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Ramón Loureiro
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Manuel Sánchez Monge, anunció ayer su intención de pedir a los concellos de su diócesis que este año gasten menos en fiestas y más en ayuda a los necesitados. «Voy a hacerles un ruego -señala el prelado-, porque son ellos quienes tienen que decir cómo administran su dinero. Pero, humildemente, yo quiero llamar la atención sobre la situación en la que se encuentran cada día más familias, que por culpa de la crisis se están enfrentando a horas muy difíciles. Lo que hago es una sugerencia, una propuesta. Que se gaste menos en fiestas y más en ayudar a las familias que lo están pasando mal». «Esta es una petición -comenta también el prelado- que voy a hacerles llegar a todos los alcaldes de nuestra diócesis. No solo a los de Ferrol y Mondoñedo, sino a todos los municipios del territorio diocesano, sin excepción. Porque en todas partes está habiendo problemas que van cada día a más».
Sánchez Monge advierte de que la Iglesia tiene la obligación de dar ejemplo. «Que nadie piense que nosotros pedimos austeridad a los municipios mientras no actuamos de la misma manera». Y ya ha dado instrucciones a los responsables de asuntos económicos de la diócesis «para destinar a ayudar a las familias sin recursos hasta el último céntimo de lo que podamos reservar».
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Manuel Sánchez Monge, anunció ayer su intención de pedir a los concellos de su diócesis que este año gasten menos en fiestas y más en ayuda a los necesitados. «Voy a hacerles un ruego -señala el prelado-, porque son ellos quienes tienen que decir cómo administran su dinero. Pero, humildemente, yo quiero llamar la atención sobre la situación en la que se encuentran cada día más familias, que por culpa de la crisis se están enfrentando a horas muy difíciles. Lo que hago es una sugerencia, una propuesta. Que se gaste menos en fiestas y más en ayudar a las familias que lo están pasando mal». «Esta es una petición -comenta también el prelado- que voy a hacerles llegar a todos los alcaldes de nuestra diócesis. No solo a los de Ferrol y Mondoñedo, sino a todos los municipios del territorio diocesano, sin excepción. Porque en todas partes está habiendo problemas que van cada día a más».
Sánchez Monge advierte de que la Iglesia tiene la obligación de dar ejemplo. «Que nadie piense que nosotros pedimos austeridad a los municipios mientras no actuamos de la misma manera». Y ya ha dado instrucciones a los responsables de asuntos económicos de la diócesis «para destinar a ayudar a las familias sin recursos hasta el último céntimo de lo que podamos reservar».
Fuente : La Voz de Galicia
Bravo por el obispo de Mondoñedo Ferrol
Bravo por el. Y por ud. por publocarlo.
ResponderEliminarPues miren Ustedes, yo estoy totalmente de acuerdo con lo de la ayuda social... Pero hay que estar de acuerdo en que la ayuda social no lo ha de ser todo.
ResponderEliminarLa ayuda social ha de trasformarse en formación o reconversión y me explico. Si yo le doy de comer a un adulto, se acostumbra a ir todos los jueves a la parroquia de turno a recoger su paquete, mientras que si yo lo que hago es hacer un taller en el que se pueda aprender una profesión al mismo tiempo que soluciono algunos problemas básicos como pueden ser las ayudas para el gas, teléfono, comida... seguro que al final esta persona puede devolver todo lo que se le ha dado y no a la Parroquia sino a sus vecinos que puedan necesitarlo.
Ayuda Social SI, pero con cabeza.
Pensemos que no siempre los mas necesitados piden y que siempre hay mucho listo dispuesto a que le paguen el Canal Satélite digital para ver el Barsa-Madrid y acude a las parroquias de turno a que le paguen el Gas, o le den dinero para unas gafas.
La ayuda social ha de ir por la formación, por la creación de cooperativas que coloquen a esas personas que tienen dificultades para colocarse, ¿haciendo que? pues haciendo lo que mas necesite la sociedad en la que viva, si viven en una sociedad con muchos mayores tendrá que formarse en esos campos, si vive en una sociedad con muchos jóvenes pues en cuestiones de tiempo libre.
Igual las Diocesis, que por regla general tienen edificios en un lamentable estado de conservacion por la falta de dinero para solucionar esto, podrian formar albañiles, carpinteros, electricistas y con ellos y en practicas formativas retribuidas (esto se gestiona con las administraciones publicas) poder reconstruir estos edificios, el sueldo que cobran (unos del INEM y otros de ayudas sociales) seria un sueldo por un trabajo y esto dignifica a la persona al tiempo que esta se siente util y aprende una nueva formacion.
Por otra parte la Diocesis tendrá unos bienes reconstruidos y en perfecto uso, para poder alquilar a bajo precio o para hacer actividades sociales.
Esto si es AYUDA SOCIAL todo lo demás son parches que gastan dinero publico en no se sabe muy bien que... es como si tu o como yo nos gastemos el sueldo en chorradas en vez de cosas que necesitamos.
Ojo a las AYUDAS SOCIALES...
Se ve que el obispo de Mondoñedo tiene asumido lo que la Iglesia Católica, reunida en Concilio, dijo de sí misma:“Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo” (G.S. 1, 1965).Pero el obispo de Mondoñedo, al afirmar que tiene propósito de destinar a « ayudar a las familias sin recursos hasta el último céntimo de lo que podamos reservar, no parece que tenga asumido lo que, en su día, escribió Juan Pablo II en una encíclica :“Ante los casos de necesidad, no se debe dar preferencia a los adornos superfluos de los templos y a los objetos preciosos del culto divino; al contrario, podría ser obligatorio enajenar estos bienes para dar pan, debida, vestido y casa a quien carece de ello”(Solicitudo Rei sociales Cap IV)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el comentarista que termina diciendo: “Ojo a las AYUDAS SOCIALES...
2 de mayo de 2009 10:35
Y prefiero el sabio proverbio chino que dice:” si das un pez a un hombre, lo alimentas un día; pero si le enseñas a pescar, comerá toda la vida”.
Tampoco podemos perder de vista un refrán muy nuestro que dice:” Obras son amores, y no buenas razones”. Roser.