martes, 21 de septiembre de 2010

Victorino pérez Prieto llama a Jesús desidente


Victorino pérez prieto, el cura casado que celebraba las misas en la Colegiata de la Coruña dice que Jesús fue un desidente:


“Jesús fue un disidente. Hoy no estaría a gusto acompañando al Papa a Santiago, por ejemplo. Lo que el Vaticano representa está en las antípodas de Jesús. El proyecto de Jesús es distinto del que hoy representa la jerarquía de la Iglesia católica”

“Yo soy tan católico como Benedicto XVI. No permito que la Iglesia sean sólo ellos. Reivindico un lugar legítimo en la Iglesia. Jesús contaría luchando, estaría más a gusto en una Iglesia más libre, que apoye a los pobres, más antisistema”

Llamar a Jesús de Nazaret DISIDENTE (Del lat. dissidēre: separarse de la común doctrina, creencia o conducta ) a parte de ser un término claramente blasfemo ( de blasphemĭa, palabra injuriosa contra Dios ) para el Santo Cristo, Mesías Redentor, es una profunda contradicción " in términis ", pues uno no puede separarse de su propia identidad y de la propia doctrina que conforma y enseña con su conducta y creencias.

Jesús de Nazaret, estuvo en comunión e identificación completa y constante con su Padre Dios y en oración permanente con El. San Juan 10, 30: " Yo y el Padre somos uno ".

Ninguna posible disidencia existe en la Santísima Trinidad, donde la unidad es perfecta,
pues como dice el Catecismo ( 233 ): " No hay más que un solo Dios, el Padre todopoderoso y su Hijo único y el Espíritu Santo: la Santísima Trinidad ".
El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo y sin posible separación o disidencia alguna entre sus partes trinitarias.

De todo lo cual, se deduce el gravísimo error doctrinal y la irresponsabilidad teológica de los desviados componentes de la A. Juan XXIII, al llamar de manera blasfema y profundísimamente irreverentemente: DISIDENTE, a Jesús de Nazaret.

Que Dios le perdone.

Ellos son con sus palabras y conducta, los que se apartan rotundamente de la verdadera y sana doctrina.

Sin ninguna duda, ellos mismos son los mayores y más grandes DISIDENTES.
Él vino solamente a cumplir la voluntad del Padre de salvar a todos los hombres del pecado y de la muerte.

Si Jesús hubiera sido un disidente pleno habría desobedecido la voluntad del Padre y hubiera realizado la Redención a su manera y estilo, que es lo que pretende este sector de personas, quienes llamándose disidentes pueden hablar y decir lo que les parezca dentro de la Iglesia, minándole sus cimientos porque la aman tanto que desean darle la vuelta y convertir la Iglesia en una esclava de un sistema filosófico muerto en los finales del siglo pasado.

Mientras, a los que no respiramos en el marxismo atmosférico, nos tachan de fundamentalistas, de fanáticos, y otras lindezas similares.




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