martes, 12 de mayo de 2009

Alienacion parental


MADRID, 22/06/2007 (ABC/ACPress.net)
El Síndrome de Alienación Parental (SAP) es el resultado de un lavado de cerebro que hace un progenitor contra el otro, y en la que el niño contribuye al ser manipulado. El objetivo es destruir el vínculo afectivo del niño con la ex pareja como venganza por la separación. Loa edades entre seis y doce años son las más susceptibles. Cuando crecen se vuelven contra el progenitor manipulador, al darse cuenta de haber sido utilizados para hacer daño al otro.
Independientemente del sexo, los chavales con edades comprendidas entre los seis y doce años son los más susceptibles de sufrir el Síndrome de Alienación Parental (SAP), un término relativamente novedoso que aún no se recoge en los manuales de diagnóstico, y que fue propuesto por el psicólogo americano Richard Gardner en 1985 para referirse a la alteración que surge en las relaciones paterno-filiales tras las separaciones conyugales altamente conflictivas. El motivo de que pueda afectar más en esta franja de edad es que los niños aún no han adquirido su propio juicio moral, y aceptan las opiniones de los adultos con los que conviven sin cuestionarlas. MIEDO E INSEGURIDAD A esto hay que añadir que los niños pueden sentir miedo e inseguridad después de la separación, y pensar que si uno de sus padres se ha ido, ahora que están con el otro, si no hace lo que le pide puede abandonarle también. MALTRATO PSICOLÓGICO Asunción Tejedor, coordinadora de Psicología Jurídica del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias y autora del libro "El síndrome de alienación parental: una forma de maltrato", señala que muchos niños que han sufrido este tipo de maltrato psicológico, cuando crecen se vuelven contra el progenitor que ha inducido las manipulaciones, porque se dan cuenta de que han sido utilizados para hacer daño al otro. Para Tejedor el SAP es el resultado de una lavado de cerebro que hace un progenitor contra el otro y en la que el niño va a contribuir en cierta medida con sus propias aportaciones. Aunque en un principio la fobia se centra en el progenitor que no tiene la custodia, pronto se extiende al resto de la familia de éste. El objetivo es destruir el vínculo afectivo del niño con la ex pareja como venganza por la separación. Tejedor resalta que esta manipulación es un maltrato hacia los hijos. Aparte de que los progenitores sufren mucho, los que pagan realmente las consecuencias son los hijos. MEDIACIÓN FAMILIAR No es una cuestión de sexo, sino que se produce tanto en varones como en mujeres. Aunque si estadísticamente se da más en mujeres es porque hasta ahora es mayor el porcentaje que ejerce la custodia de los hijos frente a los varones. Algunos expertos son partidarios de resolver estas separaciones conflictivas vía mediación familiar, en un contexto de actuación psicológico y judicial, para dar una transformación del proceso conflictivo.
Fuente: ABC. Redacción: ACPress.net

3 comentarios:

  1. Interesante.
    Conozco el caso de un niño que decidió quedar con el padre. Esta familia puso al niño en contra de su madre, de la familia de su madre y en general en contra de todas las mujeres. Ahora es un hombrecito. No ha resuelto la grave alteración psicosocial que le han provocado en relación con su madre y con las mujeres en general.

    Es incomprensible que un padre pueda hacer algo así con un hijo.

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  2. Realmente es incomprensible aunque lastimosamente no es poco comun,el sembrar el rencor y canalizar la frustracion de una mala relacion de pareja a travez de los hijos;usarlos como yo llamo como "bastion de guerra"para herir a quien creemos nos hirio,si algo tengo claro es que en una pareja la relacion es como una moneda siempre tiene dos caras,habran excepciones,pero en general uno hace lo que el otro permite y viceversa,pero en ningun caso los hijos deben formar parte de esa disputa,no es honesto obligarlos a elegir entre dos personas que aman,porque sean lo que sean los padres son los padres.

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  3. Creo que no siempre se vuelva contra el progenitor que actuó de torturador SAP, he conocido tristes casos en que el niño, ya bien mayor (adulto), se puede volver protagonista central de la alienación intentando inconscientemente? que sus propios hijos lo rechacen también, en una suerte de meaculpa, por haber rechazado a su padre...
    Son trágicas historias de la vida real, que aquello que más temía el progenitor alienante parental, se ve cumplido, en generaciones posteriores y sin haber mediado la directa acción alienante.
    El alienado se vuelve alienador, creándose una suerte de círculo vicioso que impide la libertad de relacionamientos parentales...

    Y, todo por no cumplir los mandatos de Cristo: la indisolubilidad matrimonial!!

    Muy interesante el tema, da para más debate, quizá lo deberías volver a reprisar José Carlos

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