y en los que ha calado el mensaje que manda Irimia de volver a las raíces, de preservar el legado de Galicia y su cultura. Se hacen llamar a sí mismos 'irimegos' y la media de edad pasa, de largo, de los 60 años, que también es lo que abunda estos días en las iglesias. "Los jóvenes tienen otros intereses", afirma Lois Ferradás, presidente de la asociación.

Aunque más de uno se engancharía a esta celebración si escuchara el mensaje que encierran las 'Romaxes' y que ha provocado el enfado de algunos creyentes que les acusan de atentar contra las Sagradas Escrituras desde sus blogs y webs de contenido religioso.

Enfado de los católicos más ortodoxos
A los 'irimegos' se les critica su incipiente laicismo, su exagerado folklore. Los católicos ortodoxos no desean que se mezclen oraciones de la Biblia y los Evangelios con coplas gallegas, bailes y representaciones teatrales. Se les achaca, también, de actuar como un partido político por la defensa que hacen del idioma gallego. Y, sin embargo, en la celebración de la 'Romaxe' el único político que hay es el alcalde del lugar, que da un breve discurso de bienvenida a los asistentes y luego se va.

En las 'Romaxes' la defensa del gallego es una parte más de la celebración, que, de hecho, no todos siguen al pie de la letra. La mayoría de los presentes habla gallego, pero no escasean los que se dirigen a ti en castellano, y nadie pone el grito en el cielo.

La defensa acérrima del gallego existe. Se venden camisetas que expresan el amor por la lengua autóctona, pero los 'irimegos' saben que lo más importante de las 'Romaxes' no es en qué idioma te expreses, sino el ejercicio de reflexión que se hace sobre la historia de Galicia (la emigración, la despoblación del rural, la crisis del mar, el paro y otros tantos males que tradicionalmente han marcado a esta comunidad). Entre oraciones y cánticos se plantean posibles soluciones de futuro y se acaba la celebración con lo que ellos llaman 'O Berro Seco', un grito de protesta que antecede al himno gallego, con el que se cierra el festejo.

Sin connotaciones políticas
Más allá de esto, en ningún momento se exige a los asistentes que demuestren sus colores. "¡Por supuesto que no se pide ningún carnet ni se pregunta a nadie sus opciones políticas!", asegura Ferradás con una carcajada. "No, simplemente hay que identificarse con el proyecto de Irimia, que no tiene connotaciones políticas, nunca las ha tenido. Lo único que contrae la persona que se acerca a Irimia son los mismos derechos y deberes que los que se contraen con una asociación cualquiera".

De esta misma cuerda es el Obispado de Lugo, cuyos responsables conocían la celebración que iba a tener lugar en su demarcación geográfica, y en ningún momento trataron de impedirla. En estos casos se hace una distinción entre lo que es una Eucaristía y una celebración de la palabra.

"Esto es un acto organizado por la asociación Irimia", contestan desde el Obispado de Lugo. "Cuando alguien organiza un acto litúrgico, lo único que se pide es que respeten los sacramentos". Al igual que a las asociaciones cristianas juveniles no se les impide cantar y bailar para celebrar la fe de una manera festiva, la Iglesia no interviene en un acto llevado a cabo por una asociación de creyentes, por muy laica que sea su manera de entender la fe.

Por otro lado, la mayoría no ve incompatible su compromiso con la misa dominical y su cita con la 'Romaxe'. En todo caso, serían complementarias porque "esto no es una secta", afirma Ferradás, "aquí nadie te obliga a nada. Lo que ocurre es que las críticas vienen de nacionalistas españoles o antigalleguistas a los que les parece que España se va a romper cuando alguien defiende sus orígenes. A algunas personas les da miedo todo lo diferente", recalca.

Así lo sienten Inés, Concha, Josefa y Pura, sexagenarias y novatas romeras de primer año. Ellas han escuchado las voces contrarias a la 'Romaxe', pero son tajantes al respecto: "Esto es una xuntanza de parroquias", afirma Inés (y lo hace en castellano) "yo no vendría si fuera una secta o algo raro. Es simplemente una romería, como si fueras a San Andrés de Teixido", que ya lo dice el dicho: 'vai de morto quen non vai de vivo' (va de muerto quien no va de vivo). A lo mejor con las 'Romaxes' pasa lo mismo.

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/12/galicia/1284294805.html